Las cajas de Amsterdam sacan a la luz 200 fotografías inéditas en Huesca

La sala de la DPH muestra 200 imágenes de la Guerra Civil que se dieron por perdidas durante décadas.

Una de las imágenes que se pueden ver desde hoy en la exposición.
Una de las imágenes que se pueden ver desde hoy en la exposición.
Verónica Lacasa

Margaret Michaelis, nacida en Polonia, de origen judío, y la húngara Kati Horna viajaron a España durante la Guerra Civil para documentar el conflicto, como hicieron otros nombres internacionales de la fotografía. Durante décadas se dio por perdida su obra, pero en contra de lo que se pensaba no desapareció en el devenir de la contienda.

Las imágenes se guardaron al acabar la guerra en el Instituto Internacional de Historia Social de Ámsterdam, junto al resto de material de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y la Federación Anarquista Ibérica (FAI), aunque no fue hasta 2016 cuando los negativos vieron la luz gracias a la investigación de la historiadora del arte Almudena Rubio, comisaria de la exposición que se inauguró ayer en la Diputación de Huesca, donde permanecerá hasta el 13 de noviembre.

‘Las cajas de Amsterdam. Kati Horna y Margaret Michaelis en la Guerra Civil’ pone el foco en estas dos grandes autoras de fotografía documental que retrataron el periodo de entreguerras, "una mirada única del conflicto con imágenes de una incipiente revolución social, que muestran el esfuerzo de los anarquistas por construir una nueva sociedad en plena guerra contra el fascismo".

Está organizada por Photo España, la Diputación de Huesca y Calcografía Nacional, en colaboración con el Internatinal Instituto of Social History (IISH) y la Fundación Anselmo Lorenzo (FAL).

Las fotografías que tomaron las dos fotorreporteras permanecían archivadas en las ‘Cajas de Ámsterdan’, donde los anarquistas almacenaron diversos materiales para su salvaguarda en la ciudad holandesa. El hallazgo de Almudena Rubio permite al espectador hacer un "viaje visual y propagandístico a la España del 36 al 39", ya que pusieron sus cámaras al servicio de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y la Federación Anarquista Ibérica (FAI), señaló. El público también puede ver una serie de documentos de la época que contextualizan su papel como fotógrafas de las dos organizaciones anarquistas para las que trabajaron.

Uno de los principales escenarios que cubrieron fue el frente de Aragón. En la inauguración, el presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Miguel Gracia, señaló que "recuperar y mostrar este trabajo es un ejercicio necesario para seguir construyendo nuestra memoria, la de un conflicto bélico que se sufrió en todo el territorio español pero en determinadas zonas con una gran intensidad, como fue el caso de la provincia de Huesca". En suma, resumió, este legado supone una "mirada extranjera, anarquista y femenina a la Guerra Civil española, una aportación importante para seguir completando el relato de este episodio histórico".

El descubrimiento de estas fotografías es un hallazgo que sigue desmintiendo que la profesión del periodismo fuera en aquellos años "un oficio mayoritariamente de hombres porque recientemente se ha descubierto que al menos 200 mujeres vinieron de diversos países a cubrir la Guerra Civil", añadió el presidente. Idea que refrendó María Pallás, coordinadora General de PhotoEspaña, incidiendo en el papel de la mujer durante la cobertura fotográfica del conflicto.

Los principales ejemplos del protagonismo de Aragón como escenario de las fotografías que contiene esta muestra se encuentran en las tomas realizadas en Albalate de Cinca, Binéfar, el frente de Montearagón, Igriés, Banastás, Lierta o Vicién, o la fotografía documental que retrató a los habitantes de los pueblos colectivizados en el libro ‘Entre los campesinos de Aragón: el comunismo libertario en las comarcas liberadas’, publicado en plena guerra. No obstante, recorrieron otros escenarios, como las ciudades de Barcelona y Valencia.

La muestra se estrenó este verano en la capital española, en la sección oficial de Photoespaña 2022, pero ahora, en Huesca, se duplica el número de fotografías exhibidas y los documentos históricos, puesto que el espacio de la sala permite ampliarla. La Diputación ofrece además un amplio programa didáctico, con visitas guiadas y actividades para familias.

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