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'Buena suerte, Leo Grande': algo más que el desnudo integral de Emma Thompson

La película plantea con ternura pero sin tapujos algunas de las cuestiones que denuncia desde hace años la actriz: las presiones sobre la percepción de su cuerpo de las mujeres maduras o los tabúes sobre su disfrute sexual.

Un fotograma de 'Buena suerte, Leo Grande'.
Un fotograma de 'Buena suerte, Leo Grande'.
H. A.

Lleva años Emma Thompson denunciando las presiones que reciben las mujeres al llegar a la madurez con respecto a su aspecto físco. Armada casi siempre de la poderosa herramienta del humor, la hemos visto señalar una atmósfera social que tan sibilina como eficazmente va acorralando a las mayores hacia las zonas de sombra, avergonzadas de su cuerpo, descartándose como atractivas.

"A las mujeres nos han lavado el cerebro toda nuestra vida para odiar nuestros cuerpos", dijo la actriz en la presentación en Berlín de su última película, 'Buena suerte, Leo Grande (actualmente en cartel), en la que en poco menos de dos horas se abordan esta y otras cuestiones más allá del ámbito femenino, como es el caso de las relaciones sexuales a partir de los 60.

En un formato teatral, Emma Thompson (63) y su coprotagonista, un magnífico y despampanante Daryl McCormack (30), apenas salen de la habitación de un hotel en varias escenas sucesivas que retratan otros tantos encuentros. Ella es una viuda reciente, con dos hijos mayores y una trayectoria vital entregada a su familia y al trabajo. Se siente insatisfecha emocional... y físicamente: nunca ha llegado al orgasmo. Con este objetivo contrata a un prostituto (McCormack) con el que va construyendo una curiosa relación.

Como en la vida, el filme bascula entre la comedia y algún que otro toque dramático. Y vamos conociendo a ambos personajes, que afrontan con cada vez menos tabúes, a la par que muchos miedos y frustraciones comunes en las sociedades occidentales actuales. 

Los protagonistas se van desnudando en todos los sentidos, en un progresivo acercamiento tanto mutuo como hacia ellos mismos. Que, en el caso de Emma Thompson, termina con su personaje desnudo frente a un espejo en una de las escenas que más ha dado que hablar de esta película y que simboliza el propio viaje liberador, no solo del personaje que interpreta, Nancy, sino de la propia actriz: "No puedo estar frente al espejo", confesaba en una rueda de prensa. "Si estoy frente al espejo, me miro y hago algo, me pongo de lado, hago algún movimiento porque no soporto estar simplemente de frente, porque es horrible".

La cascada de comentarios (casi todos laudatorios) a aquella reflexión y este mismo artículo no hacen sino dar la razón a las teorías de Emma Thompson: ver en el cine -un ámbito donde el desnudo, sobre todo femenino, es moneda común- el cuerpo sin ropa de una mujer más allá de los 60 (y de los 50 si no se conserva) sigue siendo noticia por inusual.

Diane Keaton, cercana a la generación de Emma Thompson, es de las pocas que se ha atrevido a filmar escenas de sexo o en ropa interior a edad avanzada, si bien no particularmente explícitas. Recientemente, Kate Winslet fue también noticia por 'atreverse' a mostrarse entradita en carnes, ligera de ropa y sin maquillar en la muy aplaudida serie 'Mare of Easttown'.

Cuerpos de terror

En general, un cuerpo envejecido de mujer en el cine no solo está proscrito sino que, peor aún, de aparecer es... ¡en películas de terror! Ahí están por ejemplo, la escena del cuarto de baño de 'El resplandor' o 'La abuela' de Paco Plaza. Hollywood, además, siempre abonó ese mito de la actriz mayor, retirada, amargada, cuando no medio loca al verse orillada por compañeras más jóvenes. Es el caso de 'Eva al desnundo' o ¡Qué fue de Baby Jane', dos grandes películas, por otro lado.

Para encontrar a actrices pertenecientes a la llamada tercera edad que se han desnudado por exigencias del guion hay que buscar con lupa.

Está Charlotte Rampling a los 62, que lo hizo en 'La lista'. Otras se decidieron frisando la sesentena: Kathy Bate, con 53 en 'A propósito de Schmidt' o Helen Mirren, a los 58, en 'Las chicas del calendario', una película que giraba en torno a la misma idea del desnudo, algo así como un 'Full Monty' femenino.

Que además esas mujeres mayores aparezcan manteniendo relaciones sexuales en escenas de relativo alto voltaje aún es más difícil. Encontramos 'Cloud 9', una peli alemana de 2008. que narra las relaciones adúlteras de una mujer de más de 60 con un amante de 70.

Historias de la atracción entre mujeres mayores con chicos jóvenes, como la que cuenta 'Buena suerte, Leo Grande', hay más. Desde la famosa 'El graduado' a la joya de culto 'Harold y Maude' pasando por las españolas 'En brazos de la mujer madura' o la muy popular 'Amantes'. En muchas de ellas la culpa, el escándalo, si no directamente la tragedia suelen estar presentes. Como si esas relaciones, por algún motivo, hubieran de ser castigadas.

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