NARRATIVA ESPAÑOLA. 'ARTES & LETRAS'

Arturo Muñoz: “Cualquier persona es tan compleja por dentro como tú”

El escritor granadino publica ‘Por un túnel de silencio’, un relato de no ficción sobre el terrorismo de ETA y la represión

Arturo Muñoz, músico y escritor, en su estudio.
Arturo Muñoz, músico y escritor, en su estudio.
Archivo Pepitas/A. Muñoz.

Arturo Muñoz es músico y escritor. Acaba de publicar ‘Por un túnel de silencio’ (Pepitas de Calabaza, 2022), su particular visión del terrorismo de ETA y de la vida política española, tras haber leído mucho y haberse documentado intensamente. Y el viernes 9, a las 19.30, participa en el programa 'Afinidades electivas' del Ministerio de Cultura, que organiza Librería Antígona. 

¿‘Por un túnel de silencio’ (Pepitas de Calabaza, 2022) nace de los terrores de su infancia, la amenaza de ETA a su padre (el escritor Antonio Muñoz Molina), del azar o de la necesidad de contar un pasado confuso?

Todos esos factores fueron necesarios. El azar, desde luego: esa noche en la barra de un bar en la que mi amigo Mario me cuenta que su padre, Paco Trassierra, participó en la detención del histórico etarra Henri Parot. Pero sin el miedo que tuve de niño a que mataran a mi padre es probable que la conversación no me hubiera removido tanto por dentro. Quise adentrarme en la historia de Trassierra, y ahí fue cuando entró en juego la confusión, quizá el mejor combustible para escribir. No entiendes algo y quieres entenderlo. Paco Trassierra había sido guardia civil en Euskadi, pero no en democracia, sino durante los últimos años del franquismo, y había trabajado en los grupos de información del capitán Manuel Hidalgo, a quien los testimonios que encontraba por internet describían como un torturador.

¿Qué le debe a ese encuentro con el hijo de un guardia civil que había conocido la agitación de Euskadi, qué le pareció ver ahí?

Vi un espejismo: quise ver en Paco un héroe. Un héroe como eran héroes para mí las personas a las que ETA asesinaba cuando yo era niño. Los descubrimientos en torno a Hidalgo y sus grupos de información fueron resquebrajando esta idea hasta sustituirla por el espejismo opuesto: Paco y los guardias de su época habían sido villanos, personas corruptas, los brazos de la represión violenta de la dictadura. Pero en realidad no hay héroes ni villanos, o hay pocos. En cada uno de nosotros se mezcla lo bueno y lo malo. No hay que relativizar, pero tampoco es lícito juzgar a la gente a la ligera. Para entender a Paco tenía que dejar de caricaturizarlo. Tenía que escucharlo, intentar ponerme en la piel de un pobre chico de 19 años que en 1971 es destinado a la fuerza a un cuartel en ruinas.

¿Qué sucedió en esa inmersión en aquella época, quería hacer una crónica, quería entender?

Quería poner orden en esa serie de elementos que me fascinaban y me confundían en torno a Paco Trassiera: un hombre simpático, el padre de mi mejor amigo, un trabajador explotado, un guardia civil de Franco, una pieza en el aparato represor de la dictadura, un amante de la cultura vasca. Me pasó lo mismo con otros entrevistados, particularmente con un antiguo sindicalista de Guernica y con un exmilitante de ETA. También los juzgué sin miramientos. Pero luego entiendes que, para escribir, tu juicio sobre los demás es irrelevante, además de aburrido. Es más interesante conocer a las personas, cómo han sido sus vidas, cuáles han sido sus motivaciones, aunque esto pueda causarte incomodidad o no estés de acuerdo con ellas.

Arturo Muñoz ha hecho una gran investigación en torno al terrorismo y la represión.
Arturo Muñoz ha hecho una gran investigación en torno al terrorismo y la represión.
Pepitas / Archivo Arturo Muñoz.

El libro, que alterna la reflexión y el presente con la narración de un pasado convulso, plantea muchas cuestiones: ¿quién puede ejercer la violencia, la mayoría o la minoría? ¿una dictadura justificaría el crimen? ¿Quería abordar esos conflictos, se ha encontrado con algo que justifique la violencia de ETA?

Me he hecho muchas veces estas preguntas. ¿Cómo combates a una dictadura que encarcela y ejecuta a los disidentes? ¿Qué hace un país si le declaran la guerra? ¿Qué haces si alguien te pega un puñetazo? A veces dudo. Me acuerdo de algo que decía el escritor Tim O’Brien en sus memorias sobre Vietnam: “Si al terminar de leer un relato sobre la guerra tienes sentimientos nobles es que te han engañado”. El problema es que la violencia nunca es limpia. La violencia es fea y sucia, produce odio, se descontrola, conduce a la ley del más fuerte. Puedo llegar a comprender la reacción violenta a una agresión, pero nunca la violencia sostenida y deliberada como programa político.

En la evolución del relato también reflexiona sobre la violencia y la represión de la Guardia Civil. ¿Resulta cómodo tratar ese asunto, con tantas víctimas a sus espaldas?

Precisamente porque la mayoría de guardias civiles han sido personas profesionales y pacíficas es preciso contar los casos en que no ha sido así. Ocultar la gravedad de las torturas solo produce dolor a quien las ha sufrido y ensucia el nombre de quienes nunca han participado en ellas, porque alimenta la especulación. A mí me resultó incómodo ahondar en esta parte, porque mi simpatía estaba con Paco y con los guardias que habían sufrido el acoso de ETA. Pero no se puede ignorar la realidad: se torturó y a veces se asesinó con el permiso o la ayuda del Estado y de las fuerzas de seguridad. Esto no es una opinión ni un descubrimiento mío.

¿Qué ha aprendido de este viaje, siguiendo a Paco?

Entre otras cosas, que ninguna persona es simple. Todos somos piadosos con nosotros mismos, percibimos nuestras dudas y los matices de nuestro pensamiento, nos molesta que nos encasillen. Pero luego despreciamos a cualquiera con dos o tres adjetivos distraídos. Cualquier persona es tan compleja por dentro como tú. También he aprendido que es imposible saberlo todo. Y que más vale aceptar tus limitaciones, tu ignorancia, la parte de misterio que siempre queda en la vida, por mucho que intentes comprenderla. Seguiré cayendo en los mismos errores, por supuesto, pero procuraré estar más atento.

Seguro que ha leído muchos libros sobre este asunto. ¿De qué te sientes orgulloso o reconfortado en tu visión?

Me siento orgulloso de no haber dado por buenas las conclusiones apresuradas a las que iba llegando. De no haberme creído tan listo como para cerrar la historia de una forma totalmente coherente e irrebatible, aunque en algún momento estuviera cerca de hacerlo.

¿Podría contestar ahora a por qué se mató tanto en Euskadi?

No. Me sigue sorprendiendo mucho. Está el componente tribal en estos fenómenos: te importa mucho lo que les pasa a los tuyos y nada lo que les pasa a los demás. Pero cómo es posible que durara tanto, que hasta hace unos años se justificaran las prácticas mafiosas de ese grupo de asesinos: el acoso, la extorsión, los tiros en la nuca, las pintadas de burla y odio en las tumbas de los asesinados. Había gente, líderes políticos pero también personas normales, que le quitaban hierro a todo esto. Es escalofriante. Pero si le pasó a tanta gente significa que le puede pasar a cualquiera.

¿Cuáles serían para usted las afinidades con Paco Cerdà?

Leyendo su libro ‘El peón’ encuentro una afinidad evidente. Paco Trassierra es otro de los peones que él retrata, “explotados y luego olvidados”. Hay una semejanza en la atención que prestan nuestros libros a lo pequeño, a lo que sucede en la vida de los individuos más allá de su papel histórico. También una perplejidad ante comportamientos en apariencia inexplicables. ¿Por qué Paco no abandonó Euskadi cuando pudo? ¿Qué esperaban conseguir los maquis que aún quedaban en el monte en el año 63? A mí me gusta, como a él, documentarme a fondo, y luego intentar que lo que escribo sea divertido y se lea con ritmo. Su escritura parece desatada, apasionada, sin trabas, pero supongo que en parte es producto de un trabajo lentísimo que llega a lindar con el aburrimiento. Se lo preguntaré este viernes.

LA FICHA

En la librería Antígona (calle Pedro Cerbuna) comienza la temporada literaria con un encuentro entre los escritores Arturo Muñoz y Paco Cerdà que conversarán sobre sus libros, 'Por un túnel de silencio' y 'El peón', ambos publicados por Pepitas editorial. 

Viernes, 9 de septiembre, a las 19.30.

Esta actividad se enmarca en el programa 'Afinidades Electivas' del Ministerio de Cultura.

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