La frescura de Mula y el poso gozoso de los Café Tacvba en el Vive Latino Zaragoza

El paso de diversos artistas por la zona de ‘backstage’ de HERALDO antes y después de sus conciertos de ayer dejó unas cuantas perlas. Little Jesus, que actuaban en el escenario Vuse a las 18.45, explicaban antes de subir a las tablas que "el verano español y el de Ciudad de México no se parecen mucho, allá llueve toda la estación, pero más allá del tiempo, la verdad es que acá en España nos llueve siempre el cariño. Venir al Vive Latino aquí en Zaragoza es fantástico, ya conocíamos la ciudad y hemos estado varias veces en el festival allá en casa; recomendaremos la visita a Zaragoza cuando regresemos".

El trío Mula lleva un verano de fábula por España con presencia en varios festivales, desde el PHE tinerfeño al Sonorama o la Mar de Músicas en Cartagena, que este año se dedicó por completo a su país, República Dominicana. "Nuestra música -explican Anabel y Cristabel Acevedo- bebe de muchos sitios, desde el dancehall al merengue, y hemos conseguido un sonido que se identifica con nosotras, la electrónica que produce Rachel y nuestro bagaje en la música raíz dominicana que tenemos nosotras como Las Acevedo, el proyecto en el que comenzamos a movernos mi hermana y yo".

En el Vive Latino Zaragoza se han encargado de rescatar las canciones que más difrutan personalmente de su repertorio, sin dejar de lado temas que este año se han convertido en himnos, como ‘

Café Tacvba tuvo como portavoces a Meme del Real y Quique Rangel. Los mexicanos, con más de tres décadas de trayectoria artística, estaban felices de reencontrarse con una ciudad que conocen bien, y compartieron la clave de su larga permanencia en la escena. "Para nosotros -explicaba Meme- es fundamental llevar vidas y proyectos paralelos al grupo, que sean satélites e iluminen el día a día. Otras veces, incluso, el proyecto paralelo se convierte en principal y es el grupo quien se convierte en satélite".

Quique continuaba la argumentación con frases reveladoras. "La clave no es tanto el inconformismo como las ganas de seguir creando, de divertirnos en el escenario. Para nosotros la música es un goce, un juego, y cada vez que vamos a un sitio tenemos la oportunidad de recrear esa emoción, entregándole lo que hacemos a gente que nos conoce desde hace tiempo, y también a quienes no tienen ni idea de lo que hacemos. Brindamos una canción para que quienes vinieron a escucharnos la masajeen a gusto".

Apenas una hora antes de salir al Anfiteatro Ámbar, los mexicanos recordaban haber tocado «allá mismo» en la Expo. "Al final -explica Meme- también hay algo de curiosidad, queremos saber qué Café Tacvba no hemos inventado aún. Cada ciclo creativo nuevo es una búsqueda, sin esa tarea de reinvención no seguiríamos como grupo, o seríamos otro tipo de artistas".