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El Vive Latino por fin arranca en Zaragoza con 22 horas de música y 36 artistas

El festival abre sus puertas este viernes a las 16.00 en el recinto de la Expo con la expectativa de recibir a unas 20.000 personas cada día.

Sidonie, en la prueba de sonido de ayer en el escenario principal.
Sidonie, en la prueba de sonido del jueves en el escenario principal.
Javier Belver

Dos años después de la fecha inicial prevista, con una pandemia de coronavirus por medio y con la cancelación de su principal reclamo –Enrique Bunbury– con solo cuatro meses de antelación, el Vive Latino de Zaragoza por fin será una realidad en la tarde de este viernes, cuando, a partir de las 16.00, se abran las puertas del recinto de la Expo a los entre 18.000 y 20.000 espectadores que se esperan en cada una de las dos jornadas. Por delante, 22 horas de música con 36 artistas que conforman un cartel que aúna a destacados nombres de España y América Latina, con un intenso acento aragonés gracias a la presencia de Amaral, Kase.O, R de Rumba o Sho-Hai.

La concatenación de contratiempos no ha logrado doblegar la obsesión del aragonés Nacho Royo y del mexicano Jordi Puig –los dos ‘padres’ y directores de la cita– de ‘trasplantar’ a Europa el espíritu del Vive Latino original, creado por Puig en México en 1998 y que, 22 ediciones después, sigue siendo un referente en el calendario internacional de festivales. Será la primera vez que recale en el Viejo Continente, siendo la capital aragonesa la ubicación elegida.

Un factor determinante para adoptar la decisión ha sido la disponibilidad de los 80.000 metros cuadrados que ofrece la Expo, "un recinto imbatible", según la organización, por todas las facilidades que sus infraestructuras deparan.

1.200 trabajadores

Desde que el 18 de agosto comenzaron las labores de adecuación, con el vallado del perímetro, un amplio equipo –se calcula que alrededor de unas 1.200 personas están involucradas directa e indirectamente en el evento– ha trabajado a contrarreloj para levantar los tres escenarios –el Nautalia, para 22.000 personas, el Ambar para 9.000 y el Vuse para 5.000– y el resto de instalaciones gastronómicas y lúdicas. Un proceso que se está culminando desde el pasado miércoles con el desembarco de doce tráilers que transportaron todo el aparataje técnico de imagen y sonido.

El festival está estructurado en dos zonas bien definidas. Por un lado, el espacio bajo que parte desde el Acuario Fluvial, que acoge el escenario pequeño y las actividades culturales –como exhibiciones de lucha libre mexicana– y zonas de descanso, de hostelería y "con algunas sorpresas".

Los dos escenarios grandes se alzan en la parte alta, que está equipada con un luminoso pórtico y con puestos de comida rápida. En este capítulo, la oferta será generosa y variada ya que estarán representadas las cocinas japonesa, venezolana, peruana, mexicana, española e italiana.

Como avanzó Nacho Royo, "la intención es que sea un festival amable y cómodo para el visitante, sin colas, con poca distancia entre las diferentes áreas y con espacios para reposar, comer y beber".

Otro de los ingredientes básicos en la personalidad del Vive Latino de Zaragoza es la cercanía entre los artistas y el público, que el vínculo no empiece y termine en el concierto. Este mismo viernes diversas bandas firmarán autógrafos en un puesto junto al escenario principal. Son: Silvana Estrada (17.20), Taburete (18.20), Aterciopelados (18.45), León Benavente (20.00), Love of Lesbian (20.25), Mon Laferte (22.00) y Sho-Hai (22.30).

Con todos estos ingredientes sobre la mesa, solo falta que la realidad comulgue este viernes y este sábado con la teoría y el Vive Latino tenga un feliz nacimiento en Aragón. Hasta las condiciones climatológicas parecen sonreírle y finalmente no habrá lluvia. Los planes de la organización y de las instituciones públicas es que el festival no sea una excepción, sino que arraigue en Zaragoza y se consolide en los próximos años.

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