el patrimonio aragonés emigrado

La ‘Virgen de Tobed’, documento histórico de los Trastámara en Aragón

El Museo del Prado tiene desde 2013 una bella tabla del siglo XIV atribuida a Jaime Serra. Abandonó de forma oscura la localidad zaragozana, cuya iglesia mudéjar fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

La pintura formó parte del retablo de una de las capillas de la iglesia de Tobed. Es obra de Jaime Serra, pintor que hizo otros dos retablos para el templo, y que tampoco se conservan allí.
La pintura formó parte del retablo de una de las capillas de la iglesia de Tobed. Es obra de Jaime Serra, pintor que hizo otros dos retablos para el templo, y que tampoco se conservan allí.
Museo del Prado

Hay un lugar en Belén, cerca de la basílica de la Natividad, que se conoce como Gruta de la Leche porque se cree que allí la Virgen María amamantó a Jesús y, al caer una gota sobre una piedra, esta se volvió blanca. 

El tema de la Virgen lactante es uno de los más populares dentro de la iconografía del arte cristiano. Por pudor, al parecer, se limitó bastante después del Concilio de Trento en el siglo XVI, lo que no impidió que, antes, los más destacados artistas de cada momento incorporaran el tema a su trabajo.

Aragón conserva obras de este tipo, pero quizá la ‘Virgen lactante’ más importante sea la que se encuentra en el Museo del Prado, recibida por donación del coleccionista José Luis Várez Fisa y que procede de la iglesia de Tobed. Quien más ha estudiado la obra es Victoria Trasobares, historiadora del arte, gestora cultural y directora de Territorio Mudéjar.

«Habitualmente se habla de esta tabla y casi siempre se olvida que formaba parte de todo un retablo, que se desmontó ya en el siglo XVI y que tuvo que ser impresionante. De él no tenemos ni descripción ni referencia», asegura Trasobares.

La tabla, en cualquier caso, permaneció en Tobed después de desmontado el retablo, y abandonó la localidad zaragozana, según sus investigaciones, entre 1898 y 1901. Reapareció en 1908, en la ‘Exposición retrospectiva de arte’ que se celebró por la Exposición Hispano-Francesa de Zaragoza, ya entonces como propiedad del coleccionista Román Vicente. Se sabe que en 1962 pertenecía a un barcelonés, Fernando Birk, y que su último propietario fue Várez Fisa, que la donó al Prado en 2013. Pero, a lo largo de 100 años ha podido pasar por más manos y comerciantes, que de momento se desconocen.

En la tabla, María está representada como Virgen de la Humildad, sentada en el suelo y amamantando al Niño, sobre su regazo. Es obra atribuida a Jaime Serra, pintor del siglo XIV de enorme calidad y que, junto a sus hermanos, trabajó en el retablo del monasterio de Sijena o en el del convento del Santo Sepulcro de Zaragoza.

La Virgen de Tobed es un documento histórico por las figuras que aparecen al pie de la imagen.
La Virgen de Tobed es un documento histórico por las figuras que aparecen al pie de la imagen.
Museo del Prado

Lo que convierte la tabla en algo único son las figuras que aparecen al pie de la Virgen: Enrique II de Castilla, la reina Juana y los hijos de ambos, Juan y Leonor, los cuatro coronados. «Son los donantes del retablo pero, sobre todo, son los Reyes de Castilla, Enrique de Trastámara y su mujer –apunta Victoria Trasobares–. Que estén representados en esa pintura y en ningún otro lugar de todo Aragón la convierte en un documento histórico para un momento clave dentro de la historia de las coronas de Castilla y Aragón. Y distingue también a la iglesia de Tobed».

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión