La huella de las ‘golondrinas’ al norte del norte de Zaragoza, en Salvatierra de Esca

La historia de estas mujeres luchadoras ha recibido su homenaje en este hermoso municipio de la Jacetania. Hablando de alturas, allá está el pueblo de Lorbés, situado a la misma latitud de, por ejemplo, Villanúa

Placeta de las Golondrinas Alpargateras, en Salvatierra de Esca.
Placeta de las Golondrinas Alpargateras, en Salvatierra de Esca.
Laura Uranga

La historia empieza a saldar cuentas con ellas; tarde,,pero sin ahorrar entusiasmo. Un siglo (largo) después de que sus viajes a Francia se convirtieran en pulmón de economías familiares, y salida laboral para mujeres con pocas posibilidades de hallar alternativas a lo que las costumbres de la época tenían escrito para ellas en valles navarros y aragoneses, a las jovencísimas ‘golondrinas’ alpargateras que salían en dirección a las fábricas de Mauleón (Francia) –jugándose literalmente la vida en viajes interpirenaicos de otoño, con nieve y todo tipo de zozobras– les apuntan varios focos. El cine y la literatura se han acordado de sus tribulaciones, y desde los pueblos que les vieron nacer y marchar han ido menudeando homenajes o, al menos, reconocimientos afectusosos.

Salvatierra de Esca es uno de ellos: hace un año les dedicó una placeta. También se ha estrena do el documental ‘Ainarak’, hecho en Navarra y que no orilla a las trabajadoras salidas de Salvatierra o los valles de Ansó y Hecho. Se han publicado libros de Federico Hualde, Amaia Oloriz y, en mayo pasado, Elena Moreno, con ‘La frontera lleva su nombre’. El municipio zaragozano está encaramado a l rincón más norteño de la provincia, y junto a sus vecinos zaragozanos de Sigüés, Artieda y Mianos, pertenece a la Jacetania.

El pueblo de Lorbés, que forma parte del territorio municipal de Salvatierra, está 10 kilómetros al este de la cabecera municipal, con una ligera deriva que basta para otorgarle el título de pueblo más al norte de Zaragoza, en una latitud 42° 40’ 34” norte; la de Villanúa, por ejemplo, es 42° 40’ 44” norte, casi igual, y Bielsa le queda por debajo:42° 38’ 1” norte. Ojo.

Libros, cuestas y almenas

Geografía e historia aparte, Salvatierra acumula argumentos para mover un poco la brújula en su dirección natural si se sube desde Zaragoza; un lugar con vidilla a ras de carretera que luego sube y sube por calles estrechas (y una ancha, Basato, digna de una llegada en alto del Tour) para irse abriendo a las sorpresasas; por ejemplo, la biblioteca Olga Lucas, nombrada en honor a la escritora y la traductora que la amadrinó; la pareja de Olga, el escritor José Luis Sampedro, también amó este pueblo, su otro gran refugio zaragozano junto a Alhama de Aragón.

Salvatierra de Esca es desde 2002 conjunto histórico artístico, gracias a su urbanismo medieval de carácter defensivo que aún se nota en el interior de su casco urbano; además, la iglesia tiene una torre almenada y uno de los órganos restaurados más antiguos del Pirineo, datado en 1618. En el entorno, los montes son un imán de atractivo creciente para los aficionados, con paredes fantásticas para la escalada y rutas de lujo para BTT. En cuanto al aliciente pío, la excursión hasta la ermita de la Virgen de la Peña constituye otro gran placer.

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