el patrimonio aragonés emigrado

La biblioteca de Huesca que asombró a España

Vincencio Juan de Lastanosa reunió en su casa a lo largo del siglo XVII un impresionante conjunto de libros que, tras su muerte, se dispersó por el mundo. También salieron de Aragón algunos de sus manuscritos.

Doble página del manuscrito de ‘Familias de Aragón, Cataluña, Navarra. y Castilla’.
Doble página del manuscrito de ‘Familias de Aragón, Cataluña, Navarra y Castilla’.
Biblioteca Nacional de España

Aragón no ha destacado por contar con una gran cantidad de bibliófilos, pero los que lo han sido, en una tradición que se extiende hasta nuestros días, han sobresalido por su excelencia.

Entre las grandes bibliotecas que han asombrado a los eruditos destaca una, la de Vincencio Juan de Lastanosa. Nacido en Huesca en 1607, en el seno de una familia que le procuró una educación esmerada, Lastanosa fue erudito, coleccionista, numismático y mecenas.

Fue regidor del Hospital, lugarteniente del Justicia y tuvo 14 hijos. En su vivienda llegó a acumular tal cantidad de libros, obras de arte (con pinturas de Rubens, Tintoretto, Ribalta, Caravaggio, Ribera o Tiziano), objetos científicos y curiosidades de todo tipo, que se hizo proverbial la frase de «quien no ha visto la casa de Lastanosa, no ha visto cosa».

Todo se diseminó tras su muerte. De la biblioteca se llegaron a hacer en su día inventarios o descripciones que revelan su riqueza. Así, por ejemplo, en ‘Las tres cosas más singulares que tiene la casa de Lastanosa en este año de 1639’ se la describe como un conjunto de cinco estancias con ochenta estantes y un total de 6.698 volúmenes.

 Aunque algunos especialistas, como Manuel-José Pedraza-Gracia, que ha estudiado a fondo el tema, creen que es una descripción idealizada. Más fiabilidad le da a la ‘Descripción’ que hace de ella Juan Francisco Andrés de Uztarroz, que solo alude a una habitación y habla de «muchos tomos pequeños, uniformemente encuadernados en vitelas doradas, de historiadores, filósofos, oradores y poetas»; de libros «que describen lo más célebre y digno de memoria de las repúblicas más insignes del orbe y otros de política»; y de «libros de matemáticas, astrología, cosmografía, del arte de la espada y la química»

Más datos aportan trabajos como el ‘Catálogo de los libros de Vincencio Juan de Lastanosa por orden de alfabeto’, manuscrito que se conserva en la Biblioteca Real de Estocolmo y cuya transcripción se publicó en 1960. Allí ya se mencionan un total de 983 obras, 41 de ellas «manuscritos y otros papeles curiosos». Según Pedraza-Gracia, cabe deducir que la biblioteca de Lastanosa debió ocupar una sala amplia, muy luminosa y ventilada de su palacio del Coso oscense, y constaba de unos 1.200 títulos. «No puede hablarse de una biblioteca cuantitativamente excepcional –señala–, puesto que en la época existen en la península muchas otras con cantidades similares... Esto es, el interés no está en la rareza, aunque posea algunas obras y títulos curiosos, sobre todo entre los manuscritos, sino en el contenido».

Buena parte de esos libros abandonó Aragón y algunos ejemplares se han localizado posteriormente en las cuatro esquinas del mundo: Madrid, Estocolmo, Praga o Londres.

También marcharon de Aragón algunos de sus manuscritos, que seguramente convivieron con los libros de la biblioteca mientras los redactaba su autor. Es el caso de ‘Familias de Aragón, Cataluña, Navarra y Castilla’, un armorial con escudos dibujados que compila lo que se sabía en su época sobre el tema y añade numerosos datos e informaciones inéditos. Una joya bibliográfica que se conserva en la Biblioteca Nacional en Madrid.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión