el patrimonio aragonés emigrado

La moneda única en todo el mundo

De los cien ducados de oro de Juana I y Carlos I de Aragón, un acuñación zaragozana de 1528 realizada en oro puro, solo se conoce un ejemplar y se conserva en la Biblioteca Nacional de Francia.

Anverso y reverso de los cien ducados de oro de Juana I y Carlos I, conservados en París.
Anverso y reverso de los cien ducados de oro de Juana I y Carlos I, conservados en París.
BNF

Una de las facetas del patrimonio histórico más valoradas tanto a nivel científico, por la información que contiene, como a nivel popular, a través del coleccionismo, es la numismática. En Aragón se acuñó muchos siglos atrás y, según los especialistas, la moneda más antigua que se conoce fue acuñada en Segeda, en la Comarca de Calatayud. En época ibérica, y posteriormente, durante la ocupación romana, hubo numerosas acuñaciones, algunas más conocidas que otras.

Para los coleccionistas aragoneses tiene un especial valor el llamado ‘dinero jaqués’ o ‘dinero aragonés’, un tipo de moneda de vellón emitida en el Reino de Aragón desde la segunda mitad del siglo XI hasta 1728. La más antigua se remonta al reinado de Sancho Ramírez (1063-1094) y se acuñó en Jaca.

Algunas de estas monedas, por su rareza, alcanzan altos precios en las subastas especializadas. Pero la que traemos hoy aquí superaría a todas si saliera a la venta porque está acuñada en oro de gran pureza y porque solo se conoce un ejemplar en todo el mundo, que se conserva entre los fondos de la Biblioteca Nacional de Francia: los cien ducados de oro de Juana I y Carlos I. Alguna web se ha atrevido a valorarla y la ha tasado en 900.000 euros.

Se acuñó en oro en la Casa de la Moneda de Aragón, que se hallaba en la capital de Reino, Zaragoza, en 1528. En el anverso están representados Juana I y Carlos I de Aragón, en busto y de perfil, cara a cara y coronados. A su alrededor, en latín, figura la leyenda: «Juana y Carlos, Reyes de los aragoneses, triunfadores y católicos); y, en el reverso, está representado el escudo con el Señal Real de Aragón y la inscripción "Aragonum". En el perímetro, la leyenda dice: «Juana y Carlos, su hijo primogénito, reyes por la gracia de Dios» y aparece el escudo con el Señal Real de Aragón y la inscripción "Aragonum".

¿Por qué solo se conoce un ejemplar? Pues porque se acuñó por un motivo excepcional, según la mayoría de los especialistas, como regalo para conmemorar el juramento de Carlos I (V del Sacro Imperio) como rey de Aragón. En realidad, era más bien una especie de medalla.

Tan limitada tuvo que ser la acuñación, que su existencia pasó inadvertida hasta que se descubrió, ya bien entrado el siglo XVII, en una pintura del holandés Jacques de Ghein II, que al parecer la copió en 1603.

Un regalo para la boda real

Se puede recordar que una reproducción de esta moneda fue el regalo que Aragón entregó a don Felipe y doña Letizia con motivo de su boda el 22 de mayo de 2004. Eso sí, en el canto de la moneda figuraba escrito "Philippus*Aragón*Laetitia*MMIIII". Y, en la placa de plata que la acompañaba, "A Sus Altezas Reales, Don Felipe y Doña Letizia, Príncipes de Gerona. Los aragoneses, con ocasión de sus nupcias, tienen el alto honor de obsequiarles con una réplica de la moneda de cien ducados de oro, portadora de las efigies de sus antepasados, los Reyes Juana I y Carlos I de Aragón, y de su escudo de armas acuñada el año 1528 en la ceca de Zaragoza". La reproducción de la moneda se hizo en la platería de Pedro Faci.

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