el patrimonio aragonés emigrado

Un artesonado que viajó de Tarazona a Monterrey

La techumbre, adquirida por el magnate norteamericano William Randolph Hearst en 1935, ha acabado en una mansión mexicana.

Detalle del artesonado procedente de Tarazona que está en una mansión privada de México
Detalle del artesonado procedente de Tarazona que está en una mansión privada de México
H. A.

William Randolph Hearst. Pocos nombres son tan evocadores, por su apasionante biografía y, también, por influjo de la película ‘Ciudadano Kane’ de Orson Welles. Financiero caprichoso, devorado por la ambición, megalómano de manual, era, además, apasionado coleccionista de arte.

Hearst, ‘The Chief’, el Jefe, atesoró una enorme colección de arte en su mansión californiana de San Simeon.

Pero hubo muchas otras obras que no acabaron en el famoso y un poco kitsch Castillo Hearst. Los especialistas que han podido estudiar su colección dicen que en los inmensos almacenes portuarios propiedad de sus descendientes hay numerosos contenedores cargados de arte, en buena parte procedente de España. Y que muchos de esos contenedores permanecen aún sin abrir desde que cruzaron el Atlántico hace casi un siglo.

En 1935 Hearst pagó 18.724 dólares por algo que llevaba una sucinta etiqueta, ‘Large mozarabe ceiling’, y que no era otra cosa que un artesonado mudéjar que provenía de la ciudad de Tarazona. Acuciado por los problemas económicos, tuvo que venderlo apenas siete años después, perdiendo bastante dinero en la operación, ya que solo recuperó 3.200 dólares.

Durante más de 60 años el artesonado mudéjar ha estado en paradero desconocido, hasta que el historiador turiasonense Javier Bona encontró un hilo del que tirar y que le llevó a Monterrey, la capital del estado mexicano de Nuevo León. Corría el año 2011 y de todo ello se dio cuenta en las páginas de HERALDO. Hasta ese momento se sabía que Hearst había comprado tres artesonados procedentes de Tarazona y que solo había instalado uno de ellos en su mansión. Las pesquisas de Bona le llevaron hasta la vivienda de Márgara Garza, madre de Mauricio Fernández Garza, un empresario mexicano que fue durante unos años alcalde del municipio de San Pedro Garza García.

El Aragón del siglo XV

El empresario había publicado un libro, ‘La Milarca’, en el que contaba el proceso de construcción de su vivienda, también llena de obras de arte, y en un momento de su narración revelaba que en 1975 adquirió dos techumbres que estaban a la venta en Estados Unidos y que habían formado parte de la colección de Hearst. Una de ellas, que provenía de Almagro, Ciudad Real, la instaló en su casa, y la de Tarazona en la de su madre.

Los artesonados viajaron desde Carolina de Norte a Monterrey en 144 enormes cajas de madera. Se restauraron profesionalmente antes de ubicarlos en las viviendas. El de Tarazona, poco conocido pese a que aparece en el reciente documental ‘Los cielos españoles’, de José Manuel Herraiz e Isabel Soria, tiene gran importancia porque incluye escenas pintadas que retratan la vida cotidiana del Aragón del siglo XV.

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