leyendas y personajes

Amparo Poch Gascón: siempre en vanguardia

Esta zaragozana fue una escritora y médica activista antifascista y libertaria, cofundadora en 1936 de la revista 'Mujeres Libres'.​

Amparo Poch.
Amparo Poch.
Heraldo.es

Amparo Poch Gascón (Zaragoza, 1902-Toulouse, 1968) ya no es una desconocida: ahora se recuerda por doquier y no solo en Zaragoza y Aragón, sino incluso unos premios gallegos de salud llevan su nombre. Fue médica (también estudió Magisterio, por exigencias de su padre), anarquista, escritora, y fue, ante todo, una adelantada a su tiempo en la defensa de la higiene, la sexualidad y la libertad amorosa. Existían estudios sobre ella y aproximaciones biográficas como las de Antonina Rodrigo, pero ahora, en un libro trabajado en todos sus detalles, la enfermera turolense Concepción Gómez Cadenas publica ‘Amparo Poch. Ética, anarquismo y sexualidad’ (PUZ, 2022), y ofrece numerosos materiales que abundan en tres puntos de vista: su vida y su obra, los valores y los deberes, centrados estos dos últimos en su sentido ético. La autora aborda a modo de contexto dos asuntos capitales: las mujeres y la medicina. "Amparo Poch fue una de las primeras mujeres que estudió y ejerció como médica en las primeras décadas del siglo XX" y "fue la segunda mujer en licenciarse en Zaragoza".

Fue la mayor de cinco hermanos. Con su padre, militar de carrera él, tuvo algunas diferencias. Ingresó en la Universidad, y "era la única mujer en su clase, con 435 hombres matriculados". Contó con grandes profesores como Ricardo Royo Villanova, Ricardo Lozano Monzón y Pedro Ramón y Cajal, y adquirió una doble formación, científica e intelectual, e incluso en aquel contexto de desigualdad y menosprecio aceptó el desafío y se reveló como una "mujer sabia", término despectivo que se acuñaba a quienes querían hacer una carrera, que aceptó el desafío de escribir literatura, de colaborar en la prensa local y también en las revistas universitarias. Amparo destacaba porque "tenía mucha facilidad de palabra y, cuando hablaba, daba gusto oírla".

Amparo Poch, incomprendida por muchos de sus compañeros, se colegió en octubre de 1929. Y ahí iniciaría su gran tarea médica como ginecóloga: se preocupaba por la higiene, la maternidad, la educación sexual (recomendaba serenidad y relaciones más bien tardías, pero defendió el derecho al placer), la prostitución, la convivencia conyugal y las doctrinas anarquistas. En 1932 se casó con el poeta y crítico Gil Comín Gargallo (le prologó su única novela), pero no tardarían en separarse. En 1934 se trasladaría a Madrid, cofundaría revistas como ‘Mujeres Libres’ y sería consejera de Asistencia Social en el Ministerio de Sanidad con Federica Montseny, con quien promovió hogares infantiles. Su compromiso con los obreros fue único. Tras el exilio, se instaló en Toulouse y sobrevivió cómo pudo. Murió en 1968.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión