LITERATURA. OCIO Y CULTURA

Sergio Ramírez: "No lograrán hacerme sentir extraño en Nicaragua"

El escritor, Premio Cervantes de 2019, realizó una intensa visita a Zaragoza y presentó su novela ‘Tongolele no sabía bailar’, que censuró Ortega.

Sergio Ramírez abordó los conflictos que tiene el poder nicaragüense con él.
Sergio Ramírez abordó los conflictos que tiene el poder nicaragüense con él.
Guillermo Mestre.

El escritor nicaragüense, Premio Cervantes de 2017, ha realizado una visita agitada a Zaragoza: ha participado en varios actos y ha presentado su novela, ‘Tongolele no sabía bailar’, que censuró el presidente Daniel Ortega.

«No se puede responder el odio con el odio. Hay que responder con propuestas concretas para enderezar el país, para buscar una alternativa democrática en Nicaragua. Lo que está pasando no se resuelve con el odio, y yo, además, no soy así. No me siento mal querido en Nicaragua. No por la gente. Leyeron mi novela, ‘Tongolele no sabía bailar’, que ha publicado en España Alfaguara, miles de personas a través de las redes sociales en un pdf clandestino. Me siento muy querido, las muestras de cariño son muchas. Me llena de satisfacción que estando lejos siga siendo parte del paisaje humano de Nicaragua», dice Sergio Ramírez, que cumplirá 80 años el 5 de agosto y participó ayer en una intensa gira organizada por las Cortes de Aragón, Cálamo, la Fundación Caja Rural de Aragón y la Asociación Aragonesa de Escritores.

Le prohíben su novela, lo persiguen y se le insulta. ¿Qué siente alguien como usted que tanto se ha jugado por la libertad de su país y de Latinoamérica?

Uno de los sinónimos más eficaces de exilio es extrañamiento. Y me sucede: te quieren volver extraño a tu país, quieren forzarte a ser un extraño, y yo me resisto a eso, y creo que la gente se resiste. Uno nunca se siente extrañado de su país por mucho que esté exiliado.

Dentro de eso, ¿cómo ha visto que la Academia de Nicaragua abandone la Real Academia Española de la Lengua?

Esa es una prohibición arbitraria y es el ejemplo de que en la Academia nicaragüense la lengua ha sido ilegalizada. Y ha sido suprimida la personalidad jurídica, por lo tanto no puede funcionar como una entidad legal, pero nosotros somos miembros de número de la RAE y esa condición de miembros es inextinguible, y eso no lo deciden ni Daniel Ortega ni su mujer Rosario Murillo. Son decisiones que no se entienden.

Cuando ve un comportamiento de alguien como Ortega, que ha estado en su bando, que ha sido su amigo, y ahora es su enemigo, su perseguidor y quiere mandarlo a la cárcel… ¿Cómo analiza esa transformación?

Tengo que verlo como novelista. Yo creo que una de las grandes pasiones del novelista es observar las transformaciones del ser humano. Stendhal decía, cuando le preguntaban por su profesión, que él analizaba el valor de las almas humanas. Y observar las almas humanas es ver su transformación porque es muy fácil decir que los malvados son malvados desde que nacen y hasta que mueren, entonces no habría novelistas. La novela se construye desde la transformación de los seres humanos. El heroísmo se va convirtiendo en vicio, en maldad, como la transparencia se convierte en corrupción, como los ideales se convierten en ambición… Todo ello va cambiando sus categorías éticas.

Esta novela, ‘Tongolele no sabía bailar’, que tanto incomodaba al poder de su país, ¿qué quiere ser: crónica, friso, documento, llamada de atención, denuncia?

La pretensión normal de una novela es ser muchas cosas a la vez. Es una novela que trata, fundamentalmente en términos imaginativos, una historia presente, es una crónica periodística, es un drama, es un relato de costumbres, es una novela policíaca...

... algo que ya había ensayado usted antes.

Sí, sí, porque lo que se cuenta está visto a lo largo del procedimiento de una novela negra para enfocar la realidad, es el retrato de un país convulso a través de personajes novelescos.

"La pretensión normal de una novela es ser muchas cosas a la vez. Es una novela que trata, fundamentalmente en términos imaginativos, una historia presente, es una crónica periodística, es un drama, es un relato de costumbres, es una novela policíaca..."

¿De quién se siente afín? a veces parece próximo a Carpentier.

Me fascina su obra, especialmente ‘El reino de este mundo’. Me parece que entre el realismo mágico de García Márquez y lo real maravilloso de Carpentier hay un arco en el que se reconoce la novela latinoamericana. Quizá yo soy menos mágico, prefiero enfocar la realidad desde su aspecto más pedestre. Entiendo que la realidad en América Latina es eso: lo desacostumbrado, lo extraordinario. Me gusta más acercarme a lo que Valle-Inclán llamaba los esperpentos.

¿Ha sido muy lector de ‘Tirano Banderas’ entonces?

Esa es la novela fundadora de la novela de los tiranos en América Latina. Yo creo que el gran inventor de la novela negra es Goya. Le debo mucho y no pierdo ocasión de recordarlo. En Madrid acudo mucho al Museo del Prado o a la Real Academia de San Fernando.

¿De veras lo dice?

Sí, sí. Fue en muchos sentidos un hombre que se adelantó a su tiempo y que retrató como nadie una España fúnebre, irónica, grotesca. Sus relatos pictóricos son eso: personajes que a mí me gusta penetrar en la novela, esa Nicaragua negra que es como la España negra de Goya y que es la que repite después Luis Buñuel.

El humor impregna su obra.

Soy un escritor realista, los elementos mágicos me los da la realidad. Me gusta mucho matizar la realidad con el humor negro. Sin el humor la realidad sería insoportable, oscura e inmanejable. El humor me sirve para matizar la realidad y tomar distancia. Y verla con otra lente. Me da cierta neutralidad ante la realidad.

"Sin el humor la realidad sería insoportable, oscura e inmanejable. El humor me sirve para matizar la realidad y tomar distancia. Y verla con otra lente. Me da cierta neutralidad ante la realidad"
Sergio Ramírez publicará un libro de cuentos en diciembre.
Sergio Ramírez publicará un libro de cuentos en diciembre.
Guillermo Mestre.

EL ANECDOTARIO

Memoria de Rubén Darío. «Lo he ido leyendo por etapas. Lo leí de niño, sus cuentos en verso, contaba cuentos en versos: fue un gran contador de cuentos en verso. Luego me interesa el existencialista, el del dolor y la incertidumbre de la vida, el autor de ‘Lo fatal’, con el que me identifico».

La huella de Somoza. «Estamos peor que con él y ya es decir. Parece que lo que impera es el sentimiento de venganza, de dureza, los presos políticos no pueden ver la luz del sol, no les permiten entrar ni un solo libro, ni ‘La Biblia’».

Ecos de Luis Buñuel. «Me encantan películas como ‘El Bruto’. Fue demoledor con la burguesía, como nadie».

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión