ARTE. ocio y cultura

La generosidad de Pierrette Gargallo sigue enriqueciendo Zaragoza tras su muerte

El museo de su padre, Pablo Gargallo (1881-1934) recibe 1.800 documentos más de su legado y le rinde homenaje en su centenario con una muestra

Rubén Castells, Jean Anguera, Sara Fernández y Camille Anguera, ante parte de la documentación de Pierrette Gargallo.
Rubén Castells, Jean Anguera, Sara Fernández y Camille Anguera, ante parte de la documentación de Pierrette Gargallo.
Guillermo Mestre.

ZARAGOZA. Ayer exactamente Pierrette Gargallo, hija del escultor Pablo Gargallo y de su esposa Magali Tartansson, habría cumplido cien años. Murió en 2019 a los 96 años y a ella le debe Zaragoza que disponga, en el palacio de los Condes de Argillo, de un excepcional museo dedicado al escultor de Maella, nacido en 1881 y fallecido en 1934. Cuando murió su padre, Pierrette tenía doce años y un montón de recuerdos indelebles: solía llamarlo «mon Papoum» y él a ella Piote, se hicieron fotos juntos, vivieron una complicidad especial y la niña siempre acudía a las reuniones de «los amigos de papá».

A Pierrette y a su madre Magali la vida no les fue nada fácil: tras la pérdida de Pablo, que había sido amigo de todos (Picasso, Pierre Reverdy, Marc Chagall, Miró, José Soler Casabón, el músico de Mequinenza, etc.), llegó la Guerra Civil española, y luego la II Guerra Mundial, y aquellas dos mujeres serían confinadas en un campo de internamiento en Céret. Más tarde, liberadas y vencidos los nazis, se trasladarían a Barcelona. Allí Pierrette se integraría en el arte de posguerra: expuso sus esculturas, hizo grabados, ilustró con obra gráfica ‘Faules’ de Ferran Soldevila, fue retratada magistralmente por Francisco Domingo, al óleo, y por Otto Lloyd, en fotografía.

La promotora de su padre

En 1947, el gobierno de Francia les devolvió la obra de Pablo Gargallo. Y de golpe, Pierrette decidió dar un giro a su existencia: se casó, tuvo tres hijos y se centró en la recuperación, catalogación y divulgación de la obra de su padre, que cristalizó en 1985 en el museo, gracias a las gestiones del abogado Juan Antonio Cremades, el apoyo de Ramón Sainz de Varanda y los trabajos sin descanso de Rafael Ordóñez. Y gracias a la generosidad de Pierrette Gargallo, que cedió –en varias entregas– los formidables fondos que posee el centro: esculturas, cartones, dibujos y documentación.

Ayer, con la presencia de Jean Anguera, hijo de Pierrette, y de Camille, su nieta, Pierrette tuvo un protagonismo especial y otro gesto, póstumo, de amor a Zaragoza: Anguera y la vicealcaldesa Sara Fernández firmaron la donación de 1.800 documentos más a la ciudad. Rubén Castells, jefe de sección museos del Ayuntamiento de Zaragoza, y su equipo especifican así los contenidos, centrados siempre en el artista: 650 cartas y escritos de Gargallo; 9 tesis doctorales; 189 revistas de arte; 81 dossieres de exposiciones individuales y colectivas; 5 carpetas con recortes de prensa; 90 libros de la biblioteca personal de Gargallo; 262 fotos, 22 cajas con negativos y 8 cajas con placas; 469 catálogos y publicaciones, y 130 invitaciones o folletos. Se han catalogado 749 exposiciones en todo el mundo: París, Nueva York, Madrid, Barcelona, Zaragoza…

A su vez, el salón de actos pasará a llevar su nombre, ‘Pierrette’ (se descubrió una placa), y se inauguró una exposición con los fondos y otros materiales.

La muestra ‘Pierrette Gargallo, 1922-2019’ recorre la biografía y la obra de la escultora. En la primera planta se propone un viaje iconográfico por la vida de Pierrette con su padre y sus amigos, en su propia casa, que era un poco «la casa llena». En la segunda, se hace un recorrido por su producción: sus inicios, sus esculturas, sus dibujos y la obra gráfica, y su plena incorporación a las artes plásticas en Cataluña. Josep Llorens Artigas, al que llamaba Pepito de niña, fue algo así como un valedor y un mecenas.

En la segunda planta, se hace un recorrido por su producción: sus inicios, sus esculturas, sus dibujos y la obra gráfica, y su plena incorporación a las artes plásticas en Cataluña

El viernes 24, mesa redonda en recuerdo a Pierrette

La última sala, la de la planta calle, se centra en todo lo concerniente a la fundación del Museo Pablo Gargallo, y entre otras cosas, y hay mucho que ver y recordar –una charla con Labordeta, la presencia de los Reyes– destacan los dibujos de los niños y unas fotos que el finado Carlos Moncín, jefe de fotografía de HERALDO, tomó a Pierrette Gargallo.

La muestra tendrá distintas actividades: hoy mismo, a las 18.00, habrá una mesa redonda con Jean y Camille Anguera, el abogado Juan Antonio Cremades, el historiador del arte Juan Manuel Bonet y el poeta e historiador Rafael Ordóñez, máximo experto del escultor de Maella. 

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión