El Parque Grande se confirma como el lugar idóneo para la Feria del Libro de Zaragoza

Autores, editores y libreros cerraron ayer esta cita con satisfacción y piden a los organizadores que se celebre siempre allí. 

El calor no ahuyentó este domingo a los cientos de visitantes que recorrieron las casetas de la feria.
El calor no ahuyentó este domingo a los cientos de visitantes que recorrieron las casetas de la feria.
José Miguel Marco

El Parque Grande es el escenario ideal para la Feria del Libro de Zaragoza. Por primera vez en muchos años, en los que el espacio ha sido el sempiterno caballo de batalla de los participantes, parece que existe consenso entre autores, libreros y editores.

Ni paseo de la Independencia ni plaza del Pilar: Parque Grande José Antonio Labordeta. Así lo defendían ayer los que siempre han apostado por llevar la feria allí, como Julia Millán, de la librería Antígona: "El Parque Grande es nuestro Retiro, y no hay sitio mejor –aseguraba horas antes de la clausura–. Hemos defendido este espacio desde hace 20 años y finalmente, gracias a Zaragoza Florece y al deseo del Ayuntamiento de darle más vida al parque, se ha conseguido. El balance que hacemos de estos días es muy positivo. Ha venido mucha gente a mirar y a comprar, especialmente los fines de semana pero también a diario. La verdad es que estamos muy contentos".

Pero el parque es ya el escenario ideal de la feria incluso para los que hasta ahora preferían el paseo. Es el caso del editor Fernando Jiménez Ocaña, de Onagro Ediciones. "Es el mejor sitio, sin duda. La plaza del Pilar no era tan buena como suponíamos. Ha venido mucha gente y ha habido muchas actividades paralelas. Debería celebrarse aquí siempre, y lo digo yo, que, lo confieso, era bastante reacio a que viniéramos aquí. Pero hay que reconocer la realidad: esto es un éxito".

Curiosamente, la Feria del Libro no estaba inicialmente prevista ni en las fechas ni en el escenario en el que se ha celebrado. Pero la coincidencia con las Fiestas Goyescas, que en principio iban a tener mercado medieval en la plaza del Pilar (aunque finalmente no lo hubo) y el tiempo necesario para desmontarlo y montar las casetas hizo que se reajustara todo. Al final, la trigésimo séptima edición ha convocado a 48 expositores en el paseo de San Sebastián del Parque Grande del 4 al 12 de junio, sin restricciones de aforo ni de ningún otro tipo. Antonio Altarriba, premio Nacional de Cómic en 2010, pronunció el pregón, y a partir de ese momento y durante nueve días, más de 300 autores firmaron ejemplares de sus obras en las casetas de las 13 librerías, 30 editoriales y cinco instituciones y asociaciones. El grueso de las actividades, eso sí, se ha concentrado en los fines de semana. El horario en los días laborables ha sido de 18.00 a 21.30 y, sábados y domingos, de 11.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.30.

El autor aragonés ha sido la gran estrella de una feria en la que, quizá, ha habido más venta de ensayo que otros años. Pero la narrativa sigue triunfando. Escritores como Michel Suñén han firmado (y vendido) más de 300 ejemplares de sus obras. Para autores como Sergio del Molino (publica novela en octubre) y Luis Zueco (lo hará en marzo), que firmaban ayer en la misma caseta, el parque es también el lugar idóneo para esta cita literaria.

Como viene siendo tradicional el día de la clausura, los participantes rellenaron un impreso, que entregaron a la organización, en el que hicieron constar qué aspectos se pueden mejorar en futuras ediciones. Y, pese a la satisfacción general, cada uno planteó en él sus reivindicaciones. Para Trinidad Ruiz Marcellán, editora de Olifante, "la feria ha sido estupenda. Estoy muy contenta –aseguraba–. Hemos tenido muchísima comunicación con los lectores y hemos reunido a 40 poetas para rendir homenaje a Ángel Guinda". ¿Qué le ha solicitado a Copeli, la Comisión Permanente del Libro de Zaragoza, que organiza la feria?

"He pedido tres cosas. En estas fechas ya hace calor, y se ha echado en falta una carpa en la que organizar actos culturales sin estar expuestos a las altas temperaturas que hemos sufrido. También hubiera sido bueno algo más de publicidad, en carteles y en medios de comunicación, porque ha pasado mucha gente que nos comentaba que no sabía que este año la feria se hacía aquí. Y, por último, hemos lamentado la ausencia de algún quiosco o chiringuito donde el visitante pudiera tomar algo para refrescarse».

César Muñío, presidente de Copeli, tomará nota de las peticiones de los participantes, pero ayer no eludía hacer un primer balance de esta edición. "Junio es un mes en el que te puedes enfrentar a una ola de calor o a varias tormentas. Pero la verdad es que el sentir general de todo el mundo es de satisfacción. Lo es entre los que hemos estado en las casetas, pero también, y sobre todo, entre el público, al que le ha gustado mucho el cambio. Y eso es lo verdaderamente importante. Creo que ha quedado muy claro que el Parque Grande es el sitio adecuado para la Feria del Libro. Ahora, lo que tenemos que hacer es mejorar al año que viene lo que hemos hecho en esta edición". 

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