Un catálogo urgente para intentar salvar la arquitectura contemporánea zaragozana

José Laborda, director de la Cátedra Ricardo Magdalena de la Institución Fernando el Católico, propone un listado de obras que merecen ser protegidas.

La demolición del convento de las dominicas de Santa Inés está a punto de concluir a pesar de las iniciativas para salvar este monasterio.
La demolición del convento de las dominicas de Santa Inés está a punto de concluir a pesar de las iniciativas para salvar este monasterio.
Oliver Duch

La demolición del convento de las Dominicas de Santa Inés, imparable tras el visto bueno del Gobierno aragonés, ha removido algo las conciencias sobre la vulnerabilidad de la arquitectura contemporánea en Zaragoza. Las peticiones para su conservación de Apudepa, desde la Universidad, de la Fundación Docomomo Ibérico o de la Cátedra Ricardo Magdalena de la Institución Fernando el Católico han caído en saco roto y el director de esta última, José Laborda, acaba de lanzar una iniciativa para dificultar que algo así vuelva a ocurrir: la elaboración urgente de un catálogo de obras de la segunda mitad del siglo XX que merezcan protección.

Laborda lo hace en un artículo publicado en el último número de ‘Aragón turístico y monumental’, la revista del SIPA, donde razona por qué determinadas construcciones deben ser consideradas patrimonio cultural: fundamentalmente por ser testimonio único de una época y unas formas de hacer que ya son historia, además de por el talento demostrado en ellas por sus creadores.

El convento de las dominicas de Santa Inés, casi totalmente demolido: la DGA llegó a paralizar la destrucción del monasterio junto al Canal Imperial, pero luego volvió a autorizarla. Era una obra emblemática de Coello de Portugal, premiada y reconocida aquí y fuera.
El convento de las dominicas de Santa Inés, ya casi totalmente demolido. La DGA llegó a paralizar la destrucción del monasterio junto al Canal Imperial, pero luego volvió a autorizarla. Era una obra emblemática de Coello de Portugal, premiada y reconocida aquí y fuera.
Oliver Duch

Propone su propio listado, en el que caben desde el edificio de la Equitativa o el hoy  ruinoso Teatro Fleta hasta el Auditorio y la remodelación de la plaza de la Seo, pasando por la Fábrica Diestre, que fue la primera construcción del más internacional de los arquitectos españoles, Rafael Moneo, por la estación de servicio Los Enlaces, por el ahora centro de especialidades Ramón y Cajal, la vecina iglesia del Carmen, otros templos, bastantes bloques de viviendas, algunos colegios… O la Universidad Laboral, en Malpica, que pronto va a correr la misma (mala) suerte que el convento de las Dominicas.

Aquel gran complejo en el que llegaron a estudiar simultáneamente 3.500 personas quedará reducido a escombros para dejar sitio a varias naves industriales. No es público todavía el destino del solar que ocupaba el convento situado junto al Canal Imperial, cuyo derribo está a punto de terminar. Es otra de las entradas de la propuesta de catálogo de José Laborda, donde aparece como «en curso de demolición». Obra de principios de los años 60 de Francisco Coello de Portugal y Acuña, fue importante en la carrera de este arquitecto y fraile dominico, del que se conservan trabajos en los cinco continentes (por ser el primero de los monasterios que diseñó), y era importante para Zaragoza por haberse introducido con él nuevos lenguajes arquitectónicos en la ciudad. Recibió el Trofeo Ricardo Magdalena en 1965.

La Universidad laboral, sentenciada. El Gobierno central y el aragonés acaban de anunciar que este conjunto arquitectónico (de Manuel Ambrós Escanellas) será demolida. Adiós a un complejo con aulas, residencias, talleres, zonas de ocio y deportivas...
La Universidad laboral, sentenciada. El Gobierno central y el aragonés acaban de anunciar que este conjunto arquitectónico (de Manuel Ambrós Escanellas) será demolido. Adiós a un complejo con aulas, residencias, talleres, zonas de ocio y deportivas...
Guillermo Mestre

«La variabilidad de las normas va a permitir que piezas valiosas sin catalogar puedan ser demolidas cuando la edificabilidad de su emplazamiento pueda ser recalificada al alza o cuando un nuevo trazado vial permita una expropiación», se lamenta Laborda sobre la situación actual, y recuerda que, legalmente, «ni siquiera es posible calificar esos actos como especulación». «De ahí –escribe– la urgencia de un catálogo razonado de cuantas piezas puedan ser protegidas como patrimonio arquitectónico contemporáneo».

Habla también de cómo, igualmente dentro de la ley, pueden ser alteradas en su esencia piezas valiosas, hasta desnaturalizarlas. Cita el caso más sangrante, el del Fleta, abandonado, deteriorándose lo que queda de él tras una reforma paralizada, pero también menciona la pérdida de valor arquitectónico por diversas intervenciones en los cines Palafox, Coliseo y Dorado, la cafetería Las Vegas, o el convento de las Misioneras Carmelitas Teresianas.

El Teatro Fleta, abandonado. Fleta exhibe impúdicamente sus ruinas en pleno centro. Fue una obra fundamental del Movimiento Moderno en Aragón, de José Yarza. La DGA lo vació para convertirlo en coliseo operístico.
El Teatro Fleta, abandonado. Exhibe impúdicamente sus ruinas en pleno centro. Fue una obra fundamental del Movimiento Moderno en Aragón, de José Yarza. La DGA lo vació para convertirlo en coliseo operístico y paralizó las obras.
Guillermo Mestre

Pide elaborar el catálogo cuanto antes, puesto que «cualquier demora puede literalmente arruinar una u otra muestra valiosa de la arquitectura contemporánea con el amparo de las leyes», y sugiere que se cree una comisión de expertos al respecto.

Su propuesta alcanza hasta 1999, para que el paso del tiempo permita valorar que lo catalogado haya envejecido con dignidad tanto conceptualmente como materialmente. Cree que se deben aplicar este y otros filtros hasta quedarse con unas «piezas-tipo», aquellas con las cualidades que distinguen una arquitectura meritoria de otras convencionales: «El sitio, el proyecto, la composición, el proceso intelectual de su invención, el sistema constructivo, la coherencia de los recursos utilizados y el resultado conjunto». Obras únicas, en definitiva, «modelo de un tiempo y una actitud cultural sin igual en la arquitectura de la ciudad».

José Laborda añade que no se trata de que tengan «relieve universal, ni siquiera nacional». «Es el esmero de la ciudad lo que nos interesa, nuestra ciudad. Se trata de preservar las piezas características de un tiempo y unas circunstancias que ya no volverán a repetirse, piezas intactas o no sustancialmente alteradas por reformas posteriores. Es indispensable que Zaragoza afronte con decisión una revisión del mérito de su arquitectura de la segunda mitad del siglo XX», concluye.

Propuesta de catálogo de arquitecturas recientes de Zaragoza 

  • Edificio de la Equitativa, 1950.
  • Vestíbulo del cine Palafox, 1950.
  • Teatro Fleta, 1953.
  • Colegio de Sordomudos, 1956.
  • Guardería infantil San José, 1956
  • Grupo residencial Salduba, 1958.
  • Colegio El Carmelo, 1960.
  • Manzana de viviendas en Gran Vía 38, 1960.
  • Umbráculo los Enlaces, 1960.
  • Casa de ejercicios Quinta Julieta, 1961.
  • Caja de Ahorros de la Inmaculada, 1961.
  • Palacio de la Luz, 1961.
  • Edificio de Bazar X, 1962.
  • Ambulatorio Ramón y Cajal, 1962.
  • Delegación del Ministerio de Trabajo, 1962.
  • Edificio de viviendas, Corona de Aragón 43-47, 1962.
  • Iglesia del Carmen, 1963.
  • Capilla de Jesús Reparador, 1964.
  • Convento de las Dominicas de Santa Inés, 1964.
  • Convento de las Concepcionistas de Altabás, 1966.
  • Fábrica Diestre, 1966.
  • Edificio Ruiseñores, 1967.
  • Edificio paseo de las Damas, 5, 1967.
  • Universidad Laboral, 1967.
  • Colegio de los Marianistas, 1967.
  • Galerías Preciados, 1969.
  • Edificio Ebrosa, 1969.
  • Clínica Montpellier, 1970.
  • Estación del Portillo, 1971.
  • Mutua de Accidentes de Zaragoza, 1971.
  • Iglesia del Centro Pignatelli, 1978.
  • Colegio Oficial de Médicos, 1980.
  • Edificio plaza de Aragón 5, 1983.
  • Sede de las Cortes de Aragón, 1987.
  • Reforma del Teatro Principal, 1988.
  • Biblioteca de Aragón, 1991.
  • Pabellón de Aragón en la Expo de Sevilla, 1992-1998.
  • Pabellón Polideportivo Universitario, 1992.
  • Remodelación de la plaza de la Seo, 1992.
  • Ampliación Juzgados, 1993.
  • Sala Multiusos, 1993.
  • Tesorería General de la Seguridad Social, 1993.
  • Auditorio Municipal, 1994.
  • Espacio interior de la Biblioteca Jordán de Asso, 1997.
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