Val Kilmer, el actor maldito que lo perdió todo

Tiene 62 años y apenas puede hablar tras un cáncer de garganta. Un documental que se estrena este viernes repasa su auge y caída.

Val Kilmer
Val Kilmer

Al día siguiente de acabar 'Batman Forever', Val Kilmer empezó a rodar 'Heat' con Michael Mann, Robert de Niro y Al Pacino. El dato lo proporciona el actor en 'Val', documental que este viernes se estrena simultáneamente en cines y en Filmin. Demuestra que, a mediados de los 90, Kilmer era dios. Ahí es nada enlazar 'The Doors' con 'Amor a quemarropa', 'Tombstone', 'Batman Forever' y 'Heat'. Era la época en que se le conocía como 'Psycho Kilmer', un juego de palabras con 'psychokiller', asesino psicópata en inglés.

Las cosas se empezaron a torcer en 1996 con 'La isla del doctor Moreau', un proyecto que el actor aceptó para trabajar con su ídolo de siempre, Marlon Brando. El demencial rodaje estuvo a la altura del desastre de taquilla. En 2015, un cáncer de garganta hundió en el infierno a una estrella con fama de problemática. Kilmer se recuperó de la enfermedad, pero la radioterapia y la quimioterapia acabaron con su voz. Ahora solo puede hablar apretando un botón en el agujero que dejó la traqueotomía en su garganta, lo que no le ha impedido seguir apareciendo en películas y series.

'Val' repasa su vida y su carrera partiendo de las imágenes que el propio actor, de 62 años, ha grabado desde que era niño. Cientos de horas que han ordenado los directores Ting Poo y Leo Scott. Esos momentos de intimidad que desvela el documental resultan impagables. "A mí me han echado de casi todas mis películas, siempre acaban buscando a otra persona", confiesa en una juerga de juventud, en la que acaba gritando beodo "¡más vino, más sexo, más drogas y menos Tom Cruise!". Acto seguido, aclara desde el presente que Cruise siempre ha sido un buen amigo, por algo Kilmer aparece en 'Top Gun Maverick', la secuela que llega a los cines el próximo jueves. En otra grabación de 1983, unos jovencísimos Kevin Bacon y Sean Penn acaban enseñando el culo a la cámara en los camerinos de Broadway.

Jack Kilmer, hijo del actor, pone la voz en 'Val' mientras su padre, cubierto de abalorios y con camisas pintarrajeadas, se dedica a elaborar collages con recortes de revistas en el caos de su casa, ecos de un pasado en el que fue una estrella de Hollywood. El protagonista de 'El Santo' creció muy cerquita de la Meca del Cine, en el californiano Valle de San Fernando. Su padre era un empresario que hizo dinero antes de quebrar y la familia de fe cristiana vivió en el rancho de Roy Rogers. Aquel crío rubio y guapo siempre quiso ser actor. Los tres hermanos rodaban 'remakes' caseros de películas célebres.

El primer niño aceptado en la escuela Juilliard vivió nada más empezar su formación el primer mazazo de su vida: la muerte de su talentoso hermano Wesley a los 15 años, ahogado en el jacuzzi tras sufrir una crisis epiléptica. Kilmer se revela un tipo intenso, espiritual y ambicioso, que soñaba con interpretar 'Hamlet' antes de los 27 años. Quería triunfar en Broadway, pero Hollywood le reclamó antes y en 1984 se convirtió en una estrella gracias a 'Top secret!', una divertida parodia de espías que el actor califica de "basura". Se pasó cuatro meses aprendiendo a tocar la guitarra para el papel, pero los directores le pidieron que fingiera tocarla, como Elvis Presley.

Kilmer estaba tan insatisfecho con su carrera que llegaba al extremo de grabarse vídeos a la manera de falsas audiciones para trabajar con sus directores favoritos. Recorrió 10.000 kilómetros para darle una cinta en mano a Stanley Kubrick y demostrar que era el mejor actor posible para 'La chaqueta metálica'. La jugada le salió bien con 'The Doors' y convenció a Oliver Stone de que era la reencarnación de Jim Morrison. Se obsesionó tanto que pasó un año con los mismos pantalones de cuero.

Su matrimonio con la actriz británica Joanne Whalley, madre de sus dos hijos, se fue resintiendo. La estrella de 'Willow' vivía en Nuevo México y nada le llenaba. El traje de Batman le impedía actuar, Marlon Brando pasaba de todo en 'La isla del doctor Moreau' y solo papeles como el Doc Holliday de 'Tombstone' colmaban sus ansias actorales. Después llegaron el divorcio, la ruina y la enfermedad.

El contraste entre la insultante belleza de Val Kilmer en el cénit de su carrera y su estado actual, vomitando en convenciones de fans que pagan por su autógrafo, resulta muy duro de ver. 'Val' cuenta la historia de un actor maldito, eternamente insatisfecho, que lo tenía todo y todo lo perdió. Un narcisista idealista y rebelde, al que le salvan sus dos hijos. Un hombre que estaba en una cueva africana llena de murciélagos cuando recibió una llamada anunciándole que iba a ser el próximo Batman, el personaje con el que soñaba de niño. A ver quién supera eso.

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