Con la presencia de la artista brasileña Adriana Calcanhotto se inauguró el jueves en la plaza de San Bruno el programa ‘Música al raso’, que hasta primeros de julio traerá a Zaragoza un variopinto surtido de propuestas nacionales e internacionales entre las que destacan figuras del nivel de Rufus Wainwright, Wilco, Cat Power o Fatoumata Diawara. Nacida en Porto Alegre hace 56 años, Calcanhotto está considerada como una de las voces más destacadas de la música popular brasileña de las últimas décadas; en línea con las esencias mestizas que definen a su país, en sus canciones y en su amplia discografía se entremezclan los ritmos autóctonos y la herencia del tropicalismo con el pop, el funk o la electrónica.

Aunque, en esta ocasión, esa variedad de colores de la que hace gala la paleta sonora de Adriana quedase un tanto diluida por el hecho de actuar en solitario con su guitarra acústica; sin duda, de haber estado acompañada por su banda el resultado habría sido muy diferente y más acorde con lo que se puede esperar de alguien llegado del coloso sudamericano, cuya música es tan proclive a la exuberancia rítmica. Tampoco un escenario al aire libre y en una céntrica plaza parecía el más idóneo para disfrutar plenamente de un concierto acústico de tono intimista, mas esos detalles no acallaron el fervor de los seguidores de Calcanhotto, en especial de la nutrida colonia brasileña, que no cesó de acompañar con sus cánticos los temas más conocidos.

Entre ellos, títulos como ‘Mais feliz’, ‘Era pra ser’, ‘Mentiras’, ‘Metade’, ‘Corre o munda’, ‘Vambora’ o ‘Maresia’; Adriana también deslizó un par de versiones de ‘Back to black’ de Amy Winehouse y ‘Resistiré’ del Dúo Dinámico. Eclecticismo, vaya. Una excelente voz, plena de sensibilidad y elegancia, y unas canciones que exhiben esa riqueza armónica y melódica que caracteriza a la música brasileña. La joven cantautora zaragozana Ester Vallejo abrió la velada, mostrando unas buenas intenciones que habrán de ir concretándose con más experiencia.