El proyecto Biblioteca Humana se reencarna en Zaragoza Florece

Una veintena de personas relatarán sus experiencias vitales, en ocasiones duras y traumáticas, para generar diálogo y empatía

Irene Vallejo, en la edición de 2021 de la Biblioteca Humana en Zaragoza.
Irene Vallejo, en la edición de 2021 de la Biblioteca Humana en Zaragoza.
Toni Galán

Seis meses justos después de la primera edición, vuelve La Biblioteca Humana (‘Human Library’), un proyecto internacional para fomentar la tolerancia y el entendimiento en la sociedad, rompiendo de paso todos los estereotipos. Si en la primera edición zaragozana, celebrada en la biblioteca Ricardo Magdalena, fueron 18 los participantes, en esta ocasión serán 20, los días 28 y 29 de este mes. Entre ellos, habrá un deportista de élite, un adicto, un representante del colectivo LGTBI, el paciente de una rara enfermedad genética, una persona que vive la calle, una mujer que fue monja, una ex reclusa o un persona que ha padecido trastorno mental. Las distintas sesiones se celebrarán en un escenario nuevo, el quiosco recuperado en el paseo de los bearneses del Parque Grande, que después de ser una pequeña biblioteca durante años todos los veranos, se ha recuperado ahora y puesto en valor (lo ha decorado, pintando, la pintora e ilustradora Vera Galindo). Zaragoza ha sido pionera en esta iniciativa a la que cada vez se suman más ciudades en todo el mundo. La entrega celebrada el año pasado fue la segunda en todo el país, tras la primera, que se hizo en Canarias.

"La idea original es muy sencilla -relata Albano Hernández, desde el Patronato de Educación y Bibliotecas–. Se trata de que el asistente entienda que, de la misma forma en la que no se puede juzgar un libro por su portada, tampoco se puede valorar a una persona por la primera impresión que te causa. De ahí la necesidad de oirles contar su experiencia en primera persona". Biblioteca Humana se celebrará en esta ocasión el 28 de mayo en el Parque Grande José Antonio Labordeta, que el Ayuntamiento de Zaragoza está empeñado en revitalizar como espacio cultural de primer orden. "Queremos que las bibliotecas dejen de verse como meros contenedores de libros y empiecen a apreciarse como generadoras de actividades culturales", subraya la concejal de Educación, Paloma Espinosa.

En ese contexto, el kiosco del paseo de los Bearneses será escenario también de una programación nueva, ‘Café, libros y otras movidas de las que hablar’, que se inicia el 28 de mayo a las 19.30 con Cristina Rosenvinge. Sebas Puente, poeta y músico de Tachenko, conducirá un encuentro que, según María Uriol, gerente del Patronato de Educación y Bibliotecas, "recupera el espíritu de las tertulias tradicionales". Por eso se celebra con café, y lo patrocina, tanto esta convocatoria, como las siguientes, que se irán anunciando, la empresa aragonesa San Jorge Coffee Roasters. Para su responsable, Ezequiel Garcés, "se trataba de poner un granito de café en favor del desarrollo de la cultura en la ciudad".

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