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El músico Luis Miguel Bajén y el artista Chema Agustín hacen de ‘Ordesa’ una obra de arte

Prames publica un ‘Álbum ilustrado’ de naturaleza y cultura popular con más de 400 dibujos de flora, fauna y territorio

Imagen de Agüero en Otoño.
Imagen de Agüero en Otoño.
Chema Agustín/Prames.

Luis Miguel Bajén es músico, musicólogo, líder del grupo Biella Nuei y un enamorado de la vida cotidiana de los pueblos aragoneses. Lo demostró en múltiples proyectos y, especialmente, en un trabajo sobre el Bajo Aragón centrado en lo que él denomina ‘los hombres-libro’. Desde 1999, nada menos, casi un cuarto de siglo, tras haberse pateado Aragón casi de punta a punta como un andariego radicalmente curioso, ha vuelto los ojos hacia Ordesa, y esa amor ha cristalizado en libro excepcional, de gran formato: ‘Ordesa. Álbum ilustrado. Naturaleza & cultura popular en los valles de Broto, Vio, Puértolas y Bielsa’, que firma en Prames (cuenta con la colaboración de la Diputación de Huesca) con el pintor e ilustrador Chema Agustín, conocido especialmente por su ‘Baraja aragonesa’ y por su clases de arte en el Instituto Goya.

“Este libro es el resultado de la pasión por un territorio y su gente”, es la primera frase del volumen. Luego se añade que “Ordesa es el resultado de miles de años de interacción entre la naturaleza y el hombre (…) Es por eso que me propuse crear un libro que hiciera honor a los habitantes de este rincón del Pirineo”. Luis Miguel Bajén explica además que “iba a entrevistar una y otra vez a los viejos pastores, a los hombres y las mujeres de estos pueblos, iba a recorrer los caminos casi perdidos, seguir las huellas de quienes los hollaron siglo tras siglo, generación tras generación. El libro me lo imaginaba como una máquina del tiempo...”. Y podría decirse que ese es el resultado final: Bajén, minucioso y entregado, ha tenido que reducir tus textos a la esencia, y lo abarca todo: el paisaje, las iglesias, los esconjuraderos, los leñadores, los animales tanto domésticos como salvajes, los árboles (entre ellos, la carrasca del Sobrarbe), los pájaros o la mismísima leyenda de la Brecha de Roldán.

Una lámina sobre la vaca pirenaica.
Una lámina sobre la vaca pirenaica.
Chema Agustín/Prames.

Y ahí entró el dibujante e ilustrador Chema Agustín, “amante de la montaña y la naturaleza”. Bajén dice: “Estaba feliz. Y eso que no me imaginaba que Chema iba a hacer del libro una verdadera obra de arte”. La frase no es gratuita. El artista hace un despliegue de facultades en varios registros: óleos sobre lienzo, de medio y gran formato, acuarelas, dibujos a lápiz y tinta, hasta un total de 400 imágenes que ha maquetado Ricardo Polo, y ha hecho de cada página una auténtica aventura de imagen, de ilustración, de diseño, de tipografía y de uso de tintas. 

“El trabajo de Ricardo Polo es deslumbrante -dice Chema Agustín-. Lo ha cuidado todo al máximo y ha sabido reorientar un libro denso, con mucho texto, casi con aroma de tesis doctoral tras tantas conversaciones y recogida de materiales”.

Chema Agustín va un poco más allá: “El casi cuarto de siglo de trabajo de Luis Miguel Bajén merece un respeto. Y yo he colaborado con sumo gusto. Nos hemos visto, hemos hablado, hemos salido alguna vez a la montaña, y estoy contento. Hemos discutido sobre las páginas. Es un libro donde hay de todo: el mundo real y mítico, el paisaje, las piedras, las montañas, la nieve, los ríos, etc. Para mí ha sido una gran experiencia”. 

Una doble página que muestra la opulencia y el buen gusto del libro.
Una doble página que muestra la opulencia y el buen gusto del libro.
Chema Agustín/Prames.

Esa experiencia, entre otros matices, configura en “un libro colmena, con muchas de esas voces que he querido intercalar a lo largo del texto en primera persona o a través de mis palabras”, dice Bajén. Por ejemplo, sobre el mito popular de la bruja que se transforma en liebre, el músico ofrece este detalle: "Recoge Severino Pallaruelo la historia de un cazador que se encontró en un bosque un montón de ropa de mujer y dentro una liebre. Estaba a punto de disparar cuando de repente le oyó decir a la liebre: '¡Ridiós, no tires, que soy la agüela Fidalgo!'. El cazador bajó el arma y vio como la liebre se convertía en una mujer que rápidamente se ponía las ropas, no sin antes amenazar al cazador con un 'maldau' si contaba lo que había visto".

El libro será una de las propuestas de Prames en la Feria del Libro de Teruel que se iniciaba ayer.

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