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Lo insólito: un caballo de picar envía al hospital a un monosabio en La Misericordia

El incidente acaeció en la corrida de San Jorge, celebrada este sábado en Zaragoza. El empleado de la cuadra tiene la nariz rota por cuatro partes.

Los monosabios en la plaza, intentando levantar al caballo Pimpi.
Los monosabios en la plaza, intentando levantar al caballo Pimpi.
Toni Galán

Acaeció en el festejo celebrado en la plaza de la Misericordia de Zaragoza este sábado, día de San Jorge. “No lo había visto en mi vida”, confesó Cayetano Navarro ‘el Tano’, torero de plata durante décadas con las máximas figuras del toreo, desde Enrique Ponce a Luis Francisco Esplá, pasando por Fermín Murillo: un caballo de picar cocea a un monosabio y lo envía al hospital. Insólito.

El incidente aconteció en el cuarto de la tarde del corridón que echó en la capital aragonesa Antonio López Gibaja, una res de 676 kilos, de nombre Atado, segundo del lote del matador Curro Díaz. Toro guapo, castaño, con buenas defensas y con casi tanto volumen como el caballo. Era el primer puyazo. Se aconseja ponerlo cortito. Pero no. Lo estaba colocando el matador y el toro se le fue suelto al caballo desde casi los medios. 

Sorprendió al picador, Agustín Collado, que supo responder de forma extradordinaria. El toro llegó con una inercia salvaje y golpeó el peto del jaco de forma violenta, levantando al caballo, que quedó con las cuatro patas en el aire. Pero el picador se agarró con actitud gallarda, mirándole al morrillo. El instinto indicaba salvarse, descabalgarse. Collado defendió su caballo manteniéndose con la puya puesta y echándose encima aunque supiera que iban a caer los dos. Cayeron los dos. 

Se alejó el toro y entraron en el ruedo los monosabios para intentar levantar el rocín. En la maniobra, el caballo, de nombre Pimpi, coceó en la cara al monosabio Víctor Manuel Pardo, que tuvo que ser trasladado primero a la enfermería de la plaza  y después a la Clínica Quirón de Zaragoza, donde se le apreció la rotura de la nariz por cuatro partes.

Pardo narró en la mañana de este domingo el inédito incidente. “Fue en el cuarto toro. La corrida era muy fuerte. Toros de verdad, de plaza de primera, como es Zaragoza. Nos derribaron a uno de nuestros caballos y acudí a ayudar a los compañeros a levantarlo. Decidimos hacer una maniobra para incorporar al caballo porque no se podía levantar por sí solo ya que había caído hacia su lado izquierdo. No podíamos desabrochar el peto para facilitar la maniobra y decidimos agarrarle unos de las manos y otros de los pies y voltearle hacia su costado izquierdo para que quedara libre y así aflojarle los atalajes y las correas del peto. Yo me quedé atrás. Estaba en el caballo de puerta, no en el de picar. Cuando llegué los compañeros ya se habían colocado en sus posiciones. En el momento de agarrarle los pies para voltearle, el animal yo creo que no hizo por cocear, sino por dar un impulso para levantarse. Me pilló agachado y me pegó en la cara. No me ha ocurrido nunca jamás. Llevamos con la cuadra ya muchos años. Son incidentes que pasan un vez en la vida. Somos de Segovia. Es la cuadra de Equigarce, de Madrid, aunque yo pertenezco a la cuadra de Israel de Pedro. He tenido mucha suerte, ha podido ser fatal”, reconoció este domingo en la puerta de cuadrillas del Coso de la Misericordia.

El monosabio Víctor Manuel Pardo, una vez curado, con el caballo con le coceó, Pimpi.
El monosabio Víctor Manuel Pardo, una vez curado, con el caballo con le coceó, Pimpi.
Heraldo

“Pimpi es un caballo muy fuerte. La corrida era muy fuerte y traímos caballos apropiados. Me atendieron en la enfermería y luego me derivaron a la Clínica Quirón. Me hicieron placas y de todo. Tengo la nariz rota por cuatro partes. Había mucha inflamación y en ese momento no podían hacer nada. Hoy también me han atendido sensacional en la enfermería de la plaza. Por cierto, tengo que decir que es una enfermería impresionante, algo de lujo. Igual que el personal de la plaza y todo el mundo en Zaragoza, que se han portado sensacional”, subrayó.

El monosabio, esta mañana de domingo, en la puerta de cuadrillas del Coso de la Misericordia.
El monosabio, esta mañana de domingo, en la puerta de cuadrillas del Coso de la Misericordia.
R. L.

Para más inri, el monosabio se dedica profesionalmente a… ¡herrar caballos! “Me dedico al mundo del herraje. Soy herrador profesional y he herrado miles de caballos. Me he llevado algún porracillo alguna vez, pero como este la verdad es que no. Es un caso único. No conozco precedente. Y dentro de lo que pudo ser, fue lo menos", concluyó.

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