Misterio con la monja emparedada en un convento de Toledo

Una foto del siglo XIX publicada recientemente en un libro sobre fotografías antiguas de Toledo deja al descubierto una enigmática figura humana.

Monja archivo
Imagen de archivo de una monja.
Pixabay

La reciente publicación del quinto volumen de 'Toledo Olvidado', un libro sobre fotos antiguas de la ciudad de Toledo del que se encarga desde hace años el toledanista Eduardo Sánchez Butragueño, no ha dejado impasible a nadie. Ampliando al detalle una de sus fotos se descubre una misteriosa figura femenina: una monja "emparedada" a finales del siglo XIX en la celda de su convento por un castigo de su superiora o por iniciativa propia como gesto de máxima entrega a Dios.

La foto fue tomada hacia 1885 por un francés que visitó Toledo. Subió a la torre de la catedral y desde allí disparó en dirección a la iglesia de San Ildefonso. La fotografía acabó en un archivo francés y hace años fue adquirida por Eduardo. "La foto tiene una gran resolución y, una noche, ampliándola con el ordenador para verla con detalle me quedé sobrecogido y se me heló la sangre", explica. En la parte inferior de la imagen observó una figura humana sentada junto a una ventana. Al agrandar la imagen se topó con una monja momificada o a punto de morir.

La monja en cuestión se encontraba en una celda del antiguo convento dominico de Jesús y María, edificio reconvertido hoy en Archivo Histórico Provincial. Según algunos historiadores, en aquella época no eran extraños los casos de monjas "emparedadas" en sus habitaciones. Se tapiaba la puerta y eran alimentadas a base de pan y agua. El motivo de estos "emparedados" podría ser doble: un castigo por incumplir alguna norma de la orden o un suicidio programado para ir a un mundo mejor cuando el cuerpo dejase de soportar tal dieta.

Convento conflictivo

Las indagaciones de Sánchez Butragueño fueron más allá pues descubrió en prensa de la época el caso de otra monja que se fugó por los tejados del convento para escapar de un ambiente más que opresivo. "Parece que esta monja fue castigada con una reclusión larga, concluida la cual llevó a cabo su proyecto de fuga, que ha sido una verdadera odisea por los tejados del convento", relataba el periódico 'La Correspondencia de España'.

"La ejecución de tal empresa debió de ser muy difícil y el peligro en que puso su vida muy grande. Saltando por los tejados penetró en la guardilla de una casa habitada por una familia que experimentó la sorpresa que es de suponer al ver entrar a la religiosa por una ventana", continuaba el relato de este periódico.

Otra noticia publicada en 'Las Dominicales del Libre Pensamiento' incluso se atrevía a afirmar que la monja tenía "cara de difunta". Su castigo se habría debido a las amistades que frecuentaba con un sobrino de la superiora del convento, el cual le habría pedido una importante suma de dinero, motivo por el que la monja decidió robar el dinero que conservaba la orden. Fue pillada 'in fraganti' y castigada a ingerir sólo pan y agua durante varios días.

Mazapanes El Convento

El convento de Jesús y María, construido en el siglo XVII, fue abandonado por esta orden dominica poco antes de que se iniciara el siglo XX. El edificio fue adquirido en 1984 por el Ministerio de Cultura y reconvertido en Archivo Histórico Provincial conservando su portada y otros elementos arquitectónicos.

En cuanto a las monjas, hoy residen a las afueras de Toledo, en el barrio de Buenavista, en un amplio convento en el que, además de dedicarse a la vida contemplativa, elaboran mazapanes, marquesas, pastelitos de yema, sopa de almendra, mantecados, galletas, pastas y rosquillas que venden bajo la marca de 'Mazapanes El Convento'. Los comercializan en el propio convento y a través de su web. Modernidades que ni la monja emparedada ni la huida por los tejados llegaron a imaginar en sus místicos trances.

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