gastronomía
Del Pokin's a la de autor: cronología de la hamburguesa en Zaragoza
La capital aragonesa fue, por la influencia de la base americana, una de las primeras ciudades de España en probar una hamburguesa: en 1957, cuando no había ni ketchup.
Los zaragozanos fueron, hace ya 65 años, de los primeros españoles en probar una hamburguesa. Lo hicieron mucho antes de que este bocadillo se popularizara globalmente. La base americana contribuyó a hacer de la capital aragonesa una ciudad pionera en este bocata que escenifica como pocos los cambios en los gustos no solo gastronómicos sino de consumo y sociales en general.
En la ciudad, surgieron desde entonces tanto pequeños locales de sabor casero como otros que preconizaban la futura llegada de las grandes cadenas americanas.
Esta es la cronología de las hamburguesas zaragozanas, desde la sencillez de los principios a una creciente sofisticación a la que actualmente contribuyen, incluso, chefs de alta cocina. Esta misma semana, los hermanos Carcas, de Casa Pedro, acaban de presentar una para Mott con carne de La Finca y una atractiva mezcla de quesos que, además, recauda fondos para la causa solidaria de la ONG Believe in Art.
Los años 2000 suponen una revolución gastronómica espoleada por las redes sociales. Las modas se suceden frenéticamente, con una variedad mareante de productos, opciones y cocinas llegadas de medio mundo. En ese magma, curiosamente, la clásica hamburguesa experimenta una suerte de redención, pasando del terreno de la comida basura (donde aún permanece en ocasiones) al ámbito gourmet. Carnes de calidad e, incluso, el interés de los grandes chefs revolucionan el bocata.
