El monasterio turolense del Olivar reúne la mayor colección de obras de la pintora Nati Cañada

La exposición repasa la trayectoria de Cañada desde sus inicios a la actualidad y lleva por título ‘De lo terrenal a lo sagrado’.

Nati Cañada recorrió la muestra sobre su trayectoria artística junto a autoridades y vecinos.
Nati Cañada recorrió la muestra sobre su trayectoria artística junto a autoridades y vecinos.
Antonio García/Bykofoto

El monasterio de Santa María del Olivar, en la localidad turolense de Estercuel, exhibe, desde este viernes y hasta el próximo mes de diciembre, la mayor colección de obras de la retratista Nati Cañada reunida hasta ahora. La muestra, con casi 200 cuadros, es un regalo que los frailes mercedarios que habitan el convento han hecho a la artista, nacida a pocos kilómetros de allí, en Oliete, y siempre en estrecha vinculación afectiva con esta abadía de 800 años de antigüedad.

La exposición, de carácter antológico, pues repasa la trayectoria de Cañada desde sus inicios a la actualidad, lleva por título ‘De lo terrenal a lo sagrado’ y fue inaugurada ayer por la propia artista en medio de una gran expectación. La pintora estuvo arropada por decenas de autoridades, políticos y vecinos de la zona, que llenaron las salas y se fotografiaron con ella. El subdelegado del Gobierno en Teruel, José Ramón Morro; el vicepresidente de la Diputación Provincial, Alberto Izquierdo; el exvicepresidente del Tribunal Constitucional Eugeni Gay; senadores, diputados y alcaldes de la comarca, acompañaron a la retratista en el acto.

"Me siento muy feliz y emocionada. He llorado al ver la exposición; me encanta cómo ha quedado, es el mejor regalo que podía imaginar", afirmó Nati Cañada. Dos años de trabajo por parte de un nutrido equipo de profesionales del arte, que han contado con voluntarios de la zona para colgar los cuadros, han sido necesarios para organizar la muestra, compuesta por obras de la colección de la autora y de fondos privados.

Famosos retratos

Los visitantes, como explica el comisario de la exposición, Alejandro Mañas -profesor de la Universidad Politécnica de Valencia-, encontrarán obras de la primera etapa de Cañada que evidencian el impulso y la energía de la artista en su juventud, con cuadros sobre motivos cotidianos en un estilo alineado con el neoexpresionismo del momento. Si este apartado se corresponde con lo terrenal, el siguiente conecta plenamente con lo sagrado, pues las obras de Cañada en su madurez "buscan el aura de las personas buenas" y muestran las transparencias y los inacabados que caracterizan el realismo mágico de la autora. Es aquí donde se sitúan algunos de los retratos más famosos de Cañada, como el del rey Juan Carlos vestido de almirante, el de la reina Sofía, la baronesa Thyssen o el tenor Plácido Domingo.

La muestra recorre los dos claustros monacales y la sala capitular para terminar en la sacristía de la iglesia, donde se ha instalado la última obra de Cañada, un lienzo de grandes dimensiones dedicado a los mártires mercedarios y a la Virgen del Olivar.

Fernando Ruiz, superior del convento, declaró que la exposición de Cañada "es un sueño hecho realidad gracias a la colaboración de un sinfín de gente". José Juan Galve, provincial de la Merced de Aragón, destacó que al monasterio, con una gran aportación social, le faltaba, sin embargo, "la vivencia espiritual" y esta ha sido, precisamente, la gran contribución de la artista.

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