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La huelga de transportes retrasa el inicio de la Feria del Libro Viejo y Antiguo de Zaragoza

La cita comenzaba el jueves 24, y podría retrasarse una semana o desplazarse al próximo mes de septiembre. Las casetas aun permanecen en Badajoz

Una de las casetas de 2019, cuando se celebró la última feria.
Una de las casetas de 2019, cuando se celebró la última feria.
José Miguel Marco.

La huelga de transporte altera el inicio de la Feria del Libro Viiejo y Antiguo de Zaragoza. “En el mejor de los casos, la Feria del Libro Viejo y Antiguo de Zaragoza se retrasa. La incertidumbre es matadora. La huelga de transportes la demora seguro. Por la huelga del transporte, las casetas están en Badajoz en un camión con las ruedas pinchadas. Si pudiese salir esta noche, podría realizarse y abrirse unos días más tardes; las tres librerías de aquí, Luces de Bohemia, Libros del Rescate y nosotros, Prólogo, estamos por la labor, en la mejor disposición, pero también habría que saber qué opinan los ochos libreros restantes y si aceptan el recorte de días. También se está estudiando si fuera posible empezar el 31 de marzo y concluir el 17 de abril”, explica el librero Pablo Parra.

“Adivinos no somos. Habrá que ver si se puede levantar la huelga, si puede viajar el camión con las casetas hacia aquí, si logramos los permisos; todo eso es laborioso y genera retraso. En función de lo que pase, hablaremos con los libreros que vienen de fuera y decidiremos. No es lo mismo tener una Feria del Libro de 10 días que de 17, y a veces llueve dos o tres días”, dice Nacho Asín, de Luces de Bohemia.

“No pudimos celebrar ni la Feria del 2020 ni la del 2021 y estábamos muy ilusionados. Y de repente, este encadenamiento de circunstancias nos ha dejado al pairo. Está claro que no se puede inaugurar cunado estaba previsto, el 24”, insiste Pablo Parra. El retraso es incuestionable; lo que no está claro es que, en caso de que el camión pudiera trasladarse, y montasen la Feria con algunos días menos, es si los demás libreros españoles aceptan el forzoso recorte de fechas. La cita iba a ser desde el jueves 24 de marzo hasta el 10 de abril. “Se recortan algunos gastos, pero hay otros que no: el importe del traslado de las once casetas y el alquiler se mantiene invariable; se reduciría algo con el alquiler de baños químicos, los extintores y los hoteles, pero a lo mejor solo 10 días no compensa, como dice Nacho. También eso habrá que estudiarlo”, insiste Pablo Parra.

El librero residente en Gurrea de Gállego dice: “En cualquier caso, el Ayuntamiento de Zaragoza está trabajando con mucho interés para ver si, en el mejor de los casos, no hay nada programado en la plaza de Aragón y se podría prolongar la feria una semana, hasta el 17, y así se recuperaría esa semanaEso, ante las adversidades, podría ser lo ideal. Lo que está sucediendo hace pensar en aquello ‘entre todas lo mataron y ella sola se murió’”. En caso que no pudiera celebrarse la Feria del Libro Viejo y Antiguo de Zaragoza en el margen de las fechas previstas, desde Aragón se ha propuesto trasladarla al mes de septiembre. “La Feria del Libro de Zaragoza ha sido muy amable y acogedora con nosotros y no querríamos ir inmediatamente antes ni inmediatamente después por respeto y cortesía hacia ellos”, agrega Pablo Parra.

El librero y editor Javier Cinca explica a HERALDO.ES: “Tras tres años sin celebrarse es un jarro de agua fría que este tampoco se pueda celebrar por culpa de la huelga de transportistas. Eran muchas las expectativas y los preparativos ya realizados”. “La situación es complicada y parece que nos envuelve una maldición”, concluye Nacho Asín.

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