DÍA MUNDIAL DE LA POESÍA. OCIO Y CULTURA

Fernando Gil Villa: “Entiendo la poesía como misterio y escribo desde esa condición”

El poeta y profesor Fernando Gil Villa, un ejeano instalado en Salamanca, publica ‘El vacío’ (Carenas)

Fernando Gil Villa ha publicado varios poemarios y ha recibido premios importantes.
Fernando Gil Villa ha publicado varios poemarios y ha recibido premios importantes.
Archivo Gil Villa.

Fernando Gil Villa (Ejea de los Caballeros, Zaragoza) es catedrático de Sociología en la Universidad de Salamanca. Ha publicado ensayos como 'Nihilistas'  (2009) y 'La sociedad vulnerable'  (2016), relatos como 'Sociedad en crisis: puro cuento'’ (2011) y una decena de poemarios. La pasada semana presentaba el último, 'El vacío' (Carenas).

¿Cómo nacen sus poemarios, cómo ha nacido este, ‘El vacío’, que publica en editorial Carenas?

Este ha nacido de forma especial, como vivencia de la pandemia. Lo acabé en Semana Santa -en abril, el mes más cruel, como reza el verso de T. S. Eliot- y unos días después, el Domingo de Resurrección, me vi en Urgencias presa de un dolor insoportable en el estómago. Pensé que la poesía me ayudaría a sobrellevar aquellos meses, por aquello de que uno está más acostumbrado a refugiarse en el mundo interior, pero no lo llevé tan bien.

En su lírica hay siempre una mirada cotidiana y una mirada filosófica. ¿Lo percibe así?

Ambas están inextricablemente unidas. No las puedo distinguir. Tal vez porque la poesía es, como dice Emmanuel Levinas, un "pensar sin saber que se piensa".

¿Anhela algún grado de trascendencia, de llamada de atención en su sentido no sé si grave o reflexivo?

Creo que en el ser humano hay un deseo de trascendencia. Lo que ocurre es que algunos no lo cultivan y otros sí. Desgraciadamente, las circunstancias culturales de nuestra época no son muy propicias. Más bien nos envuelve un ambiente frívolo, estresante y superficial donde se buscan satisfacciones inmediatas. Hay poca tranquilidad para degustar la poesía en las cosas que nos rodean. Incluso ahora está de moda una poesía de frases telegráficas, pobres, pueriles e insulsas, adaptadas a las redes, que venden mucho más que la auténtica poesía.

"Hay poca tranquilidad para degustar la poesía en las cosas que nos rodean. Incluso ahora está de moda una poesía de frases telegráficas, pobres, pueriles e insulsas, adaptadas a las redes, que venden mucho más que la auténtica poesía"

¿Cómo va creciendo su libro, por acumulación, por sensaciones, o hay una idea de fondo?

Normalmente por acumulación de sensaciones. Pero en este caso ha sido diferente. Ha surgido de un tirón (en tres semanas muy intensas, incluyendo noches), como un parto o un vómito que surgía de lo más profundo de forma natural y que no podía parar. Mientras lo paría, me daba cuenta de que la criatura no era solo fruto de la experiencia de la pandemia sino algo más complejo y general. Era como si el vacío existencial de toda humanidad de mi época (con músculos, huesos y órganos procedentes de experiencias, lecturas, reflexiones e imaginación), hubiera tomado forma dentro de mí y clamara por salir. Así que, si salía -como ocurrió-, tenía la obligación moral de publicarlo, de que fuera conocido; o por usar una expresión menos rimbombante, tenía la excusa para hacerlo.

El título 'El vacío', casi da un poco de miedo o de prevención. ¿Es un vacío íntimo o coral, o más bien un vacío metafísico?

Los latinos ya hablaban del horror al vacío. Se habla de la España vaciada (también por cierto en mi poemario) y hasta de bombas de vacío. En realidad, el vacío es una pesadilla clásica de la especie humana. Ahora bien, durante la época moderna ha ido ganando puntos hasta convertirse en un compañero inseparable de la vida cotidiana. Y es que las cosas que daban sentido a la vida, las tradiciones, las instituciones como la patria, la familia, el amor, o la política, son como estrellas que se han ido apagando. En todos los periodos históricos había alguna apagada o debilitada, pero hoy lo están todas. Se puede describir eso con cualquier género, con el ensayo, la música o pintando un cuadro. Pero me parece que la descripción poética es la más completa. Pensemos en ‘La tierra baldía’ de Eliot, tras la primera gran guerra, justamente hace un siglo.

Fernando Gil Villa firma uno de sus ejemplares de 'El vacío'.
Fernando Gil Villa firma uno de sus ejemplares de 'El vacío'.
Archivo Gil Villa.

Aquí se publicó la traducción del poeta y profesor José María Aguirre. Me ha parecido que es su libro más complejo y más ambicioso, y más culturalista.

Sí. Tiene muchas lecturas, muchas referencias culturales. Estoy feliz porque creo que he logrado que todas esas capas encajen sin que dificulten la lectura. Tiene un ritmo casi vertiginoso y sostenido que te va precipitando en el abismo sin que te des cuenta, evocando recuerdos diferentes en cada persona pero alrededor de pero símbolos compartidos.

¿Por qué escribe Fernando Gil y para quién?

Escribo para mí pero siendo yo alguien que siempre se pone en el lugar del otro.

Lleva ya muchos libros. ¿Percibe usted la evolución, el camino a la complejidad?

Supongo que siempre hay evolución. Valorarla sin embargo me resulta difícil. Creo que eso deben hacerlo los lectores y los críticos.

¿La poesía es mensaje, lenguaje, misterio? ¿Cómo la vives y la sientes usted?

Totalmente como misterio. Creo que esa es la condición para escribir poesía. No se puede forzar la escritura. La poesía solo es auténtica si quien la escribe lo hace porque se ha quedado sorprendido por algo y tiene que digerirlo expresándolo de una forma tal, que también resulta sorprendente.

"La poesía solo es auténtica si quien la escribe lo hace porque se ha quedado sorprendido por algo y tiene que digerirlo expresándolo de una forma tal, que también resulta sorprendente"

El libro, no lo habíamos dicho, es un poema único, una composición sinfónica... ¿Cómo debe leerse y cómo deben leerse los fragmentos?

Yo los leería del principio al final, al menos en una primera lectura.

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