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Ana María Matute, retrato de la niña rarita
Blackie Books ofrece un volumen globalizador del mundo, la vida y la obra, de la escritora que logró el premio Cervantes en 2010
En los años cincuenta Ana María Matute (Barcelona, 1925-2014) se convierte en referente indiscutible en el mundo literario y en la autora más premiada de la literatura española. Ganó el Premio Planeta en 1954 con ‘Pequeño teatro’ y el Nadal en 1959 con ‘Primera memoria’ –ya había sido finalista en 1948 con su primera obra publicada, ‘Los Abel’–; ese mismo año ganó el Premio Nacional de Narrativa y el Premio de la Crítica por ‘Los hijos muertos’.
Sin embargo, la prensa de la época se fijaba más en otras cualidades: «Premio con claveles rojos para una triunfadora morena»; «Ana María Matute, la novelista premiada es una madraza. Primorosa en el zurcido y en las labores de cocina»; «El tercer Premio Planeta es para Ana María Matute. Contra todas las previsiones, también ahora ganó una mujer (frente a hombres importantes)»; «Mal inevitable: las mujeres siguen ganando premios literarios. La mayoría de las obras elegidas no lo merecen». A pesar de esa visión tan frecuente en aquellos años, es incuestionable que Ana María Matute nos ha regalado algunas de las mejores páginas de la literatura española.
La vida de esta «niña rarita», que siguió cosechando reconocimientos durante toda su vida –en 2007 fue Premio Nacional de las Letras y en 2010 Premio Cervantes– y que fue la tercera mujer en ocupar un sillón de la RAE está recogida en ‘El libro de Ana María Matute. Antología de literatura y vida’ que publica primorosamente Blac-kie Books. Como es habitual en estos ‘Libros de’, el volumen reúne fragmentos de sus obras, fotografías, documentos, recortes de prensa, páginas de sus manuscritos con correcciones, reproducciones de las revistas que dibujaba de niña, etc., junto a textos compuestos a partir de entrevistas y artículos que explican su vida desde su propia voz.
Ana María Matute vivió su infancia entre Barcelona y Madrid. Su padre dirigía una fábrica de paraguas, sombrillas y toldos; su madre era una castellana severa que sólo le dio dos besos en toda su vida: «uno cuando hice la primera comunión y otro cuando me marché de casa».
El nacimiento de la Ana María narradora fue muy temprano: escribe su primer cuento con cinco años, con una letra infantil que aún no atina con las bes, las uves y las haches y que produce mucha ternura al verlo reproducido. Esperaba emocionada los ratos que pasaba castigada a oscuras para poder fantasear y luego convertía esas fantasías en cuentos, los escribía y dibujaba en cuartillas que sujetaba con la grapa del periódico del día anterior y que compartía con sus hermanos.
Con diecisiete años y una novela terminada bajo el brazo se presentó en las oficinas de la editorial Destino, donde Ignacio Agustí la mandó de vuelta a casa para mecanografiar aquel cuaderno manuscrito que pretendía entregarle. Finalmente Agustí le ofreció tres mil pesetas por publicarla. Empezaba así la carrera literaria de una de nuestros mejores escritores.
Siguiendo las páginas biográficas azul celeste, recorremos junto a ella las distintas épocas de su vida. Algunas poco amables, como su matrimonio desgraciado con Eugenio Ramón de Goicoechea, a quién se referirá como ‘El malo’, la separación en 1963 y la pérdida de la custodia de su hijo. Otras más felices, como los años que vivió junto al gran amor de su vida, Julio Brocard –‘El bueno’–, con quien estuvo hasta la temprana muerte de él en 1990; su amistad con Carmen Martín Gaite y Josefina Aldecoa –las llamaban ‘el Triunvirato’–, con Ana María Moix o Esther Tusquets; su época en ‘Son Armadans’, acogida por Cela tras su separación, donde coincidió con Blas de Otero y Caballero Bonald…
El vacío
Las páginas más duras y más impresionantes de este libro son las que reproducen el ‘Diario negro’, que mantuvo en sus años de oscuridad, entre 1973 y 1979. Cuando estaba en lo más alto, llegó un periodo devastador que ella llamó ‘El vacío’, una depresión profunda que la apartó de la literatura durante dieciocho años. Con letra irregular, temblorosa en algunas líneas pero muy firme en otras, la autora vuelca sus pensamientos más sombríos: «Estoy absolutamente muerta», «He llegado al límite de mis fuerzas», «Qué mal bicho, mala raza, qué mala bestia soy, Yo quiero ser buena. […] Hoy no amo».
«Ana María Matute es una forma de estar en el mundo», dice Jorge de Cascante en su prólogo. Ella solía decir que no sabía nada de literatura: era la literatura. Este hermoso libro –un lujo asiático, como a ella le gustaba decir– nos permite adentrarnos en la vida de esta creadora radicalmente libre, radicalmente moderna, radicalmente fantástica.
Literatura española
'El libro de Ana María Matute. Antología de literatura y vida’. Edición de Jorge de Cascante. Editorial Blackie Books. Barcelona, 2022. 525 págs.
