música

Antonio Carmona y familia, una fiesta intergeneracional en el Teatro Principal

El artista granadino actúa hoy a las 20.00 en el Teatro Principal de Zaragoza junto a varios miembros de su familia, incluyendo a su hija Marina. El precio de las entradas oscila entre los 20 y los 50 euros, según localidad

Antonio Carmona, en el centro, rodeado de familiares que actúan este lunes 7 con él en Zaragoza.
Antonio Carmona, en el centro, rodeado de familiares que actúan este lunes 7 con él en Zaragoza.
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Antonio Carmona volvió a nacer hace cinco años, cuando unas complicaciones por un implante dental comprometieron de tal modo su salud que estuvo una semana en coma inducido. En este segundo ‘round’ que le ha concedido la vida se ha empeñado en disfrutar al máximo de cada minuto, en lo personal y en lo profesional. El espectáculo que trae este lunes 7 de marzo a Zaragoza conjuga ambos universos, ya que se sube al escenario del Principal rodeado de su familia; una generación menos y una razón más para seguir inventando, gozando y haciendo malabares con las notas por los escenarios del mundo. Las entradas cuestan entre 20 y 50 euros.

Tenía este fin de semana una cita importante en Madrid, ¿verdad? Todo un baño de multitudes.

Ya lo creo, estuve al lado de Tangana en su concierto del Wizink, todo lo que ha pasado con él y su disco es muy bonito, y la verdad es que disfruté formando parte de aquello, lo sigo disfrutando cada vez que hay ocasión de recordarlo e interpretarlo. Pero nada, justo después, a ensayar y preparar el concierto de Zaragoza, que anda que no tenía ganas ya de ver a mis amigos de esa ciudad hermosa, hasta familia tengo allá.

Usted se ha prodigado bastante por escenarios zaragozanos desde el principio de su carrera. ¿Se ha sentido querido aquí?

Es que con Ketama estábamos mal acostumbrados, no solíamos fallar a muchas fiestas del Pilar, y luego también he seguido viniendo yo. Ya lo creo, nunca me ha faltado cariño en Zaragoza. Los tiempos han cambiado, mucho; mi vida también, claro, y ahora vengo con todos estos muchachos que son familia, a un concierto que más bien es una fiesta, o al menos así lo sentimos cuando nos dan los focos en la cara, y ojalá consigamos transmitir esa alegría a quienes vengan a vernos, que hace falta ahora un poquito de alegría, ¿verdad?

La saga familiar tiene el futuro profesional asegurado desde el presente.

Aquí vienen conmigo a la guitarra Juan Carmona, hijo de mi hermano Juan, que lleva 15 años a mi lado en escena. Su hermanito Lucas hace coros y palmas: Carlos, mi primo hermano, es nieto del Pescaílla, imagínate los genes flamencos de este hombre. Y naturalmente Marina, mi hija, que lleva años viniendo conmigo de gira pero ya tiene material propio y es muy artista. Con nosotros están Antonio Montoya Purri en la percusión, Félix Estévez en los teclados, Kiki Ferrer con la batería y Santi Greco al bajo. Nos juntamos para sacar el alma fiestera, al servicio de la diversión.

Anda usted con la alegría en el cuerpo, también en lo personal.

Ya estoy en plena forma, gracias Dios. Alguna secuelilla quedó de esa experiencia que tuve, pero es algo con lo que debo convivir y no se trata de nada tan severo como pudo haber sido. Dios me trajo otra vez a la vida, que me pude haber quedado ahí, pero sigo adelante, fuerte, con apoyo de los míos, que ha sido y sigue siendo fundamental.

En Lanuza aún se acuerdan de Ketama en la primera edición de Pirineos Sur, y del frío que pasaron ustedes en la prueba de sonido.

Frío bueno, frío bonito –ríe– aunque más duro para mi hermano y para Josemi, que tenían que tocar la guitarra con los dedos helados, menos mal que consiguieron allá saquitos de calor para las manos, de los que usan los esquiadores. Yo me abrigué bien, y listos. Me encantaría volver allá, dejé muchos colegas y recuerdo aquello como una experiencia muy versátil, esas cosas que pasaban en los 90, que te juntabas Ketama con Loquillo y Tahúres Zurdos, y todos contentos.

¿Qué sonará este lunes en Zaragoza? ¿Habrá sitio para la nostalgia y las ‘pequeñas cosas’?

‘Aquellas pequeñas cosas’ es de Serrat, pero creo que le voy a pedir que sea un poco mía también, ¿no crees? Me la piden, la cantan... siempre está en el repertorio. Creo que tenemos una buena selección de canciones. ‘No estamos locos’, ‘Se dejaba llevar’, ‘Problemas’, ‘Vente pa’ Madrid’, ‘Vengo venenoso’... además, las canciones de Marina son una maravilla. Algunos temas más tranquilitos y pausados en las grabaciones los arreglamos para que la fiesta se encienda más. ¡Que no estamos para tristezas! Por cierto, en Zaragoza tendré como invitados a Kase.O, letrista y rapero de volverse loco, y a mi Carmen París, flamenca como la que más, a su manera.

Hablando de Zaragoza, ¿qué le parece la decisión de Enrique Bunbury de dejar los escenarios?

No me lo creoooo... Enrique es carne de escenario, he compartido mucho en los últimos Grammy con él, nos hemos reído cantidad... ¡Está en forma, hombre! Lo admiro, todo un artista. Seguro que lo volveremos a ver en un escenario.

Un amigo de ambos, Robi Draco Rosa, se identifica mucho con ese sentimiento de apurar la vida tras una segunda oportunidad.

Oye, hablaste de un artista grande de verdad. El ‘Ay de ti’ que canto con La Mala en el disco de ‘Vengo Venenoso’ está inspirado por él, mi amigo y referente. Me invitó a cantar en Puerto Rico una vez... y ¡llegó un huracán! Esperó cuatro o cinco días, habló con las autoridades y le reabrieron el Coliseo de San Juan, lo llenó enterito. Es descomunal, todas las músicas las doma;ojalá pueda tenerlo en un disco en directo que quiero grabar.

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