Ainhoa Arteta: "Lo que más me asustó de todo fue perder la voz"

La cantante vasca volverá a los escenarios este domingo en el Teatro de La Zarzuela

Ainhoa Arteta vuelve a los escenarios este domingo en el Teatro de La Zarzuela.
Ainhoa Arteta vuelve a los escenarios este domingo en el Teatro de La Zarzuela.
Eduardo Parra

La cantante Ainhoa Arteta vivirá una jornada de fiesta este próximo domingo en el Teatro de la Zarzuela, en la que será su reaparición sobre los escenarios tras meses en los que estuvo "a punto de morir" por un cólico nefrítico que derivó en un fallo multiorgánico y en la amputación de un dedo de la mano derecha.

"Pero de todo lo que me pasó, lo que más me asustó fue perder la voz por circunstancias médicas", ha confesado la artista en un encuentro con los medios en Madrid para presentar el recital especial en el que compartirá escenario con su gran amigo, el tenor mexicano Ramón Vargas.

A riesgo de parecer "frívola", la cantante vasca ha querido explicar sus temores: "¿Por qué no me siento bien sin cantar? Si han visto 'Avatar', el protagonista se sube a un dragón que lo puede matar o llevarlo a la cumbre. Al juntar los dos espíritus, está como en una simbiosis con el monstruo, que para mí es la voz, que puede ser dura o llevarte a cotas inalcanzables. Es lo que yo siento cuando canto las 'Cuatro últimas canciones' de Strauss".

Arteta (Tolosa, Guipúzcoa, 1964) llegó a estar hospitalizada durante más de un mes y durante seis días en coma inducido. Cuando despertó, le costaba hablar. "El doctor me dijo que había que operar sí o sí. Me daban de 6 meses a un año para recuperarme", ha contado este viernes, a dos días de su reaparición y solo unos pocos meses después de su convalecencia.

"Para ello fue fundamental el amor de mis amigos y familia. Ahí descubres quien te quiere de verdad. Luego, cuando vi que mi voz peligraba, la tristeza era tan monstruosa de llegar a pensar que no volvería a sentir esa sensación, que esos fueron los dos pilares que hicieron que me levantara", ha relatado.

De no haber sido por esa infección, debería haber protagonizado el Concierto de Navidad del Teatro de la Zarzuela y allí mismo haber participado también en el reparto de 'Entre Sevilla y Triana' de Pablo Sorozábal, que estuvo recientemente en cartel.

Allí volvió a verla el director de ese espacio, Daniel Bianco, tras un pase de 'Los gavilanes' y, según ha contado, le pidió: "El día que vuelvas, que sea en este teatro".

Arteta, que lo siente como su "casa", accedió y ahora vive este retorno "con el nervio de la responsabilidad". "En otros momentos me emociono, algo que espero contener el domingo, porque he estado a punto de morir, no solo de perder la voz, y estar aquí es un regalo", ha indicado agradecida.

Para este retorno ha ideado un homenaje a la música española, en el que sonarán piezas de su gran amigo Antón García Abril, para ella "uno de los grandísimos compositores del siglo XX y XXI y un gran amigo con el que hablaba todos los días". "Siempre que lo canto, miro para arriba, por siento que está por ahí", ha contado.

También habrá canción mexicana, sudamericana e italiana, todo con el acompañamiento al piano de Javier Carmena y compartiendo protagonismo con Ramón Vargas, quien ha calificado a su "partenaire" como "un ejemplo para todos".

"El éxito no está solamente cuando estás bien, también en los fracasos superados; nace cuando tú te caes y te levantas. Si hay alguien que tiene una fuerza espiritual y moral de enorme capacidad de recuperación y a quien yo admire, es Ainhoa", ha destacado.

Tras este parón forzoso, Arteta ha reconocido que cada vez valora más la posibilidad de dedicarse a la docencia: "Cuando estás en carrera te queda poco tiempo para ello, pero tengo muy claro que conforme vayan pasando los años, iré implicándome más para pasar el legado que mi generación ha aprendido de los más grandes, como la técnica a largo plazo, y explicar que no por mucho correr se llega antes ni a buen puerto. Esto son carreras de fondo".

En ese sentido, ha protestado porque "ahora a veces a los jóvenes se les obliga a interpretar roles para los que aún no están listos y por eso muchos de ellos se rompen". De ahí que parafraseara algo que una vez le dijo su ídolo, Alfredo Kraus: "A la voz hay que escucharla y nunca obligarla".

"Yo no me voy a callar y reivindico repartos hechos a conciencia, por gente que sabe de lo que va la voz y de lo que cada obra necesita para salir adelante", ha pedido tras lamentar que cada vez se encuentren "repartos desequilibrados, en los que las voces no empastan y algunos ni se escuchan".

En ese sentido, ha manifestado su intención de no apartarse del público ("Soy una persona de escenario, me encanta estar ahí y sentir"), pero sí de ser más selectiva con sus proyectos.

"Trabajo no me falta, pero con la edad ya estás cansada de maletas. No quiero decir que cantaré menos, pero sí que haré solo lo que quiero y cuando quiero, que es parte de la sanidad vocal de uno con la edad. A mí ya no me van obligar a hacer nada que no quiera", ha ratificado Arteta, que se ha felicitado porque en breve cumplirá su sueño pendiente de cantar en el Teatro Colón de Buenos Aires.

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