Redactor de Cultura de HERALDO DE ARAGÓN

Luis Granell, el rastro de tu muerte sobre la nieve

Retrato de archivo de Luis Granell en la estación de la Almozara.
Retrato de archivo de Luis Granell en la estación de la Almozara.
Aránzazu Peyrotau / Heraldo.

Ha muerto en un hospital de Pau el periodista, escritor, activista social y enamorado de los trenes Luis Granell Pérez (Zaragoza, 1948-Pau, 2022) tras sufrir, el pasado 12 de enero, un accidente en la parte francesa de El Portalet. Se desplomó tas resbalar en la nieve, que ocultaba una deslizante una capa de hielo. Granell, apasionado de la montaña, de la naturaleza y del Canfranc, iba con un grupo de amigos de Zaragoza que conocían muy bien la montaña. El impacto fue tan tremendo que ha pasado más de un mes hospitalizado. Y el jueves 17, tras haber sido operado la semana pasada, se produjo el fatal  y tan temido desenlace.

Eva Pérez Sorribes, jefa de informativos de Radio Zaragoza-Cadena Ser, hacía para HERALDO.ES este retrato de su tío: “La primera carta que recibí, con solo días de vida, fue suya. Luis me escribía desde el Sáhara, donde estaba haciendo el servicio militar, entonces obligatorio, y me daba la bienvenida al mundo por ser la primera sobrina de los Pérez. 40 años después cuando él volvió al Sahara y escribió el libro sobre este regreso, tuve ocasión de responder aquella carta escribiendo como periodista la reseña de su libro en HERALDO y fue como cerrar aquel circulo abierto. Con Luis, las conversaciones eran eternas y el aprendizaje siempre inmenso. Añoraré su concepción del periodismo, puro y decente, las excursiones que organizaba para la familia -siempre dispuesto a hacernos andar un trecho más- y su ejemplo de luchador por causas que otros dan por perdidas. Un día como hoy recuerdo una frase suya que entonces me sorprendió y hoy me consuela: ‘la muerte en la montaña, me dijo, es una muerte bonita’”, señala con auténtica emoción

“Luis Granell poseía una formación muy sólida, y llegó al periodismo tras licenciarse en Filosofía y Letras, en la rama de Geografía. Era un monumento de periodista y creo que lo era hasta durmiendo. Era metódico, riguroso, escribía muy bien y era esencialmente valiente. Muy valiente”, dice Eloy Fernández Clemente, catedrático de Historia Económica y cofundador de ‘Andalán’ con José Antonio Labordeta, y gran amigo suyo. Granell fue director de ‘Andalán’, tras Eloy y Pablo Larrañeta, y “en tiempos del plomo, titulaba a mano sobre hoja con letra muy clara. Era un periodista cuidadoso”, explica Eloy Fernández.

Luis Granell Pérez, retratado por su buen amigo Vicente Almazán.
Luis Granell Pérez, retratado por su buen amigo Vicente Almazán (ya fallecido), que solía decir: "Luis nunca pierde el tren".
Vicente Almazán

Luis Granell trabajó en diversos medios: en el vespertino ‘Aragón Exprés’, en ‘Diario 16’, en ‘Informaciones’, en ‘Diario de Barcelona’ y en ‘El Día de Aragón’ y, por supuesto, en ‘Andalán’, que él solía considerar como “su auténtica escuela de periodismo”, del que fue secretario de redacción y director de 1979 a 1981. Solía recordar que vivió con especial dramatismo la intentona golpista de Antonio Tejero del 23 de febrero de 1981. En 2022 se cumple medio siglo de la fundación del periódico.

En ‘El Día de Aragón’ participó en el núcleo de fundadores y fue jefe de Sección de Cultura y Sociedad, en un tiempo especialmente intenso, donde la democracia invitaba a desperezar las rutinas del pasado y abría una espiral nueva de libertades, sueños y rebeldías. En 1983 se incorporó a las Cortes de Aragón, primero como jefe de prensa y luego como jefe de publicaciones, desempeño en el que se jubiló.

Fue un periodista de prestigio, muy activo, y por ello fue elegido presidente de la Asociación de la Prensa de Zaragoza (APA), en 1988, y creó del Centro de Prensa a la par que desplegó una intensa panoplia de publicaciones de periodistas más o menos veteranos. La APA, a la que había dinamizado mucho, le otorgó un premio por su trayectoria profesional en 2012. Y al año siguiente, la Diputación de Zaragoza le concedió la Medalla de Oro de Santa Isabel de Portugal, por su “capacidad intelectual y de trabajo, y su bondad”, entre otros matices

Luis Granell fue, esencialmente, un ciudadano comprometido con su tiempo que se volcó en la ecología y la defensa de algunas causas que parecían perdidas. Fue miembro de la Fundación Ecología y Desarrollo. La reapertura del Canfranc fue una de sus obsesiones, y colaboró en el libro coral ‘Canfranc, el mito’ (Pirineum, 2005). En Comuniter publicó dos libros muy distintos: la novela ‘Desfilaron por Hitler’, que transcurre en París hacia 1943 y 1944 y es el relato de una amistad entre dos jóvenes en una época especialmente convulsa, y ‘Regreso al Sáhara’ (Comuniter, 2020), un libro mestizo hilvanado con sus recuerdos (fue allí recluta durante 15 meses), el aroma del reportaje y la vehemencia de quien se enfrenta a la injusticia o a la inmovilidad de la historia. Se retrató así: "Soy hombre de cosas concretas más que de ideas abstractas. Renunciar a la reapertura del Canfranc sería renunciar a la preservación del Pirineo, a mejorar la competitividad de las empresas aragonesas, a utilizar lo que ya está hecho en lugar de soñar con travesías imposibles, sería renunciar al sentido común que es, creo, de lo que andamos más necesitados".

Luis Granell, que firmó artículos de opinión en HERALDO, supo mezclar siempre el rigor, las convicciones, su invulnerable espíritu de lucha y la dialéctica. Era un gran lector y pertenecía a esa categoría de seres que huyen de los tópicos y de las verdades por real decreto. En las Cortes de Aragón dejó la imagen de un profesional íntegro con un elevado sentido del deber, de lo público y de la pulcritud que debía reflejarse en las pequeñas cosas de cada día. El poeta y narrador Fernando Sanmartín, compañero suyo de trabajo, lo retrata así: "Para mí, siempre perteneció al grupo de los honestos". 

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