LITERATURA. OCIO Y CULTURA

La pasión que soñó, dio y recibió el poeta Ángel Guinda, al que recuerdan sus amigos

En el Día de los Enamorados, medio centenar de poetas leerán textos suyos en el Aula Magna y se presentará su libro de amor ‘El arrojo de vivir’

Ángel Guinda falleció a consecuencia de un cáncer en Madrid el 29 de enero.
Ángel Guinda falleció a consecuencia de un cáncer en Madrid el 29 de enero.
Aránzazu Navarro.

Hoy 14 de febrero es el Día de los Enamorados, el Día del Amor, y en el Aula Magna de la Universidad de Zaragoza, a las 19.00, se presenta el libro ‘El arrojo de vivir (Antología de poemas de amor)’ del recién fallecido Ángel Guinda (Zaragoza, 1948-Madrid, 2022): un poeta, traductor, profesor, editor e intelectual que ha suscitado muchos textos y reportajes en medios aragoneses (el pasado jueves ‘Atónitos huéspedes’ de Aragón TV le dedicaba un monográfico de 36 minutos) y nacionales. En Guinda había distintos poetas o solo un inmenso Poeta filosófico, vitalista y grave que abrazaba diversos temas. Fue, en la línea de su admirado Miguel Hernández, el poeta de la vida, del amor y la muerte. Y en sus versos, estos tres conceptos, tan vastos, convivían con fricción pero también en armonía.

"En Guinda había distintos poetas o solo un inmenso Poeta filosófico, vitalista y grave que abrazaba diversos temas. Fue, en la línea de su admirado Miguel Hernández, el poeta de la vida, del amor y la muerte"

Asomarse a ‘El arrojo de vivir’, de entrada, supone ver la variedad y la versatilidad de su pensamiento y de su sentimiento. Le importaba más la sinceridad que el temor a la cursilería o a la ridiculez aunque use el tono sentencioso; el amor, como las cartas de amor, a veces, en su desmesura o en su transparencia, puede resultar ridículo, vulnerable, patético, sin dejar de ser hondo, pletórico, carnal y también espiritual. Ángel fue un hombre apasionado por la mujer, por la belleza, la inteligencia y la sensibilidad femeninas. Amó mucho, en público (se casó cuatro veces) y en secreto, si hemos de creer en la literalidad de sus versos. Amó desde muy joven, ya en Uncastillo de niño y adolescente, donde vivió instantes que recordaría muchos años después cuando le dieron el Premio de las Letras Aragonesas en 2010, e incluso, según confesión propia, vivió algunas pasiones peligrosamente.

En este libro está todo ello. Está la pasión contra la muerte, como redención, sí, pero también como resistencia. David Francisco, editor de Pregunta, traductor de Pessoa y creador de vídeo, le grabó una película que se tituló ‘La diferencia’, donde Ángel se confesaba y teorizaba. Y están todos esos vaivenes del deseo, del placer, de la carne, el rescoldo gozoso que queda bajo las sábanas y en la habitación cuando llega el amanecer, que es como el instante mágico donde cristalizan los sueños y las certezas. Después de lo que ha pasado de noche, la vida se ofrece segura, ebria de fulgor. La amada posee un don, que es una constante en el álbum de los enamorados de la historia: el poeta suscribe como un acto de afirmación y de reconocimiento: “Tú me has dado el arrojo de vivir”. O, con un prudente condicional que no elude la certidumbre, dice: “Si tú eres lo mejor que me ha pasado” y “Si tú me faltas me sobra todo”.

Ángel Guinda siempre ha reconocido el eco de algunos escritores: Bécquer, Rosalía de Castro y Florbela Espanca; San Juan de la Cruz y Quevedo; el poeta y aforista Antonio Porchia, que dijo: “El amor nace de dos amores y muerte en uno”. Pedro Salinas, Antonio Machado, Miguel Hernández y quizá Mario Benedetti: “Somos pareja pero somos uno”. Poeta social, de denuncia, amigo de los marginados y los de abajo, no se olvida de todos ellos cuando dice: “Salgo del mundo cuando entro en ti”.

La exaltación de la amada es constante y mucha de su poesía amatoria abunda en ello: “Toda la luz del mundo pasa por tu mirada”. O esta maravillosa construcción: “Tu piel es la profundidad de mi deseo”, que se desliza sobre la paradoja

La exaltación de la amada es constante y mucha de su poesía amatoria abunda en ello: “Toda la luz del mundo pasa por tu mirada”. O esta maravillosa construcción: “Tu piel es la profundidad de mi deseo”, que se desliza sobre la paradoja, o el contrapunto, una característica constante de Ángel. En su lírica los opuestos mueven el mundo. “Qué claras noches de placer / han sido/. Que claro amor oscuro”. Es decir, la tiniebla siempre anda rondando, y por ello afirma, o se advierte: “El amor se erosiona por la duda”.

En esta antología de 35 poemas -que será leída y glosada por casi 50 lectores en el Aula Magna en lo que se adivina como un gran homenaje al autor de ‘Vida Ávida’, ‘Claustro’, ‘Caja de lava’, ‘Espectral’ o ‘Catedral de la noche’-, hay composiciones de gran beldad y hondura, directas, simbólicas y más conceptuales, hechas con versos límpidos, precisos e imaginativos. Uno de los poemas más rotundos, más sensuales y hasta narrativos es ‘El placer’, todo un canto corporal de la intimidad con la amada, con sus gestos y con el teatro del erotismo que lleva "al éxtasis carnal". El poema parte del ritual de la espera y se convierte en algo así que podría definirse como la contemplación y la danza del sexo. El amor estará en muchos sitios, nacerá en el cerebro, avanzará como una comezón inefable de caricias y temblores mínimos por la piel, pero en la consumación del deseo se halla uno de los misterios más gozosos el mundo. O eso pensaba Ángel Guinda. La plenitud de la vida en el otro y con el otro. Ese al que Guinda le dice: “Lo imposible posible eres tú”.

Ángel le habla a la amada. O a su compañera de cada instante. Raquel Arroyo Fraile ha sido su cuarta esposa y la compiladora de sus dos últimos libros: sus escritos de arte y este poemario, que recoge versos de varias épocas, incluso de 1978-1979 como ‘Te seguiré queriendo’. Ha sido Trinidad Ruiz Marcellán (su primera mujer, su gran amiga durante cuatro décadas y su editora desde Olifante) quien contó a HERALDO la despedida de Ángel, que estaba obsesionado o quizá angustiado con un detalle: ¿quién le cerraría los ojos? Cuando intuyó que se acercaba el adiós, cogió la mano de Raquel, entornó los párpados y se fue a dormir para siempre. 

En el poema ‘El último deseo’ había pedido en vano: “Que no te enteres nunca de que he muerto”.

Retrato de perfil de Ángel Guinda.
Retrato de perfil de Ángel Guinda.
José Miguel Marco.

UN POEMA DE 'EL ARROJO DE VIVIR'

EL PLACER

Cuando la noche enciende

las estrellas de cera de nuestra habitación,

impaciente, desnudo, recostado, te espero,

abandonado al rito del placer.

Y apareces triunfal, como el deseo:

con chaqueta, con guantes,

falda y suéter ceñidos a tu respiración;

con tacones de aguja,

medias negras de malla,

un pañuelo de seda que rodea tu cuello,

un sombrero de sombras que ilumina tu pelo.

Embriagada de música bailas ante el espejo.

Giras, muy suavemente, gustándote, gustándome.

Miras cómo te miro tu cuerpo de guitarra:

los ojos como un agua violenta pero frágil,

la boca fuego húmedo, los brazos casi alas,

la cintura, el peligro frutal de las caderas,

los incesantes pies.

Sin dejar de moverte,

muy lentamente vas quitándote la ropa

hasta mostrar las dunas de tus hombros, del vientre,

las rodillas, los pechos pequeños y turgentes,

las nalgas y los muslos, el pubis y la espalda,

hasta quedar vestida sólo con tu belleza.

Y todo,

-las palabras obscenas,

los espasmos en cruz de la lujuria,

los flujos y jadeos, el éxtasis carnal-

nos transparenta el alma feliz como un milagro:

la muerte de la muerte.

PRESENTACIÓN CORAL EN ZARAGOZA DE 'EL ARROJO DE VIVIR' 

Bienvenida y presentación: Trinidad Ruiz Marcellán Conduce el acto y lee un poema de Agustín Porras: Reyes Guillén

-Hablan un minuto (máximo): 1 – Miguel Ángel Longás. 2 – Íñigo Linaje. 3 – Luis Tamarit. 4 – Mariano Berges. 5 – Tomás Bosque. 6 – Joaquín Sánchez Vallés. 7 – Nacho Escuín. 8 – Enrique Ester. 9 – Jorge Dot. 10 – Helena Santolaya. 11 – Maribel (Rosendo Tello).

-Vídeo de David Francisco (1 min.)

Recitan un poema: 12 – José Antonio Conde. 13 – Mar Blanco. 14 – Mariano Anós. 15 – Jorge Martínez. 16 – Estela Puyuelo 17 – Adolfo Burriel 18 – Belén Mateos 19 – Fran Picón 20 – Montse Grao. 21 – Lourdes Fajó. 22 – Carmen Ruiz Fleta. 23 – Palas (director campamento Torrellas). 24 – Marta Domínguez. 25 – Javier Fajarnés. 26 – Elisa Berna. 27 – José Malvís. 28 – María José Saenz Rodríguez. 29 – María José Moreno. 30 – Sharif. 31 – Rafael Lechowski. 33 – Octavio Gómez Milián. 34 – Amparo Sanz Abenia. 35 – Magdalena Lasala. 36 – Diego Palmath. 37 – Ricardo Díez Pellejero. 38 – Josema Carrasco. 39 – Aitana Monzón. 40 – Celia Carrasco.

-Vídeo de Ricardo Calero (1 min.)

Hablan un minuto (máximo):

41 – Antonio Domínguez. 42 – Carmen Aliaga. 43 – José Luis Melero. 44 – Miguel Mena. 45 – Hermanos Ruiz Marcellán. 46 – Alfredo Saldaña. 47 – Mariano Castro. 48 – Manuel Martínez-Forega.

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