El restaurador de la catedral de Toledo limpiará en Zaragoza el goya deteriorado

Viajará a la capital aragonesa en la tercera semana de febrero y se ocupará del cuadro en dependencias de museo

Un churretón blanco atraviesa el rostro de Jesucristo de arriba abajo.
Un churretón blanco atraviesa el rostro de Jesucristo de arriba abajo.
Toni Galán

El restaurador de la catedral de Toledo viajará a Zaragoza en los próximos días para ocuparse de la limpieza del cuadro ‘El prendimiento’ de Goya, que forma parte de la exposición que se está celebrando en el Museo de Zaragoza con motivo del 275 aniversario del nacimiento del pintor. Finalmente no será el Museo del Prado quien se ocupe de esa tarea. Así lo aseguraba ayer Antonio Sánchez-Barriga, restaurador de la seo toledana, propietaria de la obra. Será él quien limpie los churretones que presenta el lienzo.

Sánchez-Barriga aseguraba ayer que no se enteró de los daños que presentaba el cuadro hasta que éste llegó a Zaragoza.

"Tiene unas pequeñas manchas muy finas en forma de escorrentía que pasaron inadvertidas cuando estaba expuesto en la catedral, tanto es así que ningún visitante ni miembro de la catedral dio aviso sobre lo ocurrido –relataba–. La obra está colocada en el sitio original para el que fue realizada, embutida con iluminación suave, dentro de una hornacina y a una altura suficiente como para que las manchas no se detecten a simple vista. Tampoco se observaron cuando fue colocada la obra en la caja para su transporte por la persona designada como correo que debe acompañar la obra. Una vez en la exposición se vieron que existían estas finísimas líneas de escorrentías, que hemos achacado a la entrada de unas pequeñas gotas de agua de la ventana superior a raíz del paso por Toledo de la borrasca Filomena".

La tormenta de nieve fue especialmente dura con la capital castellana, hasta el punto de que hubo que cerrar la catedral y, según el restaurador, "aún estamos arreglando algunas bajantes, que se atascaron". La ventana de la sacristía por la que se presume se filtraron las gotas de agua que causaron los churretones, está a 30 metros de altura. "A estas gotas de agua de escorrentía se añadió polvo de la cornisa superior que, al secarse, ha producido el tono blanquecino. Por lo que hemos visto y consultado, el problema es de fácil solución, aunque nosotros no le hemos quitado importancia desde que nos llegó la noticia", aseguraba ayer Sánchez-Barriga.

El restaurador aseguraba ayer que tiene un compromiso ineludible la próxima semana y que debe viajar a Alemania del 10 al 15 de febrero. Así que no será hasta la tercera semana de este mes que venga a Zaragoza para ocuparse del cuadro. "Tengo ya los billetes para viajar –confesaba–. No parece que sea muy compleja la tarea que hay que realizar en el cuadro. Por las fotos que me han enviado no hay daños de importancia y con una limpieza cuidadosa estará todo solucionado. Una vez restaurado volverá al lugar en el que se muestra al público dentro de la misma exposición. Lamento este fallo no detectado en su momento ni por el personal técnico ni por los miembros del Cabildo, ni por el responsable de Patrimonio Histórico Cultural de la catedral, pero en cuanto sea posible y urgentemente se solucionará. Agradezco a quienes han detectado el problema que nos hayan avisado".

‘El prendimiento’ es un cuadro de 300 por 200 centímetros que Goya realizó para la catedral de Toledo en 1788. Forma parte de la exposición ‘Goya y el Grand Tour’, que se celebra actualmente en el Museo de Zaragoza.

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