LITERATURA Y NATURALEZA. OCIO Y CULTURA

José Miguel Navarro: “El Pirineo es mi casa y el solar de mis antepasados”

El escritor y naturalista publica su libro más personal: ‘Un año en el Pirineo’, un diario de las estaciones, en Prames.

Retrato de José Miguel Navarro, en su ambiente: el paisaje a cielo abierto.
Retrato de José Miguel Navarro, en su ambiente: el paisaje a cielo abierto.
Archivo J. M. Navarro.

José Miguel Navarro (Jaca, 1970) es escritor, educador de Medio Ambiente, naturalista y montañero. Es autor de más de una docena de libros, centrado en el universo de los Pirineos. En 2018 publicó un libro fundamental ya: ‘Diccionario. Signos, símbolos y personajes míticos y legendarios del Pirineo Aragonés’ (Prames). Y ahora ofrece uno de sus libros más personales: ‘Un año en el Pirineo. Averiguaciones y disquisiciones de un naturalista curioso’ (Prames).

¿Cómo se planteó ‘Un año en el Pirineo? De entrada, parece un falso diario…

No es un falso diario. Es un diario adaptado. De hecho, todas las actividades, rutas o reseñas que se narran están situados en los lugares precisos donde tuvieron lugar y en la fecha señalada. Llevo desde los 16 años, y en diferentes soportes (desde libretas a un blog y últimamente en Facebook), la contabilidad de todas las actividades realizadas en estas montañas… Esas reseñas, son el origen del libro.

¿Qué significa para usted el Pirineo?

El Pirineo es mi casa y el solar de mis antepasados. El lugar donde descubrí que la naturaleza y la historia no se comprendían una sin la otra. En realidad, es un lugar como cualquier otro en el mundo, pero es el mío. Donde he decidido vivir y donde la naturaleza se me ha mostrado con toda su magnificencia y plenitud.

¿Por qué lo organiza por las estaciones? ¿Es de los aspectos que más se perciben?

La naturaleza es cíclica. Y este aspecto, los hombres la organizaron por estaciones desde que fueron conscientes de ello. Sin duda, es su particularidad más destacada y, por tanto, son las estaciones las que dictaron la estructura básica del trabajo.

Defínanos cada estación. ¿Qué tienen?

El invierno es azul y huele a metal; la primavera es verde con olor de narcisos y aliagas; el verano es dorado con olor a cereal segado y el otoño es ocre, huele a humo de leña y geosmina … Me gusta poner colores y olores a los recuerdos.

Uno de los petirrojos con los que se encuentra José Miguel Navarro.
Uno de los petirrojos con los que se encuentra José Miguel Navarro.
David Naval.

En el libro lo hace. Toca todo tipo de asuntos: flora y fauna, historias del pasado vinculado a las montañas, recuerdos, viajes, descripciones de plantas… ¿Cómo organiza todo ese material?

No hay una organización coherente si no es la meramente temporal. Los temas se suceden y sitúan en función de la época en la que tuvieron lugar siguiendo los apuntes de las anotaciones en los diarios. La variedad de asuntos es porque cualquier espacio natural es así, conformado por elementos bióticos, abióticos y los intangibles que les dieron forma hasta llegar al punto donde el observador los encuentra. No es posible entender estas montañas sin ser conscientes de que todo, lo físico y lo metafísico, lo actual y lo pasado están interrelacionados.

¿Qué es lo que define a un naturalista: la curiosidad o la capacidad de observar? Hay varios textos sobre el hecho de observar en sí mismo…

Ambas. Si no se tiene curiosidad se mira, pero no se ve. Y si se ve y se tiene curiosidad, se observa, se estudia y se trata de entender. La curiosidad es la base y la observación la consecuencia natural y lógica.

¿Qué mitos lo conmueven y tiene constantemente en su cabeza?

Me apasionan los mitos. El Pirineo es riquísimo en patrimonio intangible. Todos tienen relación directa con la explicación de fenómenos o elementos naturales, o la propia percepción subjetiva del territorio por parte del individuo. Normalmente se encarnan en seres a los que se les ha dado diferentes nombres a lo largo de las culturas. Son avatares de arquetipos tan antiguos como la propia mentalidad que los creo y eso nos une a tiempos muy lejanos. Es realmente emocionante ser consciente de eso.

Una de las espectaculares fotos del volumen. "Olas líticas de un mar primigenio", escribe José Miguel Navarro.
Una de las espectaculares fotos del volumen. "Olas líticas de un mar primigenio", escribe José Miguel Navarro.
Rubén Giménez.

En un sentido más íntimo y no sé si mágico, ¿qué quiere contar? ¿Es un místico de la naturaleza? Pienso por ejemplo en el texto de ‘Isún de Basa’.

No me considero un místico aunque, si atendemos a la etimología del término, puedo considerarme un aprendiz que quiere iniciarse en sus misterios. Trato de acercarme a la naturaleza y a su conocimiento de una manera holística, tanto física como espiritualmente. Después de publicar varios ensayos quería escribir un libro sobre emociones, sobre vivencias y recuerdos. Lo que hay reflejado es lo que siento, lo que averiguo y lo que he aprendido. Es lo que soy.

Sus libros son delicados y poéticos. ¿Cómo se plantea la escritura?

Como un mero pasatiempo. No me considero un escritor, pero soy consciente que mis escritos gustan a un perfil amplio de personas. Mientras tenga ideas y haya temas que abordar que me seduzcan y motiven, seguiré haciéndolo.

"Después de publicar varios ensayos quería escribir un libro sobre emociones, sobre vivencias y recuerdos. Lo que hay reflejado es lo que siento, lo que averiguo y lo que he aprendido. Es lo que soy"

¿Cuál es el lugar de la autobiografía o de la vivencia real en el libro?

Como ya le he dicho, es absolutamente autobiográfico. Todos los textos tiene una base real, los protagonistas son o fueron reales y se sitúan en los lugares donde tuvieron lugar.

¿Qué clase de fotógrafo es? ¿Qué lugar ocupa la fotografía en su trabajo?

No me considero un fotógrafo. Soy, más bien, un documentalista gráfico. Me falta la paciencia y el “ojo” que todo fotógrafo que se considere tal, debe tener. Siendo consciente de eso, pedí fotografías a buenos amigos que son auténticas obras de arte. Las mías son meros recordatorios de un lugar o un momento concreto. Si hay belleza en ellas, ésta la aporta el elemento fotografiado.

"Me encantan los sonidos, las sensaciones y, sobre todo, los olores que desprende la noche en medio del monte. Me seduce mucho hacer trabajar la mente pendiente de esos estímulos"

¿Qué es lo más impresionante de los Pirineos, el día o la noche?

De noche, sin duda alguna. Suelo salir a pasear cuando no hay sol. He subido a picos altos de noche para ver amanecer o he esperado en ellos el anochecer para bajar y dejar que los sentidos, que normalmente eclipsa la vista, trabajen. Me encantan los sonidos, las sensaciones y, sobre todo, los olores que desprende la noche en medio del monte. Me seduce mucho hacer trabajar la mente pendiente de esos estímulos.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión