Por
  • Francisco Javier Aguirre

La Orquesta Filarmónica de Luxemburgo: el cultivo de los silencios

La Orquesta Filarmónica de Luxemburgo participó en la Temporada de Grandes Conciertos del Auditorio de Zaragoza.
La Orquesta Filarmónica de Luxemburgo participó en la Temporada de Grandes Conciertos del Auditorio de Zaragoza.
Heraldo.es

Excelente el ‘Súbito con Sforza’, de la surcoreana Unsuk Chin, con el que la Orquesta Filarmónica de Luxemburgo dio comienzo al concierto del martes, día 18, bajo la dirección de Gustavo Gimeno. Armonías contrastadas entre la cuerda, el metal y la percusión, dulcificando las estridencias cromáticas que impone la obra.

Beatrice Rana se ocupó seguidamente de desentrañar la complejidad de la ‘Rapsodia para piano sobre un tema de Paganini’, de Rachmaninov. Decisión y seguridad en la pulsación y elocuentes diálogos con fagot, flauta y oboe en los sucesivos tramos de la pieza. Intervención limpia de los metales en el episodio alusivo a la ‘campanella’, con el arpa desgranando los sentimientos armoniosos en que desembocan el piano y las trompas tras el convulso episodio anterior.

Todo controlado con autoridad por un Gimeno atento al matiz y permisivo con las improvisaciones de la pianista en su elegante fraseo durante la segunda variación. En la tercera, nuevos diálogos con oboe, clarinete y corno inglés sobre los trémolos de la cuerda. Preciso el marco armónico a cargo de los contrabajos hasta el apoteósico final.

Orquesta filarmónica de Luxemburgo *****
Piano:Beatriz Rana.
Director:Gustavo Gimeno.
Obras:Unsuk Chin, Rachmaninov y Franck.

La grandiosa arquitectura de la ‘Sinfonía en re menor’, de César Franck, en la segunda parte, quedó resaltada por una precisa gestión de los silencios entre los temas del primer movimiento, 'Lento', con aceleraciones bien moduladas y una compensada distribución de los volúmenes sonoros entre las familias instrumentales. El segundo movimiento, 'Allegretto', resultó fluido, con la cuerda temperada en su desarrollo concordante con los solistas, destacando el desempeño limpio y sereno del corno inglés. La brillante ejecución del 'Finale, Allegro non troppo', de nuevo con la atinada gestión de los silencios internos, completó una ejecución memorable de la sinfonía de Franck.

Hubo muchos aplausos y dos propinas.

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