Cecilia Bartolomé, Premio de Honor de Los Feroz en Zaragoza: "La ironía y el esperpento son las armas más fuertes"

La cineasta alicantina recibirá el día 29 el premio Feroz de Honor en la gala que se celebrará en la sala Multiusos zaragozana

La cineasta Cecilia Bartolomé, Premio Feroz de Honor, 2022, este viernes en el Ayuntamiento de Zaragoza
La cineasta Cecilia Bartolomé, Premio Feroz de Honor, 2022, este viernes en el Ayuntamiento de Zaragoza
Daniel  Marcos

"Lo que más me interesa del cine es su capacidad para emocionar a la gente, para divertirla. Si tiene un pecado mortal es el de aburrir al espectador". Cecilia Bartolomé se encuentra en Zaragoza para participar en varias actividades culturales. La cineasta alicantina ha sido galardonada este año con el Premio Feroz de Honor, que recibirá en la gala que se celebrará el próximo 29 de enero en la sala Multiusos. El Comité Organizador de los Feroz 2022 ha decidido darle el galardón "por su compromiso de vanguardia con el cine, innovando en sus películas y subvirtiendo los roles femeninos, por su compromiso con el cine y con la sociedad y por dejar en sus películas uno de los retratos más completos de la Transición y las últimas décadas de la dictadura". 

Y a la cineasta le complace y enorgullece este premio, aunque no deja de sorprenderle. "Me he pasado la vida siendo pionera y recibiendo bofetadas -señalaba este viernes-, y ahora me tocan los homenajes. He sido condenada al ostracismo por algunos documentales que tiempo después se han proyectado en La Sorbona". 

Junto a Josefina Molina y Pilar Miró, Cecilia Bartolomé (Alicante, 1940) está considerada como una de las pioneras del llamado Nuevo Cine Español. Graduada en la Escuela Oficial de Cinematografía en 1969 con ‘Margarita y el lobo’, una cinta revolucionaria en la que empleaba el género del musical para hablar del divorcio en la España franquista, reconoce que su paso por las aulas fue decisivo en su trayectoria. "Los creadores que más han influido en mi vida han sido Valle-Inclán y Berlanga. A este último lo tuve de profesor durante tres años y tenía las ideas muy claras. Él me hizo ver que el humor puede servir para contar mejor cosas muy serias, que la ironía y el esperpento pueden ser armas más importantes que la propia narrativa dramática. Esto, que puede parecer subversivo, en realidad no lo es tanto. Es la realidad. Yo nunca he buscado provocar por provocar; simplemente he contado cosas que me parecían normales y luego se ha montado el escándalo". 

En su haber figuras cortometrajes como ‘Carmen de Carabanchel’ (1965) o ‘Plan Jack Cero Tres’ (1967), con un guión coescrito junto a Gonzalo Suárez. Y documentales que hoy son historia de la Transición, como ‘Atado y bien atado’ y 'No se os puede dejar solos'. El contenido crítico de su obra y la defensa de los derechos de la mujer hicieron que padeciera la censura franquista. "El humor molesta mucho más que el drama a los censores y a los guardianes de la virtud y de la moral", asegura. Eso hizo que se pasara al terreno publicitario, aunque a finales de los 90 dirigió ‘Lejos de África’, una obra escrita en colaboración con su hermano, donde narraba su infancia en Guinea Ecuatorial, la antigua colonia española. No se plantea regresar al cine, aunque confiesa que, de hacerlo, habría muchas cosas que le inspirarían. "Me gustaría abordar de nuevo los cambios políticos que ha experimentado el país, contar todos los cambios que ha habido, los nuevos conceptos de la maternidad. Y hacerlo desde un punto de vista 'incorrecto'. Me encantaría contar, desde el humor y la sátira, las contradicciones en las que incurre nuestra sociedad; incluso las de las mujeres en su relación con el hombre".

La Filmoteca de Zaragoza, como aperitivo de los premios Feroz, está proyectando la totalidad de sus trabajos audiovisuales. En la tarde de este viernes, Cecilia Bartolomé acudirá a la proyección de ‘Margarita y el lobo’ y mantendrá un encuentro con el público. La cineasta también participará el día 28 en un coloquio sobre el cine feminista en la Transición, en el que intervendrán, además, Leticia Dolera y las directoras aragonesas Pilar Palomero y Paula Ortiz. A la nueva generación de mujeres en el cine les agradece especialmente su trabajo. "Me parece un esfuerzo titánico el que está haciendo todo el sector, sobre todo cuando constatas que a la última edición de los Premios Goya, en las circunstancias en las que está el país, se habían presentado nada menos que 100 películas. Josefina Molina, Pilar Miró y yo éramos algo exótico en los años 70. Éramos pioneras y se nos trataba como si fuéramos astronautas. Hoy las mujeres que quieren hacer cine tienen que luchar más porque ya no son exóticas. Se ha avanzado un montón, pero hacer cine sigue siendo algo dificilísimo porque es un arte caro y hace falta dinero".

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