Los restos de la antigua ermita de Nuestra Señora del Prado de Fuendetodos, a punto de derrumbarse
Un vehículo ha golpeado una de sus esquinas y los muros han perdido ya varios sillares y amenazan con caerse en cualquier momento
Los restos de la antigua ermita de Nuestra Señora del Prado de Fuendetodos, que ya parecían tener sus días contados, han sufrido una 'agresión' en las últimas horas que los han situado al borde del derrumbe. Según descubrieron en la mañana de este martes los vecinos, algo, presumiblemente un vehículo a motor de grandes dimensiones, ha golpeado una de sus esquinas y prácticamente roto uno de sus muros. En la esquina donde se ha producido el impacto han caído varios sillares al suelo y uno de los muros está a punto de desprenderse.
El alcalde de Fuendetodos, Enrique Salueña, aseguraba este martes que "estamos enormemente preocupados por la situación en la que se encuentran los restos de la ermita, primero por el peligro que supone para los vecinos, y segundo porque son unos restos importantes para el pueblo, muy antiguos, y desde hace tiempo estamos buscando soluciones para darles el valor que en realidad tienen". Y es que los restos de la ermita son de propiedad privada. Salueña dio aviso ayer de la situación en la que se encuentran los vestigios tanto a la Diputación Provincial de Zaragoza como al propietario. "Vamos a ver qué respuesta nos dan porque hay que tomar medidas urgentes", subrayaba.
El edificio ya estaba en una situación muy delicada. Sin tejado, conserva aún tres monumentales arcos góticos, al borde del colapso, y ellos, junto a la puerta de piedra, constituyen los únicos testimonios de su pasado. El edificio es de propiedad privada y su dueño fue autorizado en 2010 a construir una vivienda en él pero desde entonces no ha iniciado las obras. El proyecto obtuvo en su día el visto bueno de la Comisión de Patrimonio.
De la ermita se tienen pocas referencias históricas porque no se han realizado estudios ni documentales ni arqueológicos. Apenas aparece mencionada de pasada por el historiador del arte Cristóbal Guitart en su libro ‘Arquitectura gótica en Aragón’. Está justo enfrente de la iglesia parroquial de la localidad, por lo que cabe suponer que en 1728, cuando se construyó esta, fue el momento en que el templo pasó a manos privadas. En ese año existían en la localidad natal de Goya una gran iglesia barroca, una iglesia antigua, la de Nuestra Señora de los Villares, que se reconvirtió en ermita del Sepulcro, y la ermita de Nuestra Señora del Prado, reconvertida en vivienda. A mediados del siglo XX se quedó vacía, con el paso de los años se perdieron tabiques y divisiones internas y aparecieron los arcos góticos que configuran hoy su esqueleto.
"Fuendetodos querría hacer algo con los restos pero no son de nuestra propiedad. Las medidas que se deban adoptar no admiten ya más demora -subraya Enrique Salueña-, así que vamos a ver qué respuesta nos dan su propietario y las instituciones".
