'No mires arriba': ¿qué opinan los ecologistas de la colleja en Netflix a la inacción ante el cambio climático?

Leonardo DiCaprio y un deslumbrante plantel de estrellas de Hollywood protagonizan esta sátira negra que pone a la sociedad occidental frente a un espejo en relación a determinadas actitudes hacia la ciencia, la tecnología y el futuro del planeta. 

Jennifer Lawrence, Leonardo DiCaprio y Thimotée Chalamet, tres de los protagonistas de 'No mires arriba'.
Jennifer Lawrence, Leonardo DiCaprio y Thimotée Chalamet, tres de los protagonistas de 'No mires arriba'.
Netflix

A punto de terminar el año, Netflix ha vuelto a demostrar su capacidad para situar uno de sus productos en el centro de la conversación pública global. Esta vez lo ha hecho, además ‘con mensaje’ y la inestimable ayuda de una potentísma cartera de estrellas hollywoodienses -Jennifer Lawrence, Meryl Streep, Cate Blanchet-, capitaneada por Leonardo Di Caprio. Él es el protagonista e impulsor de ‘No mires arriba’, una sátira negrísima en forma caricatura de las películas de catástrofes en la que un meteorito amenaza a la Tierra en medio de la inacción general, ya sea por adocenamiento, sectarismo, superficialidad o intereses políticos y económicos.

Con este punto de partida, el director Adam McKay ha puesto en pie una historia que mayoritariamente ha sido vista como una analogía sobre la cuestión del cambio climático, una emergencia en la que DiCaprio está absolutamente comprometido como activista.

Como suele ocurrir, sobre todo cuando algo se convierte en fenómeno de masas, 'No mires arriba' acompaña su repercusión internacional con el correspondiente debate en las redes sociales entre defensores y detractores

Entre tanto ruido, preguntamos a expertos y activistas del medio ambiente en Aragón sobre su opinión al respecto de la película y su eventual influencia en la causa ecologista

Es favorable el juicio de Jorge Bielsa, que ya ha visto la película dos veces. Profesor de Macroeconomía de la Universidad de Zaragoza, experto en sostenibilidad, ecología industrial y macroeconomía ambiental, ve en 'No mires arriba" una analogía ideal" sobre aspectos "fundamentales y muy graves" del momento actual. 

El primero y más importante es, a su juicio, "la relación de la ciencia con la sociedad". Para Bielsa, la película pone en solfa las crecientes "desconexión, desconfianza y desapego" de las sociedades con respecto a los científicos, cuyos descubrimientos acaban reducidos a "una opinión más". Este "relativismo terrible" aparece reflejado en la película en las carnes de los dos protagonistas, DiCaprio y Lawrence, que dan vida a una pareja de científicos cuya verdad probada se choca con todo tipo de muros: la ignorancia, la indiferencia, la 'espectacularización' de la información, el infantilismo de las redes sociales, los intereses políticos y, sobre todo, económicos, encarnados en los gurús de las tecnologías a los que el guion sitúa por encima de Gobiernos y Estados.

Precisamente, este punto es otra de las grandes cuestiones que, según Bielsa, señala 'No mires arriba': "Muestra claramente que dependemos de gente a la que nadie ha votado, endiosada, de la que desconocemos sus motivaciones, incluso con sus propios constructos filosóficos paralelos. En el filme aparecen bien a las claras las consecuencias que tienen el poder del dinero sobre la política".

Por último, Bielsa señala la tercera diana a la que apunta el filme: el trumpismo. Una corriente, a su juicio, que, entre otras cosas, se dedica desacreditar "a los intelectuales y por ende a los científicos, que intenta hacer creer que la gente que trabaja aportando ideas o que tiene inquietudes intelectuales quiere comer el tarro a los demás". Por ello y, en parte, paradójicamente, Bielsa se congratula especialmente del eco que está teniendo el filme: "Habrá cinéfilos o determinadas personas que precisamente por su éxito no la vean como una buena película, pero yo creo que es un excelente altavoz que justamente puede ayudar a huir de esa idea de elitismo que algunos tienen sobre las personas que luchan contra el cambio climático".

Bielsa, incluso, cree que 'No mires arriba' puede aspirar a ser un símbolo contra el cambio climático como 'El gran dictador' lo es contra el nazismo. Muy diferentes son otras opiniones sobre el filme. Hasta el punto de que hay quien duda de que exista una referencia tan clara al cambio climático.

"Creo que es un excelente altavoz que justamente puede ayudar a huir de esa idea de elitismo que algunos tienen sobre las personas que luchan contra el cambio climático"

El decrecimiento: la gran herramienta

En Ecologistas en Acción Zaragoza el filme ha suscitado un buen debate y deciden dar su opinión "de forma coral". Empiezan negando la mayor: "Nos ha sorprendido que en la película no se dé voz a los ecologistas, tal vez por eso una de nuestras compañeras no acababa de entender por que se nos pide opinión de esa película, que no trata para nada de ecologismo".

A juicio de esta organización, "la película, que es estupenda, retrata certeramente la estupidez del ser humano, capaz de ignorar el apocalipsis y entregarse a la locura y la indiferencia. Si lo llevamos a la situación actual, podría hacerse una comparación entre la desafección que causa el meteorito entre esa humanidad descreída y pasota y la que actualmente hay entre toda esa gente, no solo negacionistas, que siguen sin querer aceptar las consecuencias que para ellos mismos y el planeta tiene el cambio climático.

Es una crítica feroz con toques de humor negro de la política americana, las redes sociales, medios de comunicación, la superficialidad de muchos y como se utilizan noticias para su propio beneficio. Aparte de ningunear a la comunidad científica".

Desde Ecologistas en Acción subrayan la necesidad del "decrecimiento" como gran herramienta contra el cambio climático: "No es posible crecer como lo hemos venido haciendo hasta ahora porque el planeta tiene las condiciones que tiene".

Estupidez humana

Tampoco Pedro Piñeiro, director del Festival Ecozine de Zaragoza, ve tan evidente la referencia al cambio climático, aunque “Leonardo DiCaprio es un gran activista al respecto”. A su juicio, el filme reflexiona más sobre “el negacionismo, algo que estamos viendo en esta pandemia”

Piñeiro da por buena la película, cree que "se debe ver", si bien opina que hace gala de una "caricaturización excesiva que hace que en ocasiones pierda fuerza". Añade que está bien señalar los desmanes, pero tampoco es partidario de "demasiado derrotismo".

Faltan aspectos positivos

En esta línea se expresa también Luis Tirado, de SEO/Birdlife Aragón, quien, además de reprocharle su "América-centrismo", echa en falta algunos aspectos positivos que también son una realidad en la lucha ecologista: "La peli expone cuestiones muy reales, como el negacionismo o la inacción política, pero no es menos cierto que en estos años el movimiento ecologista ha formado un tándem con la ciencia que ha permitido ampliar enormemente la conciencia ambientalista a todos los niveles; las oenegés han sido también exitosas a la hora de servir de altavoz a la ciencia". Tirado quiere subrayar también las muchas acciones concretas que ahora el ciudadano medio lleva a cabo en favor del medio ambiente, pero también empresas, políticos... "Algo se ha avanzado", sostiene Tirado, que señala también otros entornos en los que los ecologistas han abierto brecha, como el legislativo y judicial, con sentencias ganadas.

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