entrevista

Julio José Ordovás: "Nunca he pensado que la covid nos fuera a cambiar; desde luego, a mejor, no"

El escritor no confía en que estos meses, ya casi años, de pandemia, tan raros, hayan alentado una producción cultural excepcional próxima a llegar ni en que los gobiernos ahora valoren más a los creadores

Julio José Ordovás, en la biblioteca pública Ricardo Magdalena.
Julio José Ordovás, en la biblioteca pública Ricardo Magdalena.
José Miguel Marco

Por decantación, tendrían que ir apareciendo ya las novelas, películas, series, canciones, obras plásticas... tocadas por lo vivido en la pandemia.

Puede que aparezcan muchas cosas ambientadas en este tiempo, pero no creo que nada sea especialmente valioso. Nunca he pensado que la covid nos fuera a cambiar. Desde luego, a mejor, no; a peor, puede ser.

Pero va a estar ahí, siquiera como escenario de fondo de esas creaciones.

Sí, todos lo hemos vivido de una manera o de otra. Aparecerá reflejado, pero no sé hasta qué punto. Estamos en una época en la que todo el mundo se mira el ombligo. Muchos escritores, en tiempos de confinamiento, escribían sobre sí mismos y lo que veían por la ventana. Para mí, eso tiene un interés muy escaso. Me gustaban más los que han salido a la calle; lo que hizo Gervasio Sánchez, por ejemplo, de ver cómo la gente se enfrentaba a la covid.

¿Usted ha tenido tiempo sobrevenido para la escritura?

No he dejado de trabajar (es panadero) ni un día por la covid. Lo que sí que me permitió, porque yo recorro la ciudad de noche, y de día, a deshora muchas veces, es un acercamiento, una intimidad con Zaragoza, que no había tenido. Recorría a las 3 o a las 5 de la mañana las calles absolutamente vacías. Es triste decirlo, pero la sensación era fascinante.

La cultura aumentó su protagonismo durante los confinamientos, sobre todo como vía de entretenimiento. ¿Ha ganado también en consideración?

Creo que se les ha dado la espalda, por ejemplo, a los músicos; lo mismo que a las salas, a las que se ha abandonado completamente. Se ha visto que la cultura a los gobiernos no les interesa nada. Y a la sociedad, no sé.

La digitalización forzada por la pandemia ¿es una oportunidad?

Vivo bastante al margen de las redes sociales. Creo que somos animales sociales y que nos gusta estar rodeados de gente. Me gusta ir a un concierto, ver a la gente, estar con ella. También creo que un cuadro lo tienes que ver en un museo para apreciar de verdad la pintura. Y no consumo literatura en formato digital, me gusta ir a una librería y hablar con el librero... En torno a los 40 años, uno se da cuenta de que el mundo que fue el tuyo ya no lo es, que es otro. Soy buen lector de libros de memorias y, leyendo a unos y a otros, por ejemplo a Stendhal, a Conrad, ves que esto ha pasado siempre.

¿Cuán importante es la cultura, y cuánto debiera serlo, en Aragón, en el bienestar de la población, en su desarrollo, su identidad?

Siempre he pensado que los libros o la cultura no nos hacen mejores. Si uno se para a pensar, del país más culto del mundo que era la Alemania de los años treinta salió el nazismo... Pero Aragón me parece un territorio maravilloso y Zaragoza es una ciudad en la que cada día estoy más a gusto. Aunque es verdad que Barcelona o Madrid te dan unas oportunidades que Zaragoza no, aquí hay un caldo de cultivo cultural innegable. Si no, no hubieran salido todos los escritores que han salido, ni los ilustradores... No nacen por generación espontánea.

¿Espera, desea, algún cambio para Zaragoza?

Me pasa, como a Fernando Ferreró, el poeta que murió hace unos meses, que Zaragoza cada día me gusta más, que incluso me parece que cada vez hace mejor tiempo… Es una ciudad un poco áspera, pero tiene mucha energía. Aunque sí que es verdad que ahora ves muchos locales cerrados en lo que antes eran talleres o pequeñas tiendas. Una de las cosas negativas de la covid ha sido la compra por internet.

Zaragoza, protagonista de su próximo libro

Julio José Ordovás nació en 1976 en Zaragoza, ciudad donde vive y a la que ha dedicado muchos de sus escritos. Xordica editará el próximo febrero un nuevo libro suyo, ‘El peatón sentimental’, en el que la capital aragonesa es protagonista. 

Tiene listo otro, sin fecha de publicación aún, y uno más a medio escribir. «Si algo nos ha enseñado la covid, es que uno no puede quedarse quieto», dice. 

Como él, decenas de aragoneses de distintos ámbitos reflexionan sobre los tiempos venideros en el suplemento ‘Perspectivas’, que mañana se entrega con HERALDO.

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