Carlos Núñez celebra en las Esquinas el 25º aniversario del disco 'A irmandade das estrelas'

El gaitero Carlos Núñez renueva su vínculo con Aragón con el concierto que realizará este martes, a partir de las 20.00, en el Teatro de las Esquinas de Zaragoza. Será su antepenúltima actuación en este 2021, ya que este miércoles actúa en Boltaña y el jueves se despide del año en el Palau de la Música de Barcelona.

Las visitas del gallego a los escenarios aragoneses son frecuentes y también se ha significado en su defensa de que la jota sea declarada Patrimonio de la Humanidad. Sin ir más lejos, el pasado agosto ofreció en la Ciudadela de Jaca un recital titulado ‘Cantigas de Santa María. 800 aniversario Alfonso X el Sabio’, con un completo programa con reproducciones de instrumentos medievales, construidos e interpretados desde la sabiduría de la música tradicional.

En esta ocasión el motivo que le inspira es diferente. Acaba de publicar un segundo capítulo de su disco más popular, ‘A irmandade das estrelas', que incluye una docena de temas inéditos y colaboraciones con Andrés Suárez, Rozalén, Iván Ferreiro o Glen Hansard.

El músico celebra así los 25 años cumplidos de la publicación del trabajo que volvió a poner de moda la música folk en 1996, con su gaita como gran baza, y del que se despacharon más de 100.000 copias.

En este nuevo álbum interpreta junto a Rozalén el tema ‘Seguidillas del sol y la luna’, con música del catedrático de musicología Álvaro Torrente, hijo del escritor Gonzalo Torrente Ballester, creada a partir de un éxito popular de inicios del siglo XVII.

Andrés Suárez, por su parte, colabora en ‘Cantiga IV’, una de las obras del trovador vigués Martín Códax, tocada con instrumentos de época, mientras que Liam Ó Maonlaí canta en gaélico la ‘Cantiga I’.

Se incluye asimismo ‘Fariña’, con Tanxugueiras e Iván Ferreiro, que este compuso para la famosa serie de televisión basándose en un tema del primer disco de Carlos Núñez, ‘Cantigueiras’.

Un disco clave

Un lanzamiento que está respaldado por esta gira que hoy recala en la capital aragonesa. "Cada concierto es una celebración, una experiencia con mucha energía positiva. De nuestros conciertos se sale con un subidón de energía. Vamos a celebrar los 25 años de ‘A irmandade das estrelas’, un trabajo que cambió un poco el panorama de la música tradicional en nuestro país. Sigo con la misma ilusión con la que comencé en la música", explica.

El intérprete vigués, de 50 años, renueva y reivindica su compromiso con los sonidos celtas que han marcado su exitosa trayectoria. "Yo siempre tuve bastante claro que la música celta podía hacer un montón de tipos de ‘crossover’, desde el rock o el pop, al clásico, la música antigua o el flamenco, pero he dedicado mi vida a ese género sin complejos, sin verla como un nicho pequeño en el que estás cómodo y no te mueves, sino como una base sólida desde la que viajar a todo el mundo y a muchas músicas", asegura.