En 1994, la editorial Xordica nació con el espíritu de apostar por libros de gran calidad literaria, apoyar a escritores emergentes e impulsar grandes talentos de la tierra. Y es precisamente esa labor y esa dedicación constantes las que la han hecho merecedora del Premio a la Promoción de las Letras. "Es una enorme alegría y un reconocimiento al trabajo que llevamos haciendo casi 28 años en el mundo editorial", afirma Chusé Raúl Usón, propietario y fundador de la compañía.

Esta editorial ha sido una importante plataforma para muchos aragoneses que comenzaron a escribir a mediados de los 90 y principios del siglo XXI, y seguro lo será también en el futuro. "En Aragón tenemos una envidiable riqueza paisajística, así como un patrimonio artístico espectacular – incide Chusé Raúl Usón-. Pero la mayor fortuna que tenemos son las personas. Vivimos en un territorio muy grande, pero somos muy pocos. Nos hace falta querernos un poco más y creérnoslo. De aquí han salido grandes figuras como Goya, María Moliner, Joaquín Costa, Buñuel, Miguel Servet… Es fundamental apoyar a los nuestros; eso es lo que tratamos de hacer desde Xordica". Entre sus proyectos de futuro destaca la traducción al aragonés de la obra cumbre de Irene Vallejo, ‘El infinito en un junco’, que planean sacar el 23 de abril del próximo año.

Lo que comenzó siendo una manera de ganarse la vida para su fundador, ha terminado siendo un enorme proyecto para el mundo de la literatura. Desde pequeño, Chusé siempre se había sentido atraído por el mundo de los libros y, aunque iba para profesor de instituto, decidió dar un giro para adentrarse en el mundo editorial.

En sus propias palabras: "Desde el primer momento, quisimos transmitir nuestro amor a la hora de hacer los libros. Por ello, además de su calidad interna innegable, cuidamos las portadas, el diseño y todos esos detalles que los grandes lectores saben valorar. Detrás de cada uno de nuestros ejemplares hay mucho trabajo y mucho cariño".

La filosofía de Xordica radica en su forma de entender las artes, la cultura y, en especial, la literatura. "En los libros está todo; son la sabiduría, la imaginación y la libertad. Con ellos podemos viajar a mundos donde jamás hemos estado sin movernos de sofá. Nos otorgan conocimientos que nos invitan a pensar y a reflexionar sobre el mundo que nos rodea. Nos hacen más críticos y también más felices. Por eso lo primero que hacen las dictaduras es prohibir, quemar y destruir los libros. Son bienes imprescindibles y, a la par, mágicos, en la cultura universal", concluye Chusé.