En la cabeza del genial Kubrick

Llega al Círculo de Bellas Artes de Madrid una muestra que recorre la filmografía del genial cineasta, autor de cintas como 'La naranja mecánica' o 'El resplandor'.

El pasillo dedicado a '2001: una odisea en el espacio'.
El pasillo dedicado a '2001: una odisea en el espacio'.
EFE

Era un perfeccionista, un humanista, un director de géneros, un cineasta con una mirada especial y abierta al mundo, un innovador y, con toda probabilidad, el director que mejor documenta el paso del cine clásico al moderno. Con solo trece largometrajes en su haber, Stanley Kubrick (Nueva York, 1928 - Childwickbury, Reino Unido, 1999) revolucionó el séptimo arte con propuestas que, a día de hoy, siguen siendo actuales.

Ahora llega al Círculo de Bellas Artes de Madrid 'Stanley Kubrick: The Exhibition', una muestra con más de seiscientas piezas del universo del artista entre fotografías, atrezzo, planes de rodaje, cámaras, objetivos, maquetas, claquetas, guiones, cuadernos de notas, ilustraciones, storyboards, correspondencia y vestuario, así como una cuidada selección de material audiovisual.

La retrospectiva es esencialmente la misma que ya estuvo en Barcelona en 2018 y que en su periplo internacional por ciudades como Los Ángeles, Seúl, Toronto, Berlín o Londres, ha recibido más de un millón y medio de visitantes.

Donde sí ha habido cambios ha sido en el discurso expositivo de la muestra, que se aleja del orden cronológico que coordinaba la propuesta anteriormente. Isabel Sánchez, comisaria de la misma, ha sido la encargada de estructurar la exhibición en dos partes.

La primera, dispuesta en la sala Goya, busca «entrar en la mente del genio», explica, a través de los aspectos temáticos y formales que el cineasta abordaba -el deseo, el espacio y el tiempo, el humor, la guerra...-, centrándose en sus inicios y empezando por sus primeros trabajos como fotógrafo para la revista 'Look'. Retratos de Frank Sinatra o el boxeador Rocky Graziano conviven con un cuaderno personal de Kubrick con anotaciones sobre el montaje de 'Atraco perfecto', una misiva felicitándole por la divertida '¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú', su gusto por el ajedrez o una completa selección de objetivos de cámara. Ahí está, por ejemplo, el que diseñó la NASA para que Kubrick pudiera rodar las escenas de 'Barry Lyndon' con la única iluminación de la luz de unas velas. «Quería llevar al espectador al siglo XVIII», apunta Sánchez al respecto.

Precisamente en esta sección se encuentra un apartado dedicado a aquellas películas en las que el genio estadounidense trabajó con ahínco pero que finalmente no vieron la luz. Diversos bocetos de 'Inteligencia artificial', la película que Steven Spielberg acabaría llevando buen término en 2001, dan paso a la exquisita documentación en torno a Napoleón que el cineasta atesoraba. «'Napoleón' fue su proyecto soñado. No solo le llamaba la atención como estratega sino también por cómo el tema de las emociones le hizo fracasar en muchísimos sentidos», dice la comisaria. Cuenta Sánchez que llegó a tener una biblioteca tan impresionante acerca del personaje que pudo reconstruir su vida «día a día». También están disponibles fotografías con localizaciones de 'Los papeles arios', así como un completo plan de rodaje para esta historia acerca de una mujer y su sobrina intentando escapar del holocausto.

La exhibición cuenta aquí con un añadido y es el viaje que Kubrick, un cineasta que apenas salía de Reino Unido, realizó a Madrid tras dar por finalizado el plan de rodaje de 'Espartaco', para completar la película con nuevas secuencias.

La segunda parte de la muestra, ubicada en la sala Picasso, es una experiencia más sensorial que lleva al visitante por los pasillos del hotel Overlook de 'El resplandor' -ahí están la maqueta del laberíntico jardín, los vestidos de las gemelas Grady, la puerta con la palabra 'Redrum' o la máquina de escribir de Jack Torrance-, la nave de '2001: una odisea en el espacio', con el disfraz de simio de la película y la claqueta, o el Korova Milk Bar donde Álex y sus secuaces planean sus noches de ultraviolencia en 'La naranja mecánica', con una de las mesas utilizada en la película.

«Queríamos introducir a los visitantes en el universo de Kubrick a partir de 1968, cuando comienza a tener todo el control de su obra desde el principio hasta incluso los doblajes», cuenta la comisaria. La indumentaria utilizada en películas como 'La chaqueta metálica' o 'Barry Lyndon' está presente en esta parte de la exposición que cierra con la enigmática 'Eyes Wide Shut'. La muestra permanecerá abierta al público hasta el 8 de mayo de 2022 y la entrada cuesta 14 euros.

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