Por
  • Luis Alfonso Bes

‘Cantata Aragón’, rescatada tras un siglo

La Orquesta Reino de Aragón, en el Auditorio de Zaragoza, de donde es formación residente.
La Orquesta Reino de Aragón, en el Auditorio de Zaragoza, de donde es formación residente.
H.A.

Han sido más de cien años. La ‘Cantata Aragón’ volvía a sonar en Zaragoza tras permanecer 102 años en el olvido, y lo hacía interpretada por la Orquesta Reino de Aragón (ORA) y la Rondalla Cuatro Acordes en la gran sala del Auditorio. La obra que Tomás Bretón estrenó en 1919 arrancaba con expresión poderosa de fanfarria jalonada por el campanólogo, cediendo luego la voz cantante al coro adulto e infantil, que combinó exitosamente pasajes vocales de melodía lírica con otros de hechura épica y tempestuosa. Así fue en ese final de exaltación musical contundente, donde el director Ricardo Casero, no obstante, se atuvo a la prescripción de Bretón de «no tocarla a la manera brillante».

ORQUESTA REINO DE ARAGÓN ****
Programa:Cantata Aragón’, de T. Bretón, y piezas de óperas y zarzuelas de T. Bretón, R. Chapí, J. Serrano, G. Giménez, F. Chueca, M. Fernández Caballero y J. Serrano.
Cantantes: Carmen Solís y Sergio Escobar,
Intérpretes:Coro Amici Musicae del Auditorio, Rondalla Cuatro Acordes y Orquesta Reino de Aragón. Director: Ricardo Casero.

Al conjunto coral se sumaron las voces solistas de Carmen Solís y Sergio Escobar, soprano y tenor, y todos se beneficiaron de la sonoridad expansiva de la ORA, tanto en la mencionada obra de Tomás Bretón como en la selección de piezas de su ópera ‘La Dolores’. En su preludio presenciamos un buen papel de las maderas, liderando el ritmo ternario de jota a toda la orquesta, y luego Sergio Escobar atacó ‘Henchido el alma’, de cuya partitura extrajo toda la expresión que pudiera contener. El toledano acometió con arrojo la popular ‘Gran jota’ tras una lograda interpretación orquestal del brillante pasaje contrapuntístico, y asumió con bravura el duro reto de cantar la jota por excelencia en la capital de Aragón. Escobar sacó adelante ‘El dúo de la africana’ junto a Carmen Solís, aunque ese ‘dilo por favor…’ lo articuló transportado (y gritado) a la octava alta.

Carmen Solís, algo limitada en los graves, mostró sensibilidad y buen fraseo en sus números, especialmente en ‘Sierras de Granada’, de G. Giménez, donde la escuchamos cómoda y muy expresiva, rasgos que también había mostrado en las obras de Tomás Bretón.

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