libros. ocio y cultura
Un libro de 70 autores rinde homenaje a Agustín Sánchez Vidal como lector de imágenes
'Imago mundi. Álbum del tiempo'se presenta hoy en el Paraninfo de Zaragoza. Colaboran Saura, Serrat, Fernando Aramburu, Irene Vallejo, Altarriba...
"Yo me considero, por encima de todo, un contador de historias, como esos que frecuentan los zocos árabes. Esa es mi inclinación natural…", le hace decir Agustín Sánchez Vidal (Cilleros de la Bastida, Salamanca, 1948) a Orson Welles en su novela ‘Quijote Welles’, y la profesora Amparo Martínez Herranz considera esa declaración un perfecto autorretrato del investigador y escritor, galardonado con el Premio de las Letras Aragonesas en 2016.
Amparo Martínez, especialista en cines y teatros de Zaragoza, en Goya y Luis Buñuel, es la coordinadora del libro coral ‘Imago mundi. Álbum del tiempo’, de homenaje al autor de ‘La llave maestra’, que publica Prensas Universitarias de Zaragoza y que se presenta el lunes 13 de diciembre, a las 19.00, en el Paraninfo. "El mundo de Sánchez Vidal es un mundo abierto, en el que todas la realidades, disciplinas y saberes están conectados. Un mundo marcado por la curiosidad infinita, por el disfrute de aprender constantemente y por el entusiasmo por disfrutar de cada cosa, la recién descubierta o la ya conocida desde la infancia. Un mundo en el que no hay saberes mayores o menores y en el que todas las realidades la artística, la literaria, la personal o la cuántica, están integradas", señala.
El libro se llevó en secreto durante más de un año. Entre los firmantes figuran escritores como Irene Vallejo, Fernando Aramburu, José María Conget, Ana Alcolea y Mariano Gistaín; directores de cine y guionistas como Carlos Saura, Paula Ortiz y José Luis García Sánchez; cantantes como Gabriel Sopeña y Joan Manuel Serrat; especialistas en los tebeos como Antonio Altarriba; historiadores como Gonzalo M. Borrás (ya fallecido), Guillermo Fatás, Pedro Rújula, Eliseo Serrano y Joaquín Casanova; cinéfilos como Bernardo Sánchez o Luis Alegre; críticos de música como Matías Uribe. Y por supuesto muchos de sus compañeros de la Facultad de Letras de la Universidad de Zaragoza: Túa Blesa, José Luis Calvo Carilla, Jesús Rubio, Juan Carlos Lozano, Ana Isabel Álvaro… La lista de colaboradores se alarga hasta las 70 voces.
Enciclopedia de saberes
El volumen, de casi 600 páginas, tiene algo de enciclopedia de saberes alrededor de un lector de imágenes. "Lo primero que buceamos es que el libro reprodujese la forma de mirar y entender el mundo y la cultura que nos ha contagiado Agustín Sánchez Vidal, en la que todos los saberes, las disciplinas y las formas de hacer y de contar estaban integradas. Además, queríamos que el libro respondiese al espíritu cuidadoso del homenajeado, al que le interesa todo y es capaz de ahondar en cada uno de los temas en los que se centra sin miedo al esfuerzo o a salirse de su espacio de confortar", explica Amparo Martínez.
A pesar de ser un libro colectivo, de miradas de procedencia tan distinta, se ha buscado una unidad. "Nos preocupaba mucho que el libro tuviese un hilo conductor que le diese unidad, porque esto es algo que también hemos aprendido de Agustín, que da lo mismo hablar de una neurona o valorar y analizar un castor: para hacerlo es siempre imprescindible convertirse en un narrador que ayude a entender mejor el mundo. Y ese hilo conductor fueron las imágenes que construyen el mundo". Entre esas imágenes hay de todo: pictóricas (de Durero, de Antonio Bisquert, de Brueghel, Fragonard, Goya, por supuesto, referido en varias ocasiones), arquitectónicas (el castillo de Montearagón, el claustro de San Pedro de Huesca), cinematográficas (se alude a películas de Luis Buñuel, Florián Rey, Bigas Luna, Jean Renoir), históricas, científicas, fotográficas, tiras de cómic, etc.
Matiza Amparo Martínez: "En el libro hay de todo: cosas personales, creaciones, complicidad, trabajos sesudos... Partiendo de la idea de las imágenes que nos cuentan historias, las hay de todo tipo. Desde una pintura rupestre hasta videocreación, lienzos, fotografías, mapas, grabados, fotogramas, planos, radiografías, partituras o un electrocardiograma. Porque son las imágenes con las que convivimos habitualmente y son nuestros instrumentos de trabajo o la forma en la que entendemos la realidad y nos explicamos el mundo. Nuestro particular ‘Imago Mundi’".
Con los textos en la mano, Amparo Martínez se dio cuenta de que "era posible componer un álbum, a medio camino entre los álbumes científicos de mapas o de anatomía y los de cromos que coleccionábamos siendo pequeños. Y que, ordenando esas imágenes cronológicamente, todo adquiría sentido, porque servía para apreciar la función que cada una de las imágenes tuvieron en el tiempo en el que fueron construidas. A la vez nos permite apreciar los cambios en la función, en la técnica y en la lectura de las imágenes a lo largo del tiempo".
La coordinadora de este volumen repleto de imágenes, entre ellas los dibujos de Carlos Saura o de Cajal o grabados de Goya, va algo más allá y concluye: "‘Imago mundi. Álbum del tiempo’ es una suerte de álbum de familiar colectivo, con el que explicar de dónde viene nuestra manera de mirar, algo que Agustín ha contado magnifícamente en textos suyos como ‘Genealogías de la mirada’". José Luis Puerto le dedica un poema y un perfil al homenajeado.
