La pandemia les hizo la puñeta a Los Drunken Cowboys, como a muchos artistas, y la publicación de su disco ‘Invocatio Ad Deos Etilicorum’ no tuvo el impacto que merecía. Tampoco pudo desquitarse con una buena gira de conciertos, donde el grupo aragonés despliega su música de raíces americanas aderezada con punk, rock, reminiscencias irlandesas y todo aquello que suene a diversión dentro y fuera del escenario. De todo ello dará cuenta el sábado a las 12.00, en el Rock & Blues Café (entrada libre), en Zaragoza. Sobre el ‘dress code’ para esta cita, el grupo informa de que el atuendo recomendado es "de carácter náutico". "En la López hicimos algo similar y entraron 30 personas disfrazadas de gallinas", recuerda Juancho Rubio, voz, armónica y banjo en la banda.

"A lo largo de nuestra carrera siempre hemos procurado organizar conciertos que años después se recuerdan por encima del resto. El sábado vamos a celebrar el final de una era oscura, el duodécimo aniversario del grupo y la salida de un cuarto disco que un 27 de marzo de 2020 solo pudo salir al balcón de nuestros hogares. Se celebra todo a la vez y es por eso que se va a grabar en audio y en vídeo para dejar testimonio de este momento", añade.

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Antes de la pandemia estuvieron muy cerca de tocar en un festival en Austin (Texas, Estados Unidos) y de nuevo la intención de cruzar el charco parece estar cerca. "Si todo va bien, en 2022 formaremos parte del cartel de un festival con un aforo de 50.000 personas diarias -revela-. De momento, es cuanto podemos decir. Sería muy bonito para unos chavales que descienden de la España vaciada".