El mundo funko: cuando haces 'pop', no hay 'stop'

El zaragozano Adrián, del canal de YouTube Funkos for Every Body, cuenta cómo pasó de una figura que le regalaron a coleccionar más de 450 funkos.

Colección de 455 funkos de un zaragozano.

A Adrián siempre le habían gustado las películas de Superman y hace un par de años su novia le regaló un funko de este superhéroe. Hasta ese momento los había visto en tiendas y por internet, pero cuenta que nunca le habían llamado especial atención. "Empecé a indagar y a investigar en este mundo que es surrealista", rememora este zaragozano. Ahora atesora 455 funkos y sube vídeos dedicados a estas figuritas a su canal de YouTube, donde suma miles de seguidores.

Los graba en el salón de su casa. En una de las paredes se apilan cientos de funkos, uno encima de otro. Bella y Bestia, Buzz Lightyear y Woody, Ariel, Aurora, Tiana… y muchos otros protagonistas de Disney. También asoman personajes de otras películas, como de 'El Mago de Oz' o de 'Harry Potter'. Tanto 'rides' como 'movie moments', que son escenas de filmes. "Busco que me recuerden a ese momento de la infancia o que lo haya pasado tan bien. O a personajes de una serie que me ha acompañado durante tantas temporadas –sostiene-. Lo que quiero es que me transmitan algo cuando los vea".

La colección de Adrián está dividida en dos casas. Hay coleccionistas que los guardan en cajas, como es el caso de este zaragozano, y otros que deciden sacarlos. Él prefiere conservarlos en su caja porque les protege del polvo y porque el almacenaje es más sencillo. "Sin caja pierden en torno al 60% de su valor", comenta Adrián.

El precio de un funko varía. El precio estándar son unos 15 euros –lo que lo convierte en un regalo cómodo-, sin embargo, si se trata de una edición especial o es un molde más antiguo, adquiere más valor. En tiendas como Taj Mahal Comics, en la avenida de Juan Pablo Bonet de la capital aragonesa, han percibido cómo ha aumentado el interés por estas figuras en los últimos años. "Buscan lo que está en la televisión o series que se emiten en plataformas", apunta Enrique Fernández. Hace alrededor de una década llegó el primero y desde entonces ha sido una suma continua.

Este es uno de los 'cotos' a los que acuden los coleccionistas de funkos. "Ir de compras se llama ir de caza y se busca lo que más gusta, se lucha por conseguirlo", agrega. “Me gusta mucho, sobre todo, comprar en Zaragoza para apoyar a las tiendas y que esto no desaparezca de cada ciudad. También es verdad que aprovecho las ofertas de páginas web", comenta. A pesar de que en la capital aragonesa se puedan encontrar en muchos establecimientos, tienen más fuerza en comercios de Madrid o Barcelona. "También está la segunda mano, donde hay gente que ha llegado a comprar piezas a 2.000 y 3.000 euros”, añade el coleccionista. Entre los compradores de funkos se encuentran diversos perfiles: los inversores, a los que les gustan y a los que les gustan y de paso invierten.

La forma de coleccionar cambia, incluso a lo largo de una trayectoria. "Al principio buscaba las ediciones limitadas y también compraba los que me gustaban, pero ahora es al revés, me interesan los que me gustan y menos de edición limitada", explica. De edición limitada son, por ejemplo, los que venden en el parque de Disney de Orlando.

"El objetivo es seguir pasándomelo bien, seguir disfrutando con este 'hobby', con este entretenimiento.  Y que me aporte cosas positivas y me ayude a pasar un buen rato y a desconectar del día a día. Gracias al canal de YouTube he podido mandar mi mensaje internet", concluye Adrián.

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