Partitas para violín con historia
El concierto celebrado el martes a cargo de Manuel Guillén, desde hace un año catedrático de violín en el CSMA, consistió en un homenaje a Antón García Abril, fallecido hace muy pocos meses, a través de una de sus obras menos conocidas, las ‘Seis partitas para violín solo’, compuestas en 2019.
El intérprete hizo una documentada exposición del origen de esta obra, que enlaza con la notabilísima violinista Hilary Hahn. En un recital ofrecido en Madrid, incorporó ella una obra de García Abril, lo cual estableció entre ambos una relación artística que se consolidó con el encargo de Hilary de la obra de referencia.
Las composiciones ‘Heart’, ‘Immensity’, ‘Love’, ‘Art’, ‘Reflective’ y ‘You’, corresponden en acróstico al nombre de la artista. El intérprete las fue desgranando de manera intensa e impecable, con pausa de segundos entre cada una de ellas.
El concierto supuso el estreno en Aragón de esta singular faceta del músico turolense, en la que utiliza procedimientos del pasado, transferidos a la mentalidad actual. Hay un trasfondo de las ‘Partitas’ de Bach, conjugadas con la concepción autónoma del autor.
En la obra se evidencia la madurez de un creador que ha dejado huella perenne en la historia de la música. La inspiración de ‘Love’ evoca lejanamente motivos folclorizantes, que tal vez proceden del flamenco. El episodio ‘Art’ parece un retrato de la calma después de la tempestad.
Sin embargo, hay que señalar que no existe un intento programático o narrativo en las obras de García Abril, sino una búsqueda de armonías, cromatismos y desarrollos temáticos que no renuncian a la melodía, uno de los planteamientos básicos en su trabajo compositivo.
El intérprete estuvo muy concentrado, resolvió con autoridad los retos que plantean buena parte de las ‘Partitas’ y obtuvo largos aplausos tras su actuación.
