ARTE Y LITERATURA. OCIO Y CULTURA

Félix Teira: "Estoy entre dos monstruos: William Shakespeare y Goya"

El escritor de Belchite presenta el cuento 'El nieto de Goya', ilustrado por Vera Galindo, y una novela sobre la ambición: 'Fuego frío' (PUZ)

Félix Teira regresa a la literatura con su amado Goya y con una novela familiar sobre la ambición.
Félix Teira regresa a la literatura con su amado Goya y con una novela familiar sobre la ambición.
Raquel Labodía.

Había hecho un libro sobre Goya que publicó el Gobierno de Aragón. ¿Qué se le quedó en el tintero? 

Cuanto más te acercas a Goya más quieres saber. La dimensión artística es inconmensurable, ya que abre las compuertas de todo el arte contemporáneo: impresionismo, expresionismo, surrealismo... Pero el lado humano es fascinante: un vitalista que se sobrepuso a la enfermedad y a la guerra. Ayudó a su madre, colocó a sus hermanos, le consiguió casas y rentas a su hijo y a su nieto... Y dejó una estela de amigos en todos los ambientes en que se movió.

¿Cómo definiría la relación entre Goya y su nieto Mariano?

El pintor tuvo siete hijos que se le fueron muriendo dolorosamente. Por eso volcó su afecto en el último que sobrevivió, Javier, y en su nieto Mariano, al que adoraba. Todas las cartas que conservamos desde Burdeos hablan del deseo de verlos. A su hijo le cedió la casa de cuatro plantas en la calle Valverde, a Mariano le donó la Quinta del Sordo y le procuró una renta vitalicia.

Es un cuento ilustrado Vera Galindo  que ha publicado la Comarca de Belchite y se presenta el 24 de octubre en el Paraninfo, a las 19.30. ¿Cómo va cambiando Goya?

El estrecho contacto con las mejores cabezas ilustradas (Jovellanos, Meléndez Valdés, Moratín...) le procuraron una mirada crítica que sustanció en los Caprichos, que le originaron problemas con la Inquisición. A partir de los cincuenta años surge un Goya diferente, tan lúcido como genial. Vera Galindo ha ilustrado el cuento con muchisimo gusto. Hay paginas preciosas, como la de San Antonio de la Florida, con los dos chiquillos en la barandilla. Es una golosina visual.

"Vera Galindo ha ilustrado el cuento con muchísimo gusto. Hay páginas preciosas, como la de San Antonio de la Florida, con los dos chiquillos en la barandilla. Es una golosina visual"

¿Por qué sentía esa irresistible atracción por el niño, por el adolescente, el deseo de retratarlo?

El cuento comienza en 1815, un año aciago para Goya. Ha acabado la Guerra de la Independencia y ha vuelto el absolutismo de Fernando VII. Goya tiene que pasar por dos tribunales, acusado de mal español y de haber pintado La maja desnuda que le encargó Godoy. El único que le da alegrías es ese nieto travieso que retrata por segunda vez en esta época.

Félix hace unos días, en la calle Azoque, donde suele tomar café y practicar la tertulia.
Félix hace unos días, en la calle Azoque, donde suele tomar café y practicar la tertulia.
A. C.

Se ven las paradojas de Goya, su difícil relación con el poder. ¿Fue un rebelde, subversivo, o se acomodó también a los poderosos?

Su arte a partir de los cincuenta fue totalmente subversivo. Pero en su tiempo fue desconocido. 'Los caprichos' y 'Los desastres de la guerra' se publicaron décadas después de muerto el pintor. Los cuadros 'El dos de mayo' y 'Los fusilamientos' estaban semiocultos en un pasillo del Prado. De 'Las pinturas negras' nadie supo nada hasta muchos años después.

Ha vuelto a la novela, con Shakespeare en la cabeza. ¿Por qué estas pasiones, que van desde la indiferencia y la suspicacia a la ambición?

Ahora que lo menciona, me muevo entre dos monstruos. La obra de Shakespeare y la de Goya siguen irradiando seducción sobre el presente.

Cita a 'Hamlet' en un momento determinado, pero quizá también haya pensado en 'Macbeth', ¿no?

Escribir sobre la ambición después de 'Macbeth' parece pretencioso. La ambición legítima es un impulso creador y vital. Sin ambición no hay artista. Pero la ambición corrosiva que no se detiene ante los medios para conseguir sus fines es destructiva, como ocurre en Macbeth. Y como le ocurre a uno de los protagonista de 'Fuego frío', el libro que acabo de publicar en Prensas Universitarias de Zaragoza, en una colección que dirige el profesor José Luis Calvo Carilla.

¿Qué sucede en el interior de una familia como la de esa ficción?

En cualquier familia hay un armario oscuro donde se esconden las miserias, casi siempre motivadas por la lucha por el dinero. ¡Cuántas familias corren el peligro de descomponerse ante un testamento, sobre todo si contiene una cláusula envenenada como en la novela!

Los personajes más atractivos, no fácil de identificarse con ellos, son los jóvenes Arturo y Carla... ¿Ha querido que la juventud anime un mundo viciado, lleno de heridas?

En el diseño de los dos personajes jóvenes he jugado con las dos facetas que anidan en cualquier persona. Los sueños de Arturo se deslizan hacia la fortuna que le espera, un cambio de vida inminente, real, que le llevan a desear que se cumpla la condición maligna. En cambio Carla procura olvidar la herencia, aunque las maquinaciones de su primo le arrasarán la vida.

Y el hombre que todo lo puede es el abuelo Eloy. ¿Es la caja de Pandora?

Como dice José-Carlos Mainer, una novela es un artificio que, desde la comodidad impune de tu sillón de orejas, te enfrenta a un dilema moral. ¿Qué harías tú, lector, si un abuelo en el lecho de muerte te prometiera una gran fortuna cuando se cumpla una condición terrible? ¿Desearías que se cumpliera la condición? El abuelo repite que una persona tiene derecho a todo. ¿Y por qué no?

"Como dice José-Carlos Mainer, una novela es un artificio que, desde la comodidad impune de tu sillón de orejas, te enfrenta a un dilema moral"

¿Por qué se enojan tanto las familias ante un testamento y se quebrantan los afectos, los recuerdos, la vida en común?

El "poderoso caballero" continúa desde los tiempos de Quevedo dando calidad al noble y al pordiosero. Doblón o sencillo hace todo cuanto quiero. Puede quebrantar afectos y lealtades. Continuamente leemos en la prensa casos de corrupción, incluso en gente que nos parecía honrada. Será siempre una tentación para el ser humano.

¿Pesan más en el ser humano los malos sentimientos?

Los humanos somos un barro de diversas arcillas. Un barro compuesto de clemencia, crueldad, sentimientos ruines y gozosas manifestaciones de bondad. Esa es nuestra grandeza y nuestra miseria. Y esta condición mestiza es la que exploran las novelas.

Detalle de la portada del libro de Félix Teira y Vera Galindo.
Detalle de la portada del libro de Félix Teira y Vera Galindo.
Vera Galindo/Comarca de Belchite.
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