La salud obliga a Charlene de Mónaco a retirarse de la vida pública

La princesa será la gran ausente del Día Nacional del principado el próximo día 19, donde su presencia era esperada.

Charlène de Mónaco y el príncipe Alberto, el pasado 19 de noviembre. Efe
Charlène de Mónaco y el príncipe Alberto.
Efe

El pasado 8 de noviembre, la princesa Charlene regresaba a Mónaco después de pasar ocho meses en Sudáfrica por prescripción médica. Una grave infección de garganta, nariz y oídos la mantuvo en su tierra natal sin poder volar de vuelta a casa. Se esperaba que retomase su agenda a la mayor brevedad, sin embargo, no ha podido ser. Su ausencia el pasado día 13 en la visita del príncipe Alberto a la Exposición Universal de Dubái, a donde viajó junto a su hermana Estefanía, hizo saltar todas las alarmas, por lo que desde palacio han emitido un comunicado oficial para atajar cualquier tipo de habladuría: "La princesa se retira temporalmente de la vida pública para recuperar la salud".

Todo parecían buenas noticias cuando Charlene bajaba del helicóptero para reencontrarse con los suyos. Sin embargo, el principado ha dado estas explicaciones antes de la celebración del Día Nacional de Mónaco, el próximo 19, donde la presencia de la exnadadora era muy esperada. Según explican, el delicado estado de salud de Charlene no le dejará celebrar esta fecha tan especial junto a su familia por primera vez.

El comunicado señala que "sus Altezas Serenísimas han decidido que empieza un período de calma y descanso necesario para garantizar la mejor recuperación de la salud de la princesa Charlene". "Teniendo en cuenta que ha luchado contra sus problemas de salud en los últimos meses, la princesa está actualmente convaleciente y continuará haciéndolo durante las próximas semanas, dándole tiempo a recuperarse de un estado de profunda fatiga general", continúa.

Así las cosas, es muy posible que también se pierda otra de las grandes fechas: la ceremonia del Árbol de Navidad en la escalinata del Palacio Real el día 15 de diciembre. Una tradición muy arraigada para la que ya está confirmada la presencia del príncipe Alberto.

Durante el tiempo que la princesa estuvo en Sudáfrica tuvo que ser intervenida en tres ocasiones diferentes y se ha observado en ella un importante cambio físico, mucho más delgada. El comunicado señala que "proteger la comodidad y la privacidad es esencial para su recuperación", razón por la que "la ubicación de la princesa seguirá siendo estrictamente confidencial".

"Debido a esta situación, la princesa Charlene no podrá asistir a la Fiesta Nacional de este año ni a las celebraciones, junto a su familia y la gente de Mónaco", subraya el comunicado.

Durante este tiempo de descanso, "la pareja principesca solicita amablemente que su privacidad y el entorno familiar sean muy respetados. La información sobre la salud de la princesa se comunicará a su debido tiempo, antes de las vacaciones de Navidad", concluye.

Especulaciones de ruptura

La larga estancia de la princesa en el país africano desató rumores en diferentes ocasiones sobre la relación entre el matrimonio. Unas especulaciones que han perdido fuerza cada vez que la exdeportista ha enviado a su marido un mensaje de cariño a través de las redes sociales o cuando Alberto viajó a Sudáfrica con sus hijos mellizos, Jacques y Gabriela, para visitarla durante el pasado verano. De hecho, el propio Alberto ofreció una entrevista a la revista 'People' en la que no dudó en aclarar que "Charlene no se fue enfadada", "ni se exilió".

Con su regreso a casa las aguas habían vuelto a apaciguarse pero la tranquilidad ha durado poco. Ha sido Chantell Wittstock, cuñada de Charlene, quien ha sembrado las mayores dudas al elucubrar sobre dónde estaría viviendo la princesa, en unas declaraciones al 'Daily Mail'. Tal como luego se ha confirmado, no quedaba claro que la esposa de Alberto estuviera residiendo en palacio ni que fuera a retomar la agenda oficial. De hecho, Wittstock afirmaba que antes de viajar a Sudáfrica, la exnadadora "ya vivía en un modesto apartamento de dos dormitorios" a 300 metros de la residencia familiar. "No está claro dónde va a instalarse, ni nada de eso. Acaba de llegar y todavía no se ha decidido", contaba la cuñada. Sobre cuándo volvería a retomar su agenda oficial, decía que "se lo va a tomar con calma. Su prioridad ahora es pasar tiempo con sus hijos y su familia".

Y hay otras hipótesis, alguna tan arriesgada como la que baraja que el regreso de la princesa se ha hecho como una operación para distraer el descubrimiento de un posible tercer hijo ilegítimo de Alberto de Mónaco.

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