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Alarma en el sector editorial: el papel por las nubes

Imprentas y editores, preocupados ante la incertidumbre, el gran incremento de los precios y la escasez de materias primas.

Un operario de Ino Reproducciones, en el polígano Malpica, trabaja el pasado viernes en una de las máquinas.
Un operario de Ino Reproducciones, en el polígano Malpica, trabaja el pasado viernes en una de las máquinas.
Oliver Duch

La palabra psicosis quizá sea excesiva e inexacta, pero el mundo del libro está viviendo una situación extraña, de preocupación y, en algunos casos, de alarmismo. Algunos libros no llegarán a la campaña de Navidad, de entrada, por escasez de papel, pero también por las subidas y por un incremento general de los suministros y un bloqueo del transporte, que ya ha tenido afecciones de distinto calado: el nuevo libro de José Luis Melero, en Xordica, ‘Lecturas y pasiones’, se ha retrasado dos semanas en llegar a las librerías; otro tanto ha sucedido con ‘La vida al alcance de la mano’, del futbolista Álex Sánchez, en Pregunta, cuyos editores, David de Francisco y Reyes Guillén, dicen que "no sabían si llegaría a tiempo para su presentación en la FNAC". Otro tanto sucede con la nueva novela de Margarita Barbachano, ‘El naufragio de tus ojos’, en Mira, que se presentará el 29 en el Teatro Principal.

El sello Contraseña está viviendo la carencia de cartulina y cartón de manera traumática: "A principios de septiembre la imprenta nos informó de que se había terminado la cartulina que utilizan para imprimir la cubierta de nuestros libros y que hasta mediados de octubre no la recibirían. Esto hizo que se retrasaran las tres reimpresiones que teníamos previsto sacar en septiembre (la de ‘El encaje roto’ de Pardo Bazán, la de ‘El silbido del arquero’ de Irene Vallejo y la de ‘Sub luce maligna’, la antología latina de Gonzalo Fontana) y que descartáramos sacar la primera novedad que teníamos prevista para el otoño, ‘Restauración’. Los problemas con el abastecimiento de papel nos han afectado de lleno. Obviamente, la preocupación por este tema es máxima", explica el editor Alfonso Castán.

¿Qué está sucediendo? ¿Cuál es la auténtica dimensión del conflicto? Luis Aranda, responsable de Gestión Comercial de Tipolínea y «hombre para todo» en la imprenta filial de Edelvives, hace una primera reflexión: "Es cierto que ha habido una subida de precios, un fuerte incremento tanto en el cartón como en el papel para hacer ‘packs’, cajas, estuches, portadas en cartulina, cartón y demás. Además hay problemas con las fabricaciones grandes, antes daban unos plazos de fabricación de un par de semanas y ahora se están yendo a mes y medio o dos meses. Esa es la tendencia; tal como está todo, esperamos que después de Navidades se estabilicen las cosas. A día de hoy es un mercado un poco incierto", dice.

El editor Chusé Raúl Usón, de Xordica, añade un elemento explicativo más y dice que esta crisis ya comenzó a finales de verano. "Esa escasez es debida a las ventas que se están produciendo por Amazon o empresas fuertes. En toda esa paquetería se utiliza el cartón que, además, se emplea para hacer las cartulinas de portada", asevera.

Aumento de costes

Paco Ortiz, responsable de Ino Reproducciones, centrada en libros de todo tipo, pero especialmente en cómics y libro infantil, dice: "Estamos pasando una época complicada. No hay materia prima tanto de papel como de cartón para la tapa dura. No la hay. ¿Por qué? Mi explicación es que las fábricas han programado una producción en función de lo que ellas habían previsto. Grandes editoriales de España y de los países europeos imprimían en China y ahora no es tan rentable. ¿Por qué? Los chinos han subido precios, con los transportes hay muchos problemas y el precio de los ‘containers’ se ha disparado por siete… Traer un ‘container’ debía costar unos 2.000 dólares (1.747 euros) y pasó a 15.000 (13.000 euros)". A todo ello se suma que estamos en plena campaña de Navidad, que es la época más fuerte de todo el año, que también se avecina el ‘Black Friday’, tal como recuerda Usón, de Xordica.

Luis Aranda, de Tipolínea, introduce otro matiz pedagógico: "Hay dos formas de comprar papel. Adquieres el papel de almacén, que se llama. Ya está la res preparada en un almacén; simplemente la pides y que te la traigan. De eso sí hay ‘stock’, no suele haber problema. Y luego está el papel de fabricación: cuando se hace un libro con una gran tirada o se van a hacer folletos o catálogos, se pide una fabricación exprofeso para ese tamaño de folleto o de libro, o de lo que sea. Y ahí sí que hay retrasos en las fabricaciones bastante grandes. Aparte hay papeles más específicos, un poco más artísticos, que digamos que teníamos menos demanda porque era un papel más lujoso o especial y, si no había en el mercado, es difícil encontrar esto… O te piden unos mínimos que son inasumibles para una producción pequeña", señala.

La saturación de pedidos genera nuevos problemas: Aranda insiste en que como la materia prima se traía de China, "al estar el transporte colapsado y producirse el aumento de precios, todo el mundo se ha ido a comprar a los proveedores habituales en Europa que estaban en Noruega y Finlandia, etc., y entonces los proveedores se han saturado y entras en unas dinámicas de mercado donde hay más demandas que existencias. Empieza la especulación, empiezan las cosas raras y ya el mercado se distorsiona". Todo el mundo llevó la producción a China porque salía más económico y no se pensó en las contraindicaciones", agrega Paco Ortiz.

Ortiz recuerda que Talleres Ino Reproducciones imprime más de mil títulos a razón de cien al mes, entre ellos a Prames, cuyo editor está tranquilo; tanto él, Rafael Yuste, como Trinidad Ruiz Marcellán, de Olifante, están tranquilos: han cerrado su menú de libros a tiempo con la ‘Guía de la Celtiberia’ y un libro de homenaje a Rosendo Tello, respectivamente. "En Ino hacemos libros, ni catálogos ni folletos. Imprimimos cómics, los libros de manga y libros infantiles, que es lo que más se está produciendo en este momento. Del sello infantil Apila, por ejemplo. Nosotros no podemos ir a un Planeta, aunque trabajamos también con muchos sellos nacionales. Tenemos que ir a editoriales más pequeñas… Con la pandemia, se hicieron muchos libros infantiles. Con todo, en 2020 bajamos un 36% la producción. En 2021 hemos vivido tres aumentos del coste de papel, el último un 13% y ya nos avanzan otra subida para enero de 2021", dice Ortiz, e indica otro dato y su esperanza: "Tampoco hay tantas fábricas. A lo mejor dentro de unos meses volveremos a la normalidad y se podrá incrementar la producción. No sé qué pasará la campaña de Navidad y más tarde, cuando vengan las ferias del libro o el Día de San Jorge. Lo que está claro que es que bastantes libros no van a salir hasta después de Reyes porque nos servían el papel el 15 de diciembre y no llegábamos a tiempo".

Las librerías son, en cierto modo, el polo opuesto. Por poner dos ejemplos: en Antígona y Cálamo son conscientes de la preocupación, del ‘run run’ constante, pero no son pesimistas. Julia Millán, de Antígona, señala: "De momento estamos inundados de libros, por ahora no hemos notado la carencia o la ausencia de papel, no hay más que ver las novedades y los escaparates y estanterías. Sí es cierto que algunas publicaciones de cartón, en un par de ocasiones, se han retrasado. Por ahora, los editores no transmiten una gran incertidumbre al respecto". "No parece que sea una cosa tan alarmante; lo que inquieta es la huelga de transportes y su situación en Europa. Por otra parte, era una dependencia de China tremenda y tenía que estallarle"», dice Paco Goyanes, de Cálamo, que ha recuperado las presentaciones y las firmas presenciales.

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