Óscar Aibar desnuda algunas paradojas de la España de 1982 a través de los nazis de la costa
El director presentó este martes 'El sustituto' con los actores Vicky Luengo y Ricardo Gómez en el ciclo de 'La buena estrella'.
Luis Alegre presentó este martes una nueva sesión de 'La buena estrella', en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza, muy concurrida. El director Óscar Aibar, la actriz Vicky Luengo y el actor Ricardo Gómez hablaron de la película 'El sustituto', que aborda un tema un tanto insólito en el cine español: la presencia de nazis entre nosotros. Óscar Aibar, el director de 'El gran Vázquez' y 'Atolladero', abrió hace años una carpeta del nazismo en España.
Recuerda que en los años 60 aparecieron algunas noticias reveladas por el Mosad; más tarde, 1992, murió en Aribert Heim, 'el Carnicero de Mauthausen', que se había ensañado con muchos presos españoles. Hace diez o quince años, en un bar de Calpe, en la costa mediterránea, Aibar vio una fotografía donde seis hombres veteranos comían una paella con el traje nazi. Preguntó: "¿De qué producción se trata?". Le dijeron que era un grupo de nazis de Denia. Iría rellenando la carpeta de notas y criaturas, y un día decidió hacer esta película.
"No soy historiador ni documentalista. Hago películas, creo personajes y esta es una película, un 'thriller' de acción", apuntó, y reveló que siempre tuvo claro a sus dos protagonistas: Vicky Luengo y Ricardo Gómez. Los conoció a los 16 años y ha colaborado ellos desde entonces. Vicky, entre otras, tiene un gran antecedente en personajes intensos como la serie 'Antidisturbios' y con Ricardo ha trabajado en 'Cuéntame', "sobre todo en episodios y periodos especialmente intensos. Me gusta mucho. Son dos actorazos. Ricardo, además, es capaz de representar el sufrimiento interior", dijo Aibar.
'El sustituto' es, ante todo, una película de perdedores y una película paradójica: la acción transcurre en 1982 cuando el PSOE está a punto de ganar las elecciones por primera vez, el país vive un período convulso, y a la vez lleno de esperanza, porque no hacía mucho había sido la tentativa del golpe de Estado de Tejero. El 82 fue el año del Mundial de fútbol. "No deja de sorprender que en 1982 haya nazis en España, aunque poco a poco empezarían a sentirse inseguros", dijo Aibar.
Los personajes son complejos. El policía de Ricardo, Ángel Expósito, se ha curtido en los bajos fondos de Madrid, es huérfano y está atribulado: ha vivido en un orfanato, es un perdedor, tiene una gran dureza y "es un personaje que se va despojando de capas en los difíciles años 80", apuntó el joven actor, que domina el tenso silencio, ese silencio que blinda todo lo que no se puede ni se debe decir. Ricardo Gómez reconoce que tenía que mucha información sobre el período, rodó en 'Cuéntame' capítulos como 'Alcalá 20' pero ha tenido que hacer una inmersión en este ser humano de "los años de plomo", lo cual no es nada fácil.
La España convulsa y Perico
Vicky Luengo confesó que el rodaje había sido muy agradable e intenso, que Óscar Aibar da mucha confianza y admite sugerencias. El cineasta repasó algunos secundarios, elogió los trabajos de Pere Ponce o Susi Sánchez, entre otros, y dijo que él no hacía cine social pero sí político, y que a él no le interesan que los personajes sean muy malos o muy buenos, sino que hagan bien su trabajo. "Los alemanes eran muy buenos, grandes profesionales, haciendo cosas muy malas", señaló sin temor a la 'boutade'.
Luis Alegre reveló una bonita anécdota de Óscar Aibar: hace años se citaba a menudo con Perico Fernández, le grababa peleas y actos, y todo aquello cristalizó en un corto de 14 con el boxeador y con Jorge Sanz: 'Chihuahua' (1991). Aibar miró hacia el cielo. Era su modo de recordar a Perico y de recordar qué importante fue y es Zaragoza en su vida.
