Descubierto en Pensilvania un capitel románico procedente de la catedral de Jaca

El historiador del arte Juan Antonio Olañeta lo ha localizado en el Glencairn Museum y cree que fue comprado a principios del siglo XX 

En el capitel están representados ocho leones en posición invertida.
En el capitel están representados ocho leones en posición invertida.
Juan Antonio Olañeta

El historiador del arte Juan Antonio Olañeta, especialista en románico, ha identificado entre los fondos del Glencairn Museum de Pensilvania un capitel procedente de la catedral de Jaca. El hallazgo lo ha anunciado este viernes en la localidad altoaragonesa durante su conferencia ‘Neutrones y románico. Capiteles viajeros del claustro de la catedral de Jaca’, con la que se clausuró un ciclo organizado por la Asociación Sancho Ramírez.

Olañeta ya anunció a fines del año pasado el hallazgo de otro capitel de la seo jaquesa, hoy en el Art Institute de Chicago. La investigación de Olañeta partió de las similitudes formales de la pieza, en la que está representada la Adoración de los Magos, con otras procedentes del antiguo claustro de la catedral de Jaca. La confirmación de su hipótesis vino a través de unas muestras extraídas a uno y otro lado del Atlántico y su estudio mediante una técnica denominada ‘Análisis instrumental de activación de neutrones’ (INAA). Consiste en bombardear con neutrones las muestras tomadas; con ello se obtienen isótopos radioactivos con los que se pueden determinar las concentraciones de los elementos que componen los materiales hasta un nivel infinitesimal. Si coinciden los gráficos de las muestras que se comparan, los materiales provienen del mismo lugar, sin margen de error. En el caso del capitel de Chicago, la piedra en la que fue tallado fue extraída de la misma cantera que los de la catedral de Jaca.

El hallazgo que ha anunciado ahora Juan Antonio Olañeta (Zaragoza, 1965), profesor de las universidades de Barcelona y Lérida, es ‘hijo’ del anterior. "Los análisis al capitel de Chicago se realizaron en el seno del Limestone Sculpture Provenance Project, que se desarrolla en Estados Unidos y que tiene una gran base de datos. La sorpresa fue que, al cotejar los análisis de las piezas de Jaca con la base de datos, se descubrió que coincidían no solo con el capitel de Chicago, sino que también eran idénticos a otra pieza de Glencairn Museum, en Bryn Athyn (Pensilvania)".

El capitel recién identificado se había considerado hasta ahora simplemente como "procedente del norte de España" y estaba datado en la primera mitad del siglo XII. Es una pieza de 43,7 por 43,7 por 43,7 centímetros y en ella están representados ocho leones en posición invertida, es decir, con las cabezas hacia abajo y las garras traseras en lo alto. Los animales, que se disponen por parejas, muerden unos tallos que les rodean el cuello.

El camino seguido para identificar este capitel como procedente de la catedral de Jaca ha sido inverso al de Chicago, ya que en este el primer indicio lo ha dado el análisis por bombardeo de neutrones. Se da la circunstancia de que, meses antes de las pruebas, el historiador del arte visitó el Glencairn Museum y, durante dos días, estudió algunas de sus piezas más importantes. Incluso estuvo trabajando a apenas tres metros del capitel, aunque sin pensar en su posible origen aragonés. Ello se explica porque estilísticamente sus vínculos no son tan evidentes como los que se aprecian en el de Chicago. En todo caso, los análisis de la piedra son concluyentes.

¿Cómo llegó esta pieza a Pensilvania? Para Olañeta, el camino debió ser muy parecido al que siguió el capitel de Chicago, que pasó por las manos de los marchantes Joseph Brummer y Gabriel Dereppe, hasta que el Art Institute pagó 4.000 dólares por él en 1944. "Pero la cesta (capitel) del Glencairn debió de ser adquirida unos veinte años antes", subraya.

"El Glencairn Museum tiene una historia curiosa –añade el historiador del arte–. Es el resultado de la fusión de dos colecciones privadas y de la intensa relación entre una institución educativa, la Academy of the New Church, vinculada a una secta religiosa, y una rica familia americana de origen escocés, los Pitcairn. Esta familia supervisó la construcción de una catedral de la secta y se construyó una mansión al lado. Y además compró vidrieras, esculturas y otras obras de arte románicas y góticas para que sirvieran de modelo a las que se hicieran para el nuevo templo. En los años 20 y 30 del siglo pasado adquirieron centenares de piezas, creando así una de las mayores colecciones privadas del mundo de escultura románica". Esa colección es la que dio origen al museo donde se ha identificado el capitel ‘de los leones’, del que se desconoce el precio y la fecha de llegada a Estados Unidos.

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